Los ganaderos cifran en 24 millones las pérdidas semanales del sector porcino español por la peste porcina africana

El Govern ha creado una línea de ayudas y subvenciones de diez millones de euros, ampliable con otros diez millones, para mitigar el impacto económico de la enfermedad

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Imagen de archivo de una
Imagen de archivo de una piara de jabalíes (AdobeStock)

El brote de peste porcina africana, identificado a finales de noviembre en Cataluña, ha afectado hasta el momento a 13 jabalíes que se encontraban dentro de un radio de seis kilómetros. Según informó este domingo la administración catalana, la epidemia se encuentra controlada, pero los ganaderos lamentan las pérdidas económicas causadas por la enfermedad animal, cifrada en 24 millones de euros por semana en España, según el presidente de Asaja Cataluña, Pere Roqué.

Tras una reunión celebrada este martes entre los responsables del sector porcino y el Govern para abordar el estado del virus en el territorio, los ganaderos han felicitado a la administración catalana por la “rapidez de la actuación” y por haber contenido el foco en la zona de Collserola (Barcelona), donde por el momento no ha aumentado el número de jabalíes muertos por peste porcina en un radio de seis kilómetros.

El responsable del sector porcino de Unió de Pagesos, Rossend Saltiveri, junto con Roqué, han calculado la pérdida millonaria para los ganaderos tras que la lonja considerada de referencia estatal en el ámbito del mercado porcino, Mercolleida, ha bajado 20 céntimos el precio del kilo de cerdo, hasta los 1,10 euros, en respuesta de la peste porcina africana.

Como explicó Saltiveri, el precio del cerdo registró la semana pasada una corrección de diez céntimos y el pasado jueves volvió a bajar otros diez céntimos, lo que implica 20 céntimos por cerdo, “que traducido por el peso que tenemos por cerdo, de 120 kilos, son 24 euros de momento de bajada”. Además, ha detallado que si se tiene en cuenta a todo el sector porcino español, que sacrifica un millón de cerdos al año, “son 24 millones de euros en estos momentos de reducción semanal que tenemos por esta afección”.

El responsable del sector porcino de Unió de Pagesos, Rossend Saltiveri, que también es propietario de una granja de cerdos en Ivars d'Urgell (Lleida), y el presidente de Asaja Catalunya, Pere Roqué, han cifrado en 24 millones de euros las pérdidas semanales del sector porcino español por la peste porcina africana (PPA). (Europa Press)

Cazadores y animalistas enfrentados en Cataluña

En cuanto a las ayudas para el sector catalán, por el momento el Govern ha creado una línea de ayudas y subvenciones de diez millones de euros, ampliable con otros diez millones, para mitigar el impacto económico de la peste porcina africana. Además, han ampliado la línea de préstamos del Institut Català de Finances (ICF) destinada a empresas y entidades afectadas por emergencias climáticas, para incluir como posibles beneficiarios a afectados por el virus.

Desde el sector ganadero han celebrado estas ayudas por parte de la Generalitat, aunque han alertado que “harán falta más”. Además, el presidente de la asociación agraria de jóvenes agricultores Asaja ha subrayado que España es líder en bioseguridad en el sector porcino y ha defendido que “no podemos perder ni una granja por culpa de esta peste”. Roqué también ha reivindicado la necesidad de abordar el exceso de población cinegética, en concreto de jabalíes salvajes, “que está provocando un desastre de más de 24 millones a la semana”.

Sobre la contención se ha abierto un debate entre cazadores y animalistas. Desde la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC) apuestan por la acción directa mediante la caza. “La caza es parte de la solución, y además necesaria. Sin ella, el problema será cada vez más grande y proliferarán las enfermedades de la fauna silvestre y doméstica”, señalan. Por el contrario, la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA) defiende un enfoque preventivo y sistémico. “La caza comercial se centra en machos de trofeo, despreciando hembras y jabatos. Con este enfoque no se consigue control poblacional”, argumentan.