Europa prepara un plan de reciclaje y almacenamiento de materias primas críticas para reducir su dependencia de China

La UE ha fijado para 2030 los objetivos de extraer el 10% de estos recursos consumidos por la UE, procesar el 40% y reciclar el 25% para fortalecer su autonomía

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Imagen de archivo de la
Imagen de archivo de la actividad minera en la provincia de Sichuan, en el oeste de China. (EFE)

La Comisión Europea ha presentado el RESourceEU Action Plan, una hoja de ruta que busca transformar la estrategia de la Unión Europea (UE) respecto a materias primas críticas para adaptarse a un escenario global marcado por la competencia geopolítica y la urgencia de reducir dependencias externas. El plan, presentado este miércoles, responde a la creciente preocupación por la seguridad económica y la resiliencia industrial de la UE, especialmente ante la hegemonía de China en la cadena de suministro de estos recursos esenciales.

El núcleo de la iniciativa reside en acelerar la implementación de la Estrategia de Materias Primas Críticas de la UE, para disminuir la vulnerabilidad frente a interrupciones en el suministro y fortalecer la autonomía estratégica del bloque. La Comisión subraya que, aunque en 2024 se aprobaron medidas ambiciosas a través del Critical Raw Materials Act (CRMA), la velocidad de ejecución debe incrementarse para cumplir los objetivos fijados para 2030: extraer el 10%, procesar el 40% y reciclar el 25% de los recursos consumidos por la UE, además de evitar que más del 65% de la demanda de cualquier material provenga de un solo país.

Según advierten desde la Comisión, la dependencia europea en esta materia -especialmente de China- se ha convertido en un riesgo tangible para sectores clave como la energía limpia, la transición digital, la defensa, la industria aeroespacial y la seguridad alimentaria. Además, China ha consolidado su dominio en todas las etapas de la cadena de valor, desde la extracción hasta la fabricación de imanes permanentes, utilizando políticas de economía no de mercado, subsidios, prácticas de precios depredadores y control de cadenas de valor en terceros países.

No solo el control de la cadena de valor por parte de China supone un riesgo para la UE. En los últimos tres años, el gigante asiático ha impuesto controles a la exportación de materiales como grafito, galio, tungsteno, bismuto, germanio y tierras raras, así como de productos finales y equipos relacionados, lo que ha generado bloqueos administrativos y retrasos en los envíos para la industria europea.

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Colaborar con terceros países, menos China

El plan propuesto por la Unión Europea combina políticas públicas, movilización de inversiones privadas y cooperación internacional. Entre las medidas más destacadas figura la creación, en 2026, del Centro Europeo de Materias Primas Críticas, con el objetivo de asegurar el acceso a materias primas críticas para la industria europea, desarrollando inteligencia sistémica sobre la cadena de valor y gestionando inversiones, almacenamiento estratégico y compras conjuntas.

Además de crear esta entidad, la Comisión ya ha aprobado 60 Proyectos Estratégicos bajo el CRMA, 13 de ellos desarrollados en terceros países. Se espera que gracias a ellos se pueda reducir la dependencia respecto a un solo país de origen entre un 30% y un 50% para 2029 en las cadenas de valor de baterías, tierras raras y materiales para defensa. Para alcanzar la capacidad de producción necesaria, se estima que será preciso movilizar 2.150 millones de euros en inversiones, una meta que requiere intervención pública para reducir riesgos y atraer capital privado.

El reciclaje y almacenamiento como puntos centrales

El reciclaje y la circularidad ocupan un lugar central en la estrategia. Actualmente, la tasa media de recogida de productos al final de su vida útil en la UE es del 40%, y menos del 1% de las tierras raras se reciclan. El plan contempla restricciones a la exportación de chatarra y residuos de imanes permanentes, así como la clasificación de las baterías de ion-litio y la “black mass” (material resultante del reciclaje de baterías) como residuos peligrosos a partir de septiembre de 2026, lo que prohibirá su exportación a países no miembros de la OCDE.

Con esta medida de reciclaje de baterías, el Centro Común de Investigación estima que “la Unión Europea podría tratar entre el 50% y el 65% de la black mass que produce, lo que permitiría fabricar hasta un millón de nuevos paquetes de baterías para vehículos eléctricos al año”, reduciendo así su dependencia de terceros países.

Una mina de tierras raras
Una mina de tierras raras en el distrito minero de Baiyunebo, Baotou, en la Región Autónoma de Mongolia en el norte de China, el 6 de julio del 2010. (AP foto)

Para incentivar el reciclaje, la Comisión propone modificar el CRMA para exigir la declaración del contenido reciclado procedente de residuos pre y postconsumo en imanes permanentes y establecer cuotas mínimas de materiales recuperados en productos nuevos. Además, se prevén medidas para mejorar la recuperación de materias primas críticas de residuos electrónicos y vehículos al final de su vida útil.

El almacenamiento estratégico de materias primas críticas es otro pilar del plan. En julio de 2025, la UE adoptó una estrategia de almacenamiento para mejorar la interoperabilidad y coordinación entre sistemas nacionales y comunitarios. Un proyecto piloto de almacenamiento, que será operativo a principios de 2026, abordará aspectos logísticos y financieros, y posteriormente será integrado en las actividades del Centro Europeo de Materias Primas Críticas.

La Comisión advierte, no obstante, de que esta responsabilidad recaerá también sobre las empresas, a las que insta a tener unas reservas mínimas suficientes para que no se repitan situaciones como la de octubre, cuando algunas informaron de que apenas tenían “stock” para dos semanas si dejaban de llegar suministros chinos.