Carlos Alcaraz ha tenido un agridulce final de temporada debido a la lesión que empañó su paso por la final del ATP Finals frente a Jannik Sinner y que le impidió competir en la Copa Davis. Sin embargo, el murciano ya está recuperado y ha aprovechado el parón profesional para disfrutar de una escapada a Miami junto a su entorno más cercano.
El tenista, que ha estado varias semanas apartado de la competición oficial por su edema muscular en el isquiotibial derecho, ha podido volver a las pistas disputando dos partidos de exhibición en la ciudad de Florida, pero durante su estancia también ha disfrutado de actividades de ocio junto a su hermano y varios amigos.
En las imágenes compartidas por el propio Alcaraz en sus redes sociales, se puede comprobar que el joven ha aprovechado al máximo su tiempo libre, disfrutando de las playas de Miami y de algunas de sus grandes aficiones, como el golf o el ajedrez, juego que le ayuda “a estar más rápido mentalmente”, según declaró a Marca.
Las jornadas de ocio han incluido también partidas de mus con sus amigos, sesiones de videojuegos, pesca, baños en la piscina y paseos en lancha. En las imágenes publicadas, se le ha visto relajado y sonriente, disfrutando de la compañía de su círculo íntimo.
El entorno personal y familiar
El papel de la familia y los amigos ha sido fundamental en este periodo de descanso. Alcaraz ha estado acompañado por su hermano mayor, Álvaro, y por amigos de toda la vida. El propio tenista ha subrayado la importancia de su círculo más íntimo en su bienestar y rendimiento: “Sin ellos no serían posibles los buenos momentos que paso fuera de la pista ni el nivel que muestro dentro de ella”, confesó en una ocasión. La familia Alcaraz, muy vinculada al tenis desde generaciones anteriores, ha sido un apoyo constante en la carrera del deportista.
De cara a la nueva temporada, el murciano ha mostrado la importancia de desconectar y recargar energías. El tenista ha afirmado en rueda de prensa y en su documental en Netflix que necesita salir con sus amigos y despejarse para rendir al máximo en la pista.
Esta visión, tal y como se ve en el documental del tenista, le ha generado desacuerdos públicos con su entrenador, el extenista Juan Carlos Ferrero, que no ve convenientes las salidas previas a los torneos. Pero para Alcaraz, regresar a su núcleo familiar y disfrutar de su entorno habitual supone una “inyección de energía” y una “cura de humildad” que considera beneficiosa para su psicología y su rendimiento deportivo, por lo que ambos han tenido que amoldarse para encontrar la fórmula adecuada que combine disciplina y ocio.
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