Austria promete un Eurovisión sin censura a los abucheos de Israel ni veto a la bandera Palestina, aunque con “proporcionalidad”

Que la participación de Israel volverá a marcar la celebración de la próxima edición de Eurovisión es algo que, a estas alturas, ya nadie duda. Tras la confirmación de la presencia de la KAN y la retirada de cinco países, ahora la televisión anfitriona ha tratado de calmar los ánimos en torno a la candidatura israelí, prometiendo que no se van a tapar los abucheos ni a prohibir las banderas de Palestina entre el público.

La radiotelevisión pública austríaca ORF, organizadora de Eurovisión 2026 en Viena, ha asegurado que no ocultará posibles abucheos ni protestas durante la retransmisión del certamen, rechazando el uso de aplausos artificiales o recursos técnicos para maquillar la realidad, algo que sí se ha empleado en las últimas ediciones durante las actuaciones de Israel.

Stefanie Groiss-Horowitz, directora de Programas de ORF, ha subrayado este martes en rueda de prensa que la cadena tiene la obligación de mostrar la realidad tal y como se produzca, incluso en un evento de entretenimiento. “Como medio público estamos obligados a hacer periodismo, también en un evento de entretenimiento”, ha afirmado Groiss-Horowitz.

Sin embargo, la directiva ha puntualizado que la cobertura sí aplicará criterios de proporcionalidad, de forma que si se producen protestas o abucheos de importancia, estos no serán ocultados en la retransmisión, pero se evitará amplificar acciones minoritarias que busquen una atención desproporcionada. “Si se trata de pequeños grupos que intentan generar una atención que no se corresponde con la gran mayoría que celebra y aplaude, no es necesario enfocar cada protesta individual”, ha apuntado.

Además, Groiss-Horowitz ha defendido la responsabilidad editorial de contextualizar la situación y ha destacado la experiencia de ORF en coberturas complejas. “Sabemos cómo clasificar y contextualizar este tipo de situaciones, y lo haremos también en este caso”, ha concluido la directiva, reafirmando que en ningún caso se emplearán “aplausos artificiales” ni medidas similares.

Esta decisión se produce tras la retirada de cinco países, entre ellos España, en protesta por la presencia de Israel, confirmada por la Unión Europea de Radiodifusión (UER) tras una votación en la que se aprobó por mayoría el nuevo reglamento. El Festival, que se celebrará en mayo, estará marcado por la polémica y la introducción de nuevas medidas de transparencia y seguridad que tratarán de paliar la profunda crisis reputacional que sufre el certamen.

Polémica por la presencia de Israel

La decisión de mantener a Israel en la competición fue adoptada tras una asamblea general celebrada en Ginebra a principios de mes, tras la cual se confirmó la retirada de España, Islandia, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia, un hecho inédito en la historia reciente del certamen.

Roland Weissmann, director general de ORF, ha defendido el papel de KAN como “una voz independiente y relevante de la democracia israelí” y ha recalcado que “se trata de radiotelevisiones públicas que envían a artistas, no de un país o un gobierno”.

Weissmann ha asegurado que la organización “echará de menos” a los países ausentes y ha dejado la puerta abierta a su regreso en 2027. “El mensaje es claro: os echamos de menos a todos y la puerta está abierta. Espero que estos cinco países vuelvan en el 2027”.

El responsable de la radiotelevisión austríaca ha insistido en que la ausencia de los cinco países no tendrá consecuencias financieras ni para la UER ni para la propia ORF, ya que el evento ha sido presupuestado con cautela y sin incurrir en gastos desmesurados. “Será un concurso austero, pero espectacular”, ha adelantado.

La retirada de España, Islandia, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia estará en parte compensada por el regreso de Rumanía, Moldavia y Bulgaria al concurso. No obstante, ni siquiera esa triple vuelta ha logrado que la cifra de países participantes, 35, sea la más baja desde que se introdujeron las semifinales en 2004.