¿Sumar o Junts? Los guiños de Pedro Sánchez a los catalanes amenazan la mayoría del Gobierno

Sectores de Sumar, Podemos y ERC critican que el líder socialista esté dispuesto a comprar una agenda “antivivienda” y advierten que se posicionarán en contra

Guardar

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trata de reconciliarse con Junts para reconstruir una mayoría parlamentaria que está situación de K.O técnico. Sus socios valoran positivamente este último movimiento. Al fin y al cabo, es lo necesario si se pretende agotar la legislatura, especialmente cuando el Partido Popular, en medio de esta parálisis legislativa, ha pasado a la ofensiva para pedir a la formación independentista que apoye una moción de censura. No obstante, algunos sectores de la izquierda ya han avisado: esta excusa no servirá para que se conviertan las conversaciones en un cheque en blanco.

Tal y como avanzó Sánchez a primera hora de la mañana, el Consejo de Ministros aprobó ese mismo martes un decreto ley que incorporaba algunos de los puntos que viene exigiendo Junts. Entre ellos, “facilitar y flexibilizar” las inversiones de los entes locales y ayuntamientos y la digitalización de las facturas de las empresas. Una “lista de cumplimientos” que, pretende, puedan sentar las bases en un futuro próximo para “reiniciar ese diálogo”.

Desde Moncloa insisten en esa idea, en que todavía “ese diálogo está roto”. Pero la puesta en escena de Sánchez en ambas entrevistas, donde repitió que asumía “retrasos” e “incumplimientos”, parecía estar hecho a medida para satisfacer a Junts. En resumen: esos primeros contactos ya han sucedido.

La portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Barbero, ha reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el Estado adquiera 25.000 viviendas que ponen a la venta fondos de inversión, por debajo del precio de mercado, con el objetivo de aumentar el parque público bajo la modalidad de alquiler asequible. (Fuente: Congreso)

Algunas de las consignas de Sánchez ya han puesto en alerta a Comuns, partido integrado en la coalición Sumar, quienes reconocieron un cierto malestar por el peligro de que Sánchez esté dispuesto a aceptar ciertos postulados “antisociales” que exige la patronal catalana. El secretario primero de Sumar, Gerardo Pisarello, apuntó sobre todo a medidas en materia de vivienda, entre ellas, las ayudas a los grandes propietarios ante los impagos en caso de arrendamiento a jóvenes o a familias vulnerables", otra de las peticiones del partido de Carles Puigdemont.

“En nuestra opinión, cumplir con Junts en la ley de amnistía y la defensa de la lengua no es un problema. Pero nos preocupa que, con la excusa de recuperar los puentes con Junts, se asuman las exigencias antisociales de la patronal. Cada vez que el PSOE intenta hacer un tipo de guiño, pone en peligro la mayoría por el otro lado, por la mayoría progresista”, sentenciaron los comunes.

También en vivienda, Sánchez ha enfado a sus socios por comprometerse a sacar adelante la ley antiokupación para desalojar ‘okupas’ en 48 horas, cuya tramitación fue aprobada hace un año por el PSOE y es una cuestión que genera consenso en el bloque de la derecha (su tramitación fue apoyada por PP, Vox y PNV).

El PSOE, al sentido contrario de sus socios

Sin ir más lejos, Sumar presentó hace apenas dos meses un paquete de medidas que todavía no han llegado a puerto, principalmente porque los socialistas no se han sentado todavía a negociar. Dentro de ese paquete figura la compra del Gobierno de 25.000 viviendas que fondos de inversión actualmente ponen a la venta, muchas por debajo del valor de mercado.

La semana pasada, el mismo día en el que se produjo la encarcelación del exministro José Luis Ábalos, la formación rosa mostró su enfado ante la abstención de los socialistas en la votación para llevar a cabo la prórroga de 30.000 alquileres que finalizan el 31 de diciembre, una de las medidas clave para Sumar. “Cada vez que el PSOE intenta hacer un guiño nos parece que podría poner el peligro la mayoría por el otro lado, por la mayoría progresista”, lamentan desde Sumar.

Más allá de las medidas de vivienda, preocupan otros comprosisos como la ley para atajar la multirreincidencia, impulsada por Junts y que pretende endurecer las penas para quienes sean reincidentes. Sánchez se ha comprometido a desatascar la tramitación de la proposición de ley, cuya tramitación fue aprobada hace más de un año, pero la norma no convence a Podemos ni sectores de Sumar, que la tachan de “racista”.

Son concesiones “peligrosas”

Fuera de la coalición, los socios de investidura tampoco se fían de estos movimientos. “Mi opinión es que las concesiones que se están haciendo a Junts son muy peligrosas para este país en materia de multirreincidencia. Escuchaba al presidente también hablar de esa ponencia sobre ocupación […] Me parece que comprar la agenda ultra racista, la agenda antiderecho a la vivienda que quiere imponer Junts es un error", afirmó desde el Congreso la líder de Podemos, Ione Belarra.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, también llegó a calificarlo de “error” las “buenas palabras” del presidente del Gobierno, y ha recordado que el partido liderado por Puigdemont rompió con el PSOE por “intereses ideológicos”. “Junts no rompe con el PSOE por incumplimientos, Junts rompe con el PSOE por intereses empresariales e ideológicos. Y eso no lo va a cambiar ni leyes ni buenas palabras. He aquí el error de Sánchez”, expresó.