Abascal culpa a PP y PSOE de amplificar las denuncias internas sobre Revuelta y defiende la transparencia de Vox

El presidente del partido atribuyó la difusión de las acusaciones por presuntos manejos irregulares en la organización juvenil Revuelta a una campaña política de la oposición, mientras refuerza la imagen de limpieza dentro de la formación

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Abascal respondiendo a los medios
Abascal respondiendo a los medios (Europa Press)

El presidente de Vox, Santiago Abascal, situó en el centro del debate político la defensa de su partido tras las informaciones sobre supuestas irregularidades en la organización juvenil Revuelta. Durante un acto en Plasencia, Abascal acusó a PP y PSOE de alimentar la polémica, reafirmando que “Vox es un partido limpio” y que las noticias sobre el caso suponen “contaminar a los españoles”, según publicó Europa Press.

Las declaraciones del líder de Vox llegan mientras la Fiscalía analiza una denuncia que menciona presuntas irregularidades, posible estafa en el destino de fondos y cobro de cuotas de afiliación sin derechos asociados en Revuelta, organización vinculada a jóvenes del partido.

El origen del conflicto, reportado tanto por El Mundo como por El País, se sitúa en marzo, cuando Pablo González Gasca, secretario de Revuelta, participó en una cena junto a Kiko Méndez-Monasterio, asesor de Abascal; la diputada nacional Rocío de Meer; y Pau Ruiz, conocido como ‘Españabola’.

En ese encuentro, según la versión de Gasca, Méndez-Monasterio le planteó la necesidad de apartar al presidente de Revuelta, Jaime Hernández, para que el partido controlara totalmente su organización juvenil. Además, surgieron señalamientos sobre la existencia de unos 105.000 euros en la cuenta de Revuelta para ayudas a la ‘dana’ que no se destinaron, aunque Gasca aseguró que simplemente eran remanentes acumulados al cierre del año.

La relación con Revuelta

La relación entre Vox y Revuelta entró en una fase de conflicto en septiembre, cuando la secretaria general adjunta de Vox, Montse Lluis, convocó a González Gasca —empleado en marketing digital del partido— para hablar sobre la gestión de la organización juvenil. Días después, Gasca supo que se le investigaba por “supuestas irregularidades” en sus gastos de representación.

El 9 de octubre, en una reunión con Lluis, se le acusó de “robar” al partido, comparándolo con Rodrigo Rato, y de manipular gastos como el bonometro, billetes de tren y cenas. Esta confrontación marcó un quiebre irreparable, según Gasca.

Abascal durante un mitin en
Abascal durante un mitin en Almendralejo (Europa Press)

Posteriormente, Lluis intentó suavizar la acusación: “No pienso que eres un ladrón ni muchísimo menos, te pido perdón”, declaró, aunque advirtió que “técnicamente” podría exigirse la devolución de los importes. Gasca, por su parte, manifestó sentirse “vilipendiado” y marginado profesionalmente. “Ahora me toca comer con la gente que piensa que yo he robado y es que me da asco”, expresó a sus superiores, según recogió El Español.

“Mentiras y difamaciones”

La investigación interna se unió a un clima de tensión, en el que desde la dirigencia de Vox se instó a separar los gastos de representación de la crisis de Revuelta. Lluis sugirió buscar vías para dignificar el sueldo del equipo, mientras insistía en regularizar la situación de la organización juvenil.

Gasca criticó el tratamiento recibido, recordando que trabajaba para Revuelta sin remuneración y se encontraba obligado a justificar sus actividades. “No era ni mi empleo, ni estaba remunerado, ni estaba reconocido y encima me he comido broncas de alguien que no es mi jefe”, apuntó, reafirmando su malestar con la estructura directiva del partido.

La diputada de Vox, Pepa Millán, ha cargado duramente contra el Gobierno de Pedro Sánchez, acusándole de comportarse como una "organización criminal" que "detenta el poder desde la Moncloa con el único propósito de beneficiarse". (Fuente: Congreso)

En su aparición pública más reciente, Santiago Abascal reiteró que “estas noticias vienen de Ferraz, que es la cueva de Alí Babá, y de la calle Génova 13, que tiene una sede pagada con dinero negro”, en referencia a las sedes de PSOE y PP. El líder de Vox pidió a ambas formaciones que “se callen la boca y dejen a Vox”, defendiendo la honorabilidad de los dirigentes y advirtiendo que el partido tomará medidas legales contra quienes propaguen “mentiras y difamaciones”.