Un paquete a nombre de Gallardo obliga a desalojar la Diputación de Badajoz y a cortar el tráfico: no era una bomba, sino un regalo navideño de la ONCE

La presencia de cables en dos envíos activó el protocolo de seguridad y movilizó a los Tedax durante casi dos horas en pleno centro de la ciudad

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El diputado del PSOE, Miguel
El diputado del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, durante el debate sobre el Estado de la Región de Extremadura (Jorge Armestar / Europa Press)

La Diputación de Badajoz ha vivido este martes por la tarde una de esas situaciones que empiezan con gesto serio y acaban convertidas en anécdota, aunque durante casi dos horas nadie se permitió tomársela a broma. La recepción de “dos paquetes sospechosos con cables visibles” en el complejo provincial activó el protocolo de seguridad y obligó a desalojar todos los edificios de la institución, en pleno centro de la ciudad y a una hora marcada por el trasiego de compras navideñas y comidas de empresa.

La alerta se produjo en torno a las dos y media de la tarde, cuando el personal de seguridad detectó algo extraño en dos envíos que acababan de llegar a la sede provincial. Ambos paquetes figuraban dirigidos a responsables políticos de la institución y habían sido entregados por accesos distintos del complejo. Uno iba a nombre de la actual presidenta, Raquel del Puerto, y el otro al expresidente Miguel Ángel Gallardo. El remitente constaba como ‘Grupo ONCE País Vasco’, un dato que, lejos de tranquilizar, no disipó las dudas iniciales.

Como marca el procedimiento habitual, los paquetes fueron introducidos en los escáneres de rayos X. La imagen que devolvieron fue suficiente para que saltaran las alarmas: cableado visible y componentes electrónicos que no encajaban con un envío convencional. Según fuentes conocedoras de la situación, el propio timbre incluido en el interior del paquete cuenta con cables, pero en ese momento nadie podía saberlo.

Ante la sospecha, los vigilantes dieron aviso inmediato y desde la Diputación se activó el protocolo de desalojo. Por megafonía se pidió a los trabajadores que abandonaran con rapidez todos los edificios del complejo, una sede formada por varios inmuebles interconectados y con fachadas a las calles Obispo, Felipe Checa y Hernán Cortés. En cuestión de minutos, funcionarios y personal laboral salían a la calle mientras se cortaban los accesos y se acordonaba la zona.

La Policía Nacional tomó el control del operativo, con el apoyo de Policía Local, Bomberos y servicios sanitarios. El tráfico quedó interrumpido en varias de las vías más céntricas de Badajoz y se amplió el perímetro de seguridad conforme avanzaban los trabajos, en una tarde especialmente concurrida en el corazón de la ciudad.

Dispositivo de seguridad junto a
Dispositivo de seguridad junto a la Diputación de Badajoz (Europa Press)

Dos horas de tensión contenida

Hasta el lugar se desplazaron los agentes especializados en desactivación de explosivos, los Tedax, que extrajeron los dos paquetes del interior del edificio y los trasladaron hasta una furgoneta policial estacionada en la calle del Obispo. Allí, en el interior del vehículo, se llevó a cabo el análisis detallado del contenido. La prensa y los curiosos fueron alejados de la zona ante la posibilidad de que pudiera producirse una detonación, una opción que nadie quería descartar hasta tener certezas.

El dispositivo permaneció activo durante cerca de dos horas. El vicepresidente primero de la Diputación, Juan María Delfa, siguió el desarrollo del operativo desde la plaza de Minayo, mientras que la presidenta de la institución se desplazó hasta Badajoz desde Almendralejo, donde ejerce como primera teniente de alcalde. Del Puerto compareció ante los medios para confirmar que se estaba actuando conforme a los protocolos y para insistir en que, aunque todo apuntaba a una falsa alarma, había que esperar al dictamen de los especialistas.

El “paquete bomba” que era un regalo

La confirmación llegó poco después. Los Tedax determinaron que no había explosivos ni ningún elemento peligroso en el interior de los paquetes. Lo que habían puesto en jaque a la Diputación de Badajoz era, en realidad, el regalo institucional navideño que la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) está enviando estos días a distintas instituciones del país.

El contenido explica, a posteriori, todas las sospechas. Se trata de una caja de cartón duro que, al abrirse, incorpora en la tapa interior una pequeña pantalla digital que reproduce un mensaje institucional de la ONCE. Dentro hay un timbre metálico antiguo para bicicletas y una tarjeta firmada por su presidente, Miguel Carballeda, en la que se explica que el timbre sirve para “hacer sonar la solidaridad”. El conjunto incluye cableado, imprescindible para el funcionamiento de la pantalla, pero suficiente para levantar recelos al pasar por el escáner.

La Diputación había recibido dos envíos idénticos. El destinado a Miguel Ángel Gallardo añadía un elemento de confusión, ya que el expresidente dejó el cargo el pasado mes de mayo, ya no tiene despacho en la sede provincial. Ese desfase en el destinatario, unido a la imagen interna del paquete, terminó de justificar una actuación preventiva que nadie cuestiona. Asimismo, dado que Gallardo viene de obtener los peores resultados del PSOE en unas elecciones en Extremadura y de dimitir como secretario general en la región, la sospecha de ataque personal estaba todavía más presente.

El candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha asegurado que "lo que menos" le preocupa es su futuro político tras los resultados obtenidos por su partido en las elecciones regionales de este domingo y que ha tildado de malos "sin paliativos". (Europa Press)

Una falsa alarma en plena Navidad

Una vez descartado cualquier riesgo, el operativo se fue desactivando de forma progresiva. Las calles cortadas recuperaron el tráfico, los trabajadores regresaron a sus puestos y la actividad administrativa se reanudó con normalidad. Fuentes consultadas señalan que el mismo regalo ha llegado en los últimos días a otras instituciones sin provocar incidentes similares y apuntan a que la ONCE podría emitir un comunicado para aclarar lo sucedido.

Lo que durante horas fue tratado como un posible aviso de bomba acabó siendo, paradójicamente, un mensaje de solidaridad envuelto en un timbre de bicicleta. Un susto en toda regla que dejó imágenes poco habituales en el centro de Badajoz y que convirtió un gesto navideño en el detonante, nunca mejor dicho, de una tarde de máxima alerta.