Los beneficios de poner una cuchara de madera en cada ciclo del lavavajillas

Al colocar una cuchara de madera entre la puerta del lavavajillas y la junta al terminar el ciclo, los platos se secan más rápido de forma natural, sin dejar la puerta completamente abierta ni exponer la vajilla al polvo

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Más allá del secado, se
Más allá del secado, se trata de un método que tiene otros efectos muy valorados. (Composición fotográfica/Canva)

Es fácil encontrar consejos y trucos en Internet: algunos son divertidos, otros curiosos, y esos que tan solo probamos “por si acaso” y terminan convirtiéndose en hábito. Un ejemplo sorprendente es este método: colocar una cuchara de madera dentro del lavavajillas después de cada ciclo.

No es cuestión de estética, y tampoco de superstición. Quienes lo han intentado aseguran que ayuda a mejorar la eficacia del lavado, disminuye los malos olores… e incluso reduce la humedad que queda al finalizar. A primera vista, la idea parece absurda.

Sin embargo, el truco va ganando terreno entre los entusiastas de la limpieza, que buscan soluciones sencillas, naturales, pero, sobre todo, efectivas. De hecho, varios especialistas en cuidado del hogar están empezando a respaldar esta práctica. ¿Pero qué es lo que hace un utensilio de madera en un electrodoméstico diseñado para evitarlo?

Una cuchara, muchas soluciones

Independientemente de las veces por día que se usa, el lavavajillas nunca está exento de pequeños inconvenientes: vajilla mal secada, olor a humedad, cubiertos pegajosos a pesar de lavarse a 65 °C. E incluso con una pastilla de última generación, algunas zonas permanecen calientes, húmedas o incluso mal aclaradas.

Estos problemas se deben a que el aparato funciona con chorros y vapor, pero el secado depende en gran medida de la circulación del aire al final del ciclo. Si este flujo de aire se obstruye, las gotas permanecen y la humedad se estanca. Aquí es precisamente donde entra en juego la cuchara de madera.

Una experta en limpieza revela el mejor truco para que tus platos queden perfectos al usar el lavavajillas.

Al deslizar una cuchara de madera limpia entre la puerta del lavavajillas y la junta inmediatamente después del ciclo, se crea una pequeña abertura. Esto permite que el aire circule libremente, sin dejar la puerta abierta de par en par ni exponer los platos al polvo. ¿El resultado? Un secado más rápido y natural, y mucho más eficaz para vasos y plásticos.

Esta técnica es bien conocida por los usuarios de lavavajillas sin ventilador integrado, pero funciona igual de bien en los modelos más nuevos. La madera actúa como una cuña discreta y no abrasiva, impidiendo el sellado hermético sin afectar la máquina.

¿Por qué una cuchara de madera?

No es casualidad que este truco se base específicamente en una cuchara de madera. A diferencia del plástico o el metal, la madera:

  • No rayará los bordes ni el sello de la puerta.
  • No conduce el calor, por lo que no corre riesgo de deformarse por el vapor residual.
  • Absorbe ligeramente la humedad, lo que limita las pequeñas gotas estancadas al abrir.
  • Se ajusta de forma natural sin forzar, gracias a su forma ergonómica.

Otros beneficios de este truco

Más allá del secado, se trata de un método que tiene otros efectos muy valorados:

  • Los malos olores se reducen significativamente, porque el aire no queda confinado en el interior después del lavado;
  • Las cestas de plástico se secan más rápido y ya no retienen agua estancada debajo de los cuencos o platos;
  • La formación de moho o película de limo alrededor del sello se reduce considerablemente, ya que la humedad se evacua mejor entre ciclos.

Es por eso que muchos técnicos de mantenimiento recomiendan ahora ventilar sistemáticamente el lavavajillas después de su uso, y la cuchara de madera es la forma más práctica de hacerlo sin pensarlo.

Precauciones a tener en cuenta

Para que el método sea realmente efectivo, se deben seguir algunas reglas sencillas:

  • Nunca se debe utilizar una cuchara de madera húmeda o sucia, para evitar el crecimiento de bacterias en un ambiente cálido y cerrado.
  • Es importante elegir madera cruda, sin barniz ni pintura, para evitar dejar residuos químicos en la lechada o la vajilla.
  • La cuchara una vez finalizado el ciclo, nunca antes ni durante, ya que esto impediría el cierre y comprometería el correcto funcionamiento.

Lo que hace que este método sea aún más atractivo es que funciona incluso si no se vacían los platos inmediatamente. Al colocar la cuchara en el lavavajillas al final del ciclo, se evitan los malos olores y el efecto de “vaporizador” que a veces se produce al abrir el lavavajillas varias horas después.

Esto también ayuda a evitar la formación de gotas en vasos y cubiertos, especialmente al usar el programa ecológico, que calienta menos y dura más. En otras palabras, la vajilla se mantiene limpia, seca y sin manchas de agua.

Este pequeño gesto, por curioso que parezca, encarna a la perfección el espíritu de los consejos modernos: minimalista, ecológico y sin químicos ni accesorios adicionales. Una simple cuchara de madera se convierte en la heroína discreta de tu lavavajillas, prolongando la limpieza del ciclo mucho después de terminarlo. Esto demuestra que a veces no se necesita casi nada… para cambiarlo todo.