Así es el chalet de Lydia Lozano en el centro de Madrid: piscina privada, tres plantas y jardín

Lydia Lozano está pasando una etapa complicada tras el ingreso hospitalario de su marido, Charly. El productor musical lleva dos meses ingresado debido a una infección que agravó una operación de espalda, afectando a varios órganos vitales. Una situación de lo más complicada que la periodista está llevando como puede, apoyándose tanto en su familia como en sus amigos más cercanos. Consciente de que el asunto preocupa también a sus seguidores, este viernes se sienta en el plató de De Viernes, en el que además es colaboradora, para explicar con detalle la situación.

No es la primera vez que la comunicadora habla sobre el tema, pero hasta la fecha lo ha hecho a las puertas de su casa, donde sin duda echará de menos a su marido a cada minuto. La vivienda de la pareja está ubicada en uno de los barrios más deseados de la capital, en el distrito de Chamartín. Se trata de una vivienda unifamiliar de 236 metros cuadrados repartidos en tres plantas, con jardín y piscina privada. Un oasis en una de las zonas más exclusivas de la ciudad.

Está conocida en la Ciudad Jardín Madrileña Alfonso XIII, situada en el distrito de Chamartín, es una de esas zonas privilegiadas que combinan cercanía al centro con una tranquilidad casi de “pueblecito”. Sus calles, salpicadas de chalets históricos, conservan el espíritu de aquel barrio nacido como proyecto obrero en 1919, impulsado por la Cooperativa Obrera para la Adquisición de Casas bajo las ideas de Pablo Iglesias y Jaime Vera. Lo que entonces fue una iniciativa humilde es hoy una de las áreas residenciales más exclusivas —y caras— de toda la capital.

Un oasis urbano lleno de luz, encanto y la personalidad de Lydia

La propiedad, reformada de arriba abajo con la supervisión de Charly, que es arquitecto de profesión, mantiene la esencia de esas construcciones de principios del siglo XX que aún sobreviven en la capital. Lydia y su marido la convirtieron en un hogar con mucha personalidad, donde conviven el estilo bohemio de ella y el gusto arquitectónico de él.

Como en casi todas las casas, el corazón de esta es el salón, una estancia amplia y luminosa que conecta directamente con el jardín gracias a una gran puerta corredera de cristal. Tonos claros como blanco, beige y ocres llenan el espacio, combinados con detalles bohemios, muebles funcionales y muchos textiles suaves. Las plantas naturales están repartidas por toda la casa, aportando frescura y creando un ambiente relajado. A esto se suman recuerdos personales, piezas retro y elementos artesanales que convierten cada rincón en un reflejo de la colaboradora.

En las tres plantas se distribuyen dormitorios con techos altos y grandes ventanas, conservando la arquitectura original del edificio. Pero es el exterior el que más sorprende: un jardín de unos 30 metros cuadrados con una coqueta piscina, un porche cubierto y una cuidada vegetación que hacen del espacio un rincón perfecto para desconectar sin salir de Madrid. Allí pasa Lydia largas tardes con su perrita Bali, una habitual en sus redes sociales.

La casa, que podría rondar los 800.000 euros según el mercado actual, se encuentra en uno de los distritos más cotizados de la ciudad. Chamartín destaca por su tranquilidad, su comodidad y su cercanía al centro, con barrios tan exclusivos como El Viso o Nueva España. Sus zonas verdes, su oferta cultural y su excelente comunicación hacen que inmuebles como el de la periodista se conviertan en auténticas joyas inmobiliarias, con un precio por metro cuadrado que puede superar los 6.000 euros.