Sergio, el español que se ha salvado del atentado de Sídney: “Me refugié en un supermercado y asumí que iba a morir“

Dos asaltantes dejaron 16 fallecidos y decenas de heridos en una playa turística donde se celebraba una fiesta judía

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Sergio, un joven español, ha sobrevivido al tentado de Sídney EFE/MICK TSIKAS

Sergio, un joven de Murcia, se ha convertido en la voz española representativa de los supervivientes del atentado de Bondi Beach. La tragedia arrasó con la tranquilidad de un domingo veraniego, dejando 16 personas muertas y 40 heridas. Sergio, con 27 años, se vio de repente sumergido en una situación límite, debatiéndose entre el horror y la necesidad de sobrevivir en un país que consideraba uno de los más seguros del mundo.

“En las últimas horas se me han venido muchos pensamientos a la cabeza, sobre todo, que tengo que pasar más tiempo con mi familia porque es muy fuerte lo que ha ocurrido. Incluso he llegado a pensar en marcharme de Australia, pero soy feliz aquí desde hace más de un año y este país es uno de los más seguros que he conocido hasta este atentado”, ha confesado Sergio para El Español. El joven había decidido pasar el día junto a sus amigos en la famosa Bondi Beach, donde la comunidad judía celebraba la festividad del Jánuca. Esta playa suele ser un destino pacífico, frecuentado por familias y grupos de amigos de manera rutinaria cada domingo.

Alrededor las seis de la tarde, Sergio decidió regresar a casa: “Cuando me iba escuché lo que parecían unos petardos y, de repente, apareció una avalancha de gente. Entonces fue cuando entendí que eran cuatro disparos lo que acababa de oír y empecé a correr para buscar un sitio donde refugiarme”. El murciano buscó refugio en un supermercado cercano, donde, junto a más de cien personas, se resguardó de los disparos de los terroristas.

Sergio estuvo media hora en el interior del establecimiento donde asegura que asimiló que iba a morir y que dentro del supermercado “no tenían ninguna escapatoria”. Cuando dejó de oír disparos y percibió que la situación se calmaba decidió salir hasta que consiguió llegar a su casa. Fue al ver las redes sociales cuando entendió que había sobrevivido a un atentado terrorista de gran alcance.

Lucas Ocampo, un argentino residente en Sídney, comparte su testimonio en vivo sobre el brutal atentado terrorista que dejó múltiples víctimas. Describe el clima de tristeza y shock en una ciudad que no esperaba tal violencia, especialmente durante una celebración de Janucá.

La vida de Sergio en Australia

Sergio se fue a Australia por trabajo, en la actualidad es camarero en el restaurante 6 Head Sydney, con vistas a la Ópera de Sídney. Esto le permite ganar en una semana el equivalente a un mes de salario en España. Ahora su vida ha dado un giro radical y asume las consecuencias de haber viviendo algo tan traumático. Las secuelas del suceso han reavivado en Sergio el sentimiento de apego a su familia, que sigue en Murcia, y la nostalgia por su tierra.

“Tan solo regresaría por mi familia porque les echo de menos y los españoles somos muy familiares. Además, no he conocido aún a mi sobrino, al hijo que acaba de tener mi hermana. Pero el viernes próximo viene mi hermano mellizo a visitarme, para pasar la Navidad conmigo y eso me dará la energía que ahora mismo necesito”.

El joven asegura que no olvidará nunca el domingo 14 de diciembre y explica como fue entiendo poco a poco lo que ocurría: “Al principio no sabíamos lo que estaba pasando. Nadie sabía cuánta gente había armada disparando por la calle. Se escuchaban helicópteros y las sirenas de ambulancias, la gente empezó a esconderse en cualquier espacio: desde cámaras frigoríficas de restaurantes hasta entre estanterías y almacenes.”

Homenaje a las víctimas del
Homenaje a las víctimas del atentado de Sídney. EFE/EPA/MICK TSIKAS

Los detalles del ataque y sus repercusiones

El atentado, llevado a cabo por Sajid Akram, de 50 años, y su hijo Naveed Akram, de 24 años, se dirigió principalmente contra la comunidad judía reunida en la playa para celebrar la Fiesta de las Luces. Ambos asaltantes se atrincheraron en un puente de Bondi Beach, causando el pánico entre los presentes. La policía australiana identificó rápidamente la motivación antisemita del atentado, respaldada además por la investigación previa sobre Naveed Akram por supuestos vínculos con una célula terrorista del Estado Islámico en 2019.

La tragedia deja una huella profunda no solo por el número de víctimas sino por el perfil de las personas alcanzadas por la violencia. Entre ellas, Matilda, una niña de 10 años; Eli Schlanger, un rabino de 41 años; y Alex Kleytman, un anciano superviviente del Holocausto, quienes perdieron la vida en un día que, hasta entonces, prometía ser festivo. En los alrededores de la playa de Bondi y especialmente en el Bondi Pavilion, se han instalado altares improvisados cubiertos de flores en memoria de las víctimas. El ambiente en la ciudad ha cambiado drásticamente, como percibió Sergio al intentar retomar la normalidad: “La gente va en silencio en el autobús, hay tiendas cerradas y mucha gente esta triste y llorando. La ciudad está de luto”.