Lunes clave para la conexión Madrid-Caracas: incertidumbre sobre la reapertura de vuelos y el veto de Venezuela a Iberia

Tras más de una semana de cancelaciones y unos 6.000 afectados, Iberia, Air Europa y Plus Ultra deberán decidir si retoman sus rutas mientras el veto venezolano complica la conectividad entre ambos países

Guardar
Aviones de Iberia y Air
Aviones de Iberia y Air Europa en el aeropuerto Adolfo Suárez Barajas en Madrid, España. 15 de diciembre de 2020. (REUTERS/Susana Vera)

Este lunes, 1 de diciembre, está previsto que los viajeros entre España y Venezuela conozcan si se reanudarán o no las conexiones entre ambos países. Este día, Iberia, Air Europa y Plus Ultra deberán decidir si vuelven a operar sus rutas con Caracas, tras más de una semana de cancelaciones y tensiones diplomáticas que han dejado en tierra a miles de pasajeros. Sin embargo, no todo depende de las aerolíneas, ya que el veto que Venezuela impuso sobre Iberia y otras compañías internacionales complica aún más la recuperación de la conectividad y de la normalidad en las operaciones.

Hasta ahora, se estima que unas 6.000 personas que tenían previsto volar entre Madrid y Caracas se han visto afectadas por la oleada de cancelaciones de los últimos días. Plus Ultra, que opera tres vuelos semanales, comunicó que alrededor de 2.400 pasajeros se han visto perjudicados por la suspensión de las rutas. Iberia, con cinco frecuencias a la semana, estima que la cifra puede alcanzar los 3.000. Air Europa, que también cuenta con cinco conexiones semanales, no ha facilitado una cifra concreta, aunque sí señaló a EFE que ha ofrecido a los viajeros distintas alternativas.

Fuera de nuestras fronteras, el panorama es también preocupante. El pasado sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el espacio aéreo de Venezuela debe considerarse “cerrado en su totalidad”. A través de su cuenta en la red social Truth, se dirigió “a todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas”, pidiéndoles “que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad”. Aun así, el régimen venezolano pretende diversificar sus conexiones internacionales y aumentar los vuelos con otros países, como por ejemplo Rusia.

La alerta de EEUU desató la cadena de suspensiones

La crisis aérea internacional con el país latinoamericano comenzó en el momento en que la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos publicó un aviso instando a “extremar la precaución” al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe. Según la autoridad estadounidense, la situación en la región era “potencialmente peligrosa” para las aeronaves a todas las altitudes, debido al incremento de la actividad militar y al deterioro de la seguridad. La alerta coincidió con la entrada del portaaviones USS Gerald R. Ford en aguas del Caribe, aumentando la tensión en la zona.

Apenas un día después del aviso, Iberia fue la primera en anunciar la suspensión de sus cinco vuelos semanales entre Madrid y Caracas, decisión que también adoptaron la portuguesa TAP, la brasileña Gol y la colombiana Avianca. La medida se justificó por motivos de seguridad y por la recomendación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) española, que también desaconsejaba operar por la zona.

Plus Ultra, que opera tres
Plus Ultra, que opera tres vuelos semanales, comunicó que alrededor de 2.400 pasajeros se han visto perjudicados por la suspensión de las rutas. (Europa Press)

Tras la suspensión de los vuelos, el 24 de noviembre, el gobierno de Venezuela dio un ultimátum de 48 horas a las aerolíneas para volver a operar, advirtiéndolas de que cancelarían los permisos de las compañías que no reanudaran las conexiones. Ese mismo día, Air Europa y Plus Ultra pospusieron sus vuelos programados para el día siguiente, mientras que Iberia decidió mantener la suspensión hasta, al menos, el 1 de diciembre.

Revocación de permisos y pulso político con las aerolíneas

Y, cuando el plazo impuesto por Caracas venció, Venezuela cumplió con la amenaza y anunció la revocación de las concesiones a varias aerolíneas, Iberia entre ellas. La decisión fue justificada por el Ejecutivo venezolano como una respuesta a la “suma a las acciones de terrorismo” promovidas por Estados Unidos, al suspender unilateralmente los vuelos hacia y desde el país. Este movimiento redujo aún más la conectividad con Venezuela, dejando a los operadores españoles y a otros internacionales con escasas opciones de retorno o salida desde Caracas.

El ministro de Interior del país, Diosdado Cabello, defendió el control soberano del espacio aéreo y subrayó que Venezuela “decide quién vuela y quién no”. Durante una intervención televisiva, Cabello afirmó que Caracas “se queda con su dignidad” frente a la actitud de las aerolíneas internacionales. Por su parte, la vicepresidenta Delcy Rodríguez criticó la presencia militar estadounidense en la región y señaló que “el camino no es amenazar militarmente” a Venezuela.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que esté "a la altura" de España en la defensa de la democracia en Venezuela, a la vez que ha aseverado que "no se puede aguantar tanta traición" pues, a su juicio, el Ejecutivo de Sánchez tiene "que decidir": "O se está con la libertad o con la dictadura", ha dicho.

Iberia volverá a volar cuando se den las condiciones de seguridad necesarias

Pero, a pesar del veto, Iberia ha mantenido su intención de retomar las operaciones tan pronto como se den las condiciones necesarias de seguridad para los pasajeros y la tripulación. Según la compañía, su prioridad es garantizar la protección de quienes viajan y la de su personal, respetando además las recomendaciones de AESA, que mantiene cautela hasta este lunes, 1 de diciembre. La compañía explicó que la protección de los pasajeros es su máxima prioridad.

El Gobierno español, por su parte, interpreta la cancelación de vuelos como una supuesta muestra de alineamiento con Washington, que ha incrementado la tensión en el Caribe mediante un despliegue militar en las proximidades del litoral venezolano.

Toda esta situación ha generado preocupación en el sector turístico y entre los operadores logísticos, ya que la suspensión prolongada de vuelos podría impactar tanto en el flujo de viajeros como en la economía vinculada al transporte aéreo y al turismo. En España, la incertidumbre sobre la reapertura de las rutas hacia Caracas mantiene a agentes de viajes, empresas de transporte y usuarios en expectativa, a la espera de que las aerolíneas anuncien su decisión.

*Con información de EFE