El error de protocolo que hizo llorar a la reina Sofía en su boda con Juan Carlos: “Cuando se dio cuenta, no pudo contener las lágrimas”

En sus memorias, el emérito recuerda el olvido por el que su esposa rompió en llanto, un lapsus que décadas después repetiría la infanta Elena en su enlace con Jaime de Marichalar

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Sofía de Grecia y Juan
Sofía de Grecia y Juan Carlos de Borbón, el día de su boda. (Shutterstock)

La publicación en España de las memorias del rey Juan Carlos, Reconciliación, ha sacado a la luz nuevos detalles del relato que el emérito hace en este libro. Entre los episodios destacados de su vida que rememora en la obra, el padre de Felipe VI narra su boda con la reina Sofía, un evento que reunió a la realeza europea y del que destapa una anécdota hasta ahora desconocida.

El enlace entre los entonces príncipes se celebró en Atenas y contó con dos ceremonias religiosas y tres días consecutivos de festejos multitudinarios, con la asistencia de representantes de las principales casas reales europeas.

Entre los invitados, Juan Carlos destaca la presencia de la reina de los Países Bajos, el rey de Noruega, la reina de Dinamarca, el rey Miguel de Rumanía, los príncipes de Liechtenstein, el gran duque de Luxemburgo, el príncipe Felipe de Edimburgo, lord Mountbatten, así como Rainiero de Mónaco y su esposa Grace Kelly, a quien el emérito describe como una figura de “belleza y elegancia”. “Era la primera vez que se reunían tantos reyes y príncipes desde la boda de la futura Isabel II de Inglaterra en 1947”, afirma en sus memorias.

Así fue la boda de Juan Carlos y Sofía

Como plasma el exmonarca en Reconciliación, su enlace incluyó dos ceremonias religiosas. El príncipe se casó con el uniforme de teniente de infantería, mientras que la novia llevó un vestido confeccionado por el diseñador francés de origen griego Jean Dessès.

Sofía llegó a la ceremonia católica acompañada de su padre en un carruaje tirado por seis caballos blancos y escoltada por su hermano. La catedral católica de San Dionisio Aeropagita estuvo decorada con los colores de la bandera española, predominando los claveles rojos y amarillos.

Entre las damas de honor se encontraban la hermana de la novia, Irene de Grecia; Pilar, hermana mayor de Juan Carlos; Alejandra de Kent; Ana de Orleans; Benedicta y Ana María de Dinamarca; Irene de los Países Bajos y Tatiana Radziwill.

Fue durante uno de los momentos clave del enlace, el intercambio de votos, cuando Sofía, presa de los nervios, se saltó un detalle importante. Los novios pronunciaron los votos en sus respectivos idiomas, pero la princesa griega olvidó “pedir el consentimiento protocolario a su padre” previamente, tal y como rememora Juan Carlos I. “Cuando Sofi se dio cuenta, (…) no pudo contener las lágrimas. Le presté mi pañuelo para que se las secara”, revela el emérito.

Además, Juan Carlos recuerda que ese tropiezo protocolario se volvería a repetir décadas después en la boda de su primogénita. “Mi hija mayor, Elena, cometió el mismo desliz el día de su boda con Jaime de Marichalar en la catedral de Sevilla. ¡La historia se repite!”, bromea en Reconciliación.

Finalmente, el emérito dedica unas palabras de reconocimiento y afecto a la reina Sofía: “Sofi ha sido desde ese día no solo una gran reina, sino también una compañera incomparable y una madre muy entregada. Es una mujer admirable y leal con la que tengo una enorme deuda”, sentencia.