Marcos, médico, explica por qué ladra tu perro cuando escucha una ambulancia: “No es por miedo”

Lejos del miedo o la molestia por el ruido, el aullido sería una respuesta de ayuda ante una señal sonora similar a la de su propia especie

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Dos perros aullando al escuchar
Dos perros aullando al escuchar una sirena de ambulancia (Montaje Canva Infobae)

Cuando una ambulancia pasa por la calle y un perro comienza a aullar, muchas personas creen que se trata de miedo al ruido. Sin embargo, una explicación difundida recientemente en redes sociales propone una lectura muy distinta del comportamiento canino. Según esta interpretación, el perro no está alterado ni incómodo, sino que está respondiendo a una llamada.

La explicación fue compartida en TikTok por el médico intensivista y futuro veterinario etólogo y comunicador animal conocido en redes como Marcos Conecta (@marcosconecta). En uno de sus videos más recientes, el especialista sostiene que el aullido del perro ante una ambulancia tiene un origen ancestral y comunicativo.

“La respuesta no es porque tenga miedo o porque le moleste el ruido”, explica en el video. De acuerdo con su explicación, el sonido de la sirena activa un mecanismo heredado que lleva al animal a responder de forma automática.

Un comportamiento ancestral

La clave estaría en la frecuencia del sonido. Según Marcos Conecta, las ambulancias emiten una frecuencia muy parecida al aullido que los perros utilizan para comunicarse a distancia. Ante ese estímulo, el animal interpreta que otro miembro está emitiendo una llamada. “Como un mecanismo ancestral el perro responde a la llamada”, señala el comunicador animal en su publicación. El aullido sería, entonces, una forma de intermediación comunicativa.

Primer plano de un perro
Primer plano de un perro con la nariz parcialmente rosa debido a la "nariz de nieve", una condición benigna de hipopigmentación común en ciertas razas. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde esta perspectiva, el comportamiento tiene un sentido social. El perro estaría diciendo “estoy aquí”. Incluso, en palabras del propio experto, el mensaje sería algo así como: “colega estoy aquí para lo que necesites”.

Esta lectura se apoya en la historia evolutiva de los perros. El aullido es una forma de comunicación que permite localizarse a grandes distancias. También sirve para reforzar vínculos dentro del grupo. Cuando un perro aúlla al escuchar una sirena, estaría activando ese recurso. En consecuencia, el sonido no se percibe como una amenaza, tampoco como una molestia. Se trata de una herramienta interespecie presenta en la genealogía animal de los caninos.

El video también plantea que, desde esta lógica, el perro no solo responde, sino que ofrece ayuda. El aullido funcionaría como una señal de disponibilidad. “Si necesitas ayuda ven a casa”, resume Marcos Conecta al explicar el sentido de la respuesta.

Dos adolescentes logran conectar y fortalecer su vínculo durante un encuentro esporádico gracias a la compañía de un perro familiar, según el video capturado por el estudio publicado en la revista iScience. (Nozomi Hirayama)

El contenido se difundió rápidamente en TikTok y generó debate entre usuarios que reconocieron el comportamiento en sus propios perros. Muchos señalaron que sus mascotas aúllan de forma sistemática cada vez que escuchan una sirena, incluso a gran distancia. La explicación no presenta al perro como un animal desbordado por el entorno urbano, sino lo muestra como un animal que sigue interpretando el mundo desde códigos antiguos que no se perdieron con la domesticación.

Cuando el ruido sí les hace mal

No obstante, no todos los ruidos se viven igual para las mascotas. Algunos sonidos pueden resultar muy difíciles de tolerar. Los fuegos artificiales y petardos son uno de los ejemplos más claros. El estallido es fuerte y no se puede anticipar. Esto suele generar miedo y mucho estrés en perros y gatos.

Algo similar ocurre con los truenos y las tormentas intensas. El ruido aparece de golpe y se repite durante varios minutos, desconcertando a los animales que son incapaces de entender de dónde viene. En consecuencia, esto puede hacerlos sentir inseguros, provocando reacciones de ansiedad, sobre todo en los que aún son cachorros. En estos casos, el sonido no tiene un sentido para ellos. No funciona como una señal ni como una llamada, sino que constituye una auténtica amenaza para su bienestar, impactando en su emocionalidad interna.