Bilbao, 10 dic (EFE).- La ponencia política que debatirá el PNV en su Asamblea General, el equivalente a un congreso, se centra en el reconocimiento del derecho a decidir, pactado con el Estado y aceptado por la Unión Europea.
El PNV afronta su IX Asamblea General, que se celebrará en San Sebastián el 29 y 30 de marzo de 2025, en un contexto de declive electoral, aunque conserva el gobierno de todas las principales instituciones vascas, e inmerso en un profundo proceso de relevo generacional, en el que la única duda es si Andoni Ortuzar optará a la reelección como presidente del partido.
En ese congreso se debatirán cinco documentos, tres de carácter político y dos organizativos, que el Euzkadi Buru Batzar (EBB) ha hecho públicos este martes tras aprobarlos la víspera y remitirlos a las organizaciones municipales del partido para su debate y enmienda.
En el documento político el EBB deja claro desde la primera página que el PNV "aspira a la plena soberanía de la nación vasca y a la institucionalización del derecho a decidir su futuro" y que sus "aspiraciones como pueblo y nación se sitúan en la Unión Europea".
La Ejecutiva del PNV argumenta que "el sentimiento y los anhelos democráticos de libertad de un Pueblo están muy por encima de cualquier actitud impositiva, por mucho que esta se pretenda positivar en leyes y hasta en Constituciones o fronteras" porque el derecho a decidir es "un principio democrático y, por tanto, integrador y moderno; es eminentemente europeo y europeísta".
Para el PNV, "más allá del marco político concreto por el que se opte en cada momento histórico, el derecho más inalienable de una nación es ver reconocida su condición de sujeto político y mantener la capacidad para decidir su propia articulación política".
El partido 'jeltzale' aboga por un "nuevo estatus" para Euskadi pactado con el Estado basado en el "reconocimiento nacional y del derecho a decidir del Pueblo vasco", que garantice la "bilateralidad" en las relaciones con el Estado, aumente el autogobierno vasco y lo blinde y se "integre en el ordenamiento europeo".
El PNV admite que esa pretensión "choca con un claro proceso de recentralización que pone en riesgo los consensos políticos y ataca los niveles de autogobierno alcanzados hasta la fecha", pero recalca que "no es aceptable negar la realidad de Euskadi como sujeto político, como tampoco lo es que las reglas del juego político democrático puedan ser vulneradas o reinterpretadas unilateralmente por las instituciones centrales del Estado".
"Nuestra estrategia para lograrlo se basa en la negociación y el pacto y la inclusión (en la UE) de protocolos que reconozcan nuestra realidad nacional y el impulso de la reforma de sus tratados a la luz de las aportaciones en favor de la proximidad y el reconocimiento de las estructuras subestatales", explica.
El PNV reprocha al Gobierno de Pedro Sánchez, del que es socio, una "gestión calculada del enfado social, donde la agenda del Gobierno español se centra en medidas sociales" que invaden competencias de Euskadi y "contribuyen a aplazar el debate sobre el necesario reconocimiento de una genuina diversidad nacional".
En cuanto a la izquierda abertzale, recuerda que "han abrazado, cincuenta años después y tras provocar más de mil víctimas mortales, la vía gradualista y pragmática" en el marco "de las normas, las instituciones y los valores democráticos".
"Un reconocimiento de su tremendo error estratégico que necesita, para completarse, un correlato en el plano ético, aún pendiente", en el que "reconozca el daño injusto causado y el deterioro que produjeron en nuestra convivencia, en nuestro desarrollo social y económico y en nuestras aspiraciones políticas, así como el empobrecimiento de la calidad de nuestra democracia". EFE