Un albañil ganó 120 millones de euros en la lotería y esta fue su inversión: “Sabía dónde quería ayudar”

Steve Thomson puso en orden sus asuntos personales, y destinó parte del premio a rehabilitar un centro para el desarrollo de jóvenes con discapacidad

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Steve y su esposa recibiendo
Steve y su esposa recibiendo el premio de lotería (Facebook / The Mirror)

Por norma general, los ganadores de sorteos de azar que más salen en los medios son aquellos que no han sabido tomar las decisiones adecuadas. Hay una gran cantidad de historias de ganadores que no han sabido gestionar bien sus ganancias y que, con el tiempo han quedado en peor situación económica de la que estaban.

Sin embargo, no siempre se dan estas historias de propiedades lujosas, coches y fracaso. Existen también casos de éxito de personas que han sabido manejar bien su premio e incluso han destinado gran parte a iniciativas solidarias. Esto es lo que hizo Steve Thomson, un albañil británico que ganó un bote de 123 millones de euros en 2019. De esa suma de dinero, guardó parte para ayudar a muchas personas.

En una entrevista reciente con el diario Mirror, Thomson detalló cómo compró un edificio abandonado para darle una nueva vida, convirtiéndolo en la sede de una organización benéfica en apoyo de los jóvenes y adultos con discapacidad. Su acto tiene un precedente que explica esa sensibilidad para los demás que aprendió desde pequeño: “La hermana de mi padre tenía escoliosis lumbar severa, así que me criaron para respetar a las personas con discapacidad y para intentar ayudar en lo que pudiera”.

La importancia de su padre

Peter, su padre, fue determinante en este aspecto, ya que durante un tiempo ayudaba a nadar a niños con discapacidad. Steve se sumó con el tiempo: “Yo era un buen nadador, así que iba a ayudar, y esto duró un par de años. La bondad de mi padre sembró la semilla de lo que hago ahora”.

Es por ello que cuando obtuvo el premio, ya tenía una idea clara de lo que haría con parte de ese botín. “Sabía exactamente dónde quería ayudar. Algunos amigos tienen hijos e hijas con autismo y otras dificultades de aprendizaje, y no había nada en la zona donde pudieran reunirse de forma segura, aprender habilidades y hacer amigos”, asegura al Mirror.

Steve junto a uno de
Steve junto a uno de los jóvenes que asiste a su centro (Facebook / The Mirror)

“En cuanto cumplen 18 años, se olvidan por completo de ellos, a menos que tengan la suerte de conseguir una plaza financiada en la universidad. Aun así, los padres quedan totalmente aislados y, a menudo, tienen que dejar sus trabajos para mantener a sus hijos. Es una verdadera lucha y es desgarrador escuchar sus historias”, lamenta. Pero gracias a su gesto de bondad, estas dificultades se van a terminar para decenas de jóvenes que se encuentran en esta situación.

El centro, fundado por la organización Together Our Community (TOC), ayuda a los jóvenes a aprender a cocinar y a desarrollar diferentes habilidades en el mundo de la hostelería. Ubicado en Chichester, West Sussex, cuenta con tres plantas, una sala de entrenamiento, una sala sensorial, un aula diáfana, una cocina de formación y una cafetería.

Orgullo familiar

Durante el confinamiento se dio cuenta realmente del problema y su magnitud. “Al principio, ayudé con una pequeña ayuda, comprando un minibús de segunda mano para llevar a los jóvenes a realizar prácticas en empresas locales, realizar voluntariados y disfrutar de excursiones de un día. Pero pronto se hizo evidente que se necesitaba realmente un centro permanente. Un lugar donde ayudar a otros jóvenes de entre 18 y 35 años, y fue entonces cuando empecé a buscar y comprar un edificio para ellos”, señala el millonario.

Este es el dinero que se queda Hacienda de los décimos de la Lotería del Niño.

Toda su familia está orgullosa de Steve. Incluso los vecinos y amigos que visitarán el centro como señal de apoyo. “Voy a invitar a papá, que ya tiene 76 años, porque sé que él también estará encantado de que haya hecho algo para marcar la diferencia”, concluye muy emocionado.