Un estudio revela que los gatos maúllan más fuerte a los hombres que a las mujeres

Sus saludos cumplen funciones importantes, ya que facilitan la comunicación, refuerzan los vínculos afectivos y disminuyen posibles tensiones

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Un estudio revela que los
Un estudio revela que los gatos maúllan más fuerte a los hombres que a las mujeres (Pexels)

Los gatos domésticos presentan comportamientos sociales complejos en su relación con los humanos. Un estudio reciente publicado en la revista Ethology analizó cómo varía la forma en la que los gatos saludan a sus cuidadores según el sexo de la persona. La investigación, liderada por Yasemin Salgırlı Demirbaş junto a un equipo internacional, observó que los michis vocalizan con mayor frecuencia cuando son los cuidadores masculinos quienes ingresan al hogar. Esta diferencia sugiere que factores de comunicación y elementos culturales pueden influir en las interacciones entre gatos y personas.

El saludo es un comportamiento clave en muchas especies. Aunque los antepasados de estos felinos eran solitarios, la domesticación ha favorecido el desarrollo de conductas sociales flexibles entre los gatos, especialmente en ambientes donde hay recursos disponibles y las interacciones con humanos son habituales. Estos saludos cumplen funciones importantes, ya que facilitan la comunicación, refuerzan los vínculos afectivos y disminuyen posibles tensiones.

Dentro del repertorio de saludos, estos felinos usan señales corporales para llamar tu atención, como la cola erguida, el frotamiento, los estiramientos y la exposición del vientre. Aunque los que más se suelen tener en cuenta son aquellos que vocalizan como los maullidos, trinos y ronroneos. Según afirman los investigadores, su expresión realmente depende del contexto de socialización del animal, en la que la edad, sexo son determinantes, al igual que el sexo del cuidador.

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Un estudio revela que los gatos maúllan más fuerte a los hombres que a las mujeres (Pexels)

22 comportamientos diferentes para llamar su atención

A diferencia de investigaciones previas basadas en encuestas, este estudio se propuso observar directamente el comportamiento de saludo de los gatos en su entorno natural. Se reclutaron 40 cuidadores adultos de gatos en Turquía, de los cuales 31 cumplieron con los criterios de inclusión. El objetivo era que cada uno grabase la interacción con su gato durante los primeros minutos de su llegada a casa. La norma establecía que debían hacerlo con cámaras montadas en el pecho para captar la espontaneidad del saludo.

Al analizar todas las muestras, se pudo comprobar hasta 22 comportamientos diferentes, tanto en frecuencia como en duración, durante los primeros 100 segundos de cada encuentro. Entre las conductas evaluadas se incluyeron acercamientos, frotamientos, vocalizaciones, posturas de cola, estiramientos, y comportamientos de desplazamiento como bostezos o autolamidos.

El hallazgo más destacado llegó cuando los gatos vocalizaban con mayor frenetismo cuando veían a sus cuidadores masculinos. Los autores del estudio sugieren que esto puede deberse a que los hombres, por norma general, tienden a interactuar menos verbalmente con las mascotas. O por lo menos tienden a ser menos receptivos a las señales sutiles. Esto provoca que los felinos no tengan más opción que utilizar su voz para captar su atención.

¿Qué piensa tu gato cuando le hablas?

Dos tipos de conducta

El análisis de la conducta de estos michis revelaron dos grandes patrones de comportamiento: no afiliativo, que agrupa conductas sociales como la cola erguida, el acercamiento y el frotamiento al cuidador; y otro de desplazamiento, que incluye bostezos, sacudidas y auto-lamidos, comportamientos que suelen aparecer en situaciones de leve estrés o incertidumbre. Curiosamente, las conductas relacionadas con la comida, como visitar el comedero, no se asociaron con los saludos sociales, lo que sugiere que el saludo felino responde más a la necesidad de interacción social que a la búsqueda de alimento.

A pesar de estos descubrimientos, los autores reconocen que el tamaño de la muestra y la localización geográfica limitan la generalización de los resultados. Además, no se controló el tiempo exacto de ausencia del cuidador ni el nivel de hambre de los gatos, factores que podrían influir en la intensidad del saludo. Sin embargo, el estudio sienta un precedente importante al utilizar observación directa y análisis sistemático de video, abriendo la puerta a investigaciones futuras con muestras más amplias.