El error al repostar que puede provocar costes añadidos a los conductores

Algunas prácticas comunes en las gasolineras se acaban convirtiendo en posibles fallos que dañan el vehículo o que afectan al bolsillo

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Imagen de un conductor repostando.
Imagen de un conductor repostando. (Foto: iStock)

Sin combustible no hay coches. Por ello, su precio es un valor esencial para todos los conductores, así que cualquier persona al volante siempre busca trucos para ahorrar algo de dinero.

Y es que, pese al incremento de coches eléctricos en las carreteras, la mayoría de conductores en España siguen confiando en los motores de gasolina y diésel. Esto convierte a las gasolineras en una rutina casi diaria para millones de personas. Sin embargo, un mal uso de los surtidores y su manguera puede causar errores que terminan siendo costosos.

Uno de los fallos más habituales ocurre con el depósito ya lleno. El propio surtidor cuenta con un mecanismo que detiene el flujo de combustible una vez se llega al máximo, gracias a una válvula de seguridad que evita el rebose. Pese a ello, muchos conductores insisten en apretar la maneta con la intención de aprovechar más espacio. Sin embargo, los efectos de esto suelen ser negativos.

El gesto de forzar la manguera, por norma general, es inútil, ya que, gracias a los mecanismos del surtidor y del propio coche, resulta casi imposible obtener más cantidad de combustible. A su vez, esto puede generar dos problemas graves. El primero afecta directamente al bolsillo, y el otro puede perjudicar el rendimiento del vehículo.

En el primer caso, el carburante que se intenta introducir no llega al depósito, ya que el propio sistema lo desvía a un conducto de desagüe, por lo que el contador sigue sumando dinero mientras el coche no recibe ni una gota más. Esto quiere decir que se paga por un combustible que nunca se utilizará. Incluso habrá un momento en el que la gasolina acabará en el suelo, bien por el respiradero de los vapores o por la propia boca del depósito.

Daños en el filtro de carbón

El segundo problema está relacionado con el apartado mecánico. Al insistir en llenar el depósito, se incrementa la presión y se liberan vapores que pueden dañar el filtro de carbón activado, un componente presente en la mayoría de vehículos modernos.

Este filtro se encarga de controlar las emisiones y evitar que los gases acumulados afecten al funcionamiento del motor. Si se deteriora, el coche no solo emitirá más contaminantes, sino que también podría presentar fallos en su rendimiento.

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Por otra parte, el exceso de combustible puede provocar salpicaduras sobre la carrocería del vehículo. Si no se limpia al instante, la pintura podría llegar a deteriorarse, generando otro gasto adicional en reparaciones de estética.

Otros consejos válidos para ahorrar dinero en combustible pasan por seleccionar gasolineras low-cost o elegir con cuidado el momento en el que repostar. Los lunes y las primeras horas de la mañana suelen ser los mejores espacios para llenar el depósito, ya que los precios están más bajos. A su vez, aprovechar los descuentos y programas de fidelización es un gran recurso.

Para evitar posibles riesgos, los expertos recomiendan respetar la señal del surtidor cuando indica que el depósito está lleno. En definitiva, repostar correctamente no es solo cuestión de ahorrar tiempo, sino de proteger el vehículo y el bolsillo.