70 años de Verónica Forqué: el icono del cine de Almodóvar que permanece cuatro años después de su muerte

La actriz madrileña, que falleció el 13 de diciembre de 2021, habría cumplido este lunes 70 años

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La actriz Verónica Forqué, posa
La actriz Verónica Forqué, posa en la alfombra roja en la 35 edición de los Premios Goya 2021. (Álex Zea - Europa Press).

El 1 de diciembre de 1955 nació en Madrid Verónica Forqué, una actriz cuyo talento, mirada cálida y carisma natural la convirtieron en una figura imprescindible del cine, el teatro y la televisión española. Este año habría celebrado su 70 cumpleaños, una fecha que invita a repasar una trayectoria única y, al mismo tiempo, a recordar el impacto emocional que supuso su fallecimiento el 13 de diciembre de 2021. Aquel día, la intérprete fue encontrada sin vida en su piso del barrio de Chamartín. Su muerte, determinada como un suicidio, sacudió profundamente al sector cultural y abrió de nuevo el debate social sobre la salud mental.

La desaparición de Forqué se convirtió en un punto de inflexión. Se habló abiertamente de depresión, de desgaste emocional y de la necesidad de apoyar a quienes atraviesan una enfermedad silenciosa. La actriz había reconocido en diversas ocasiones que su estado anímico era frágil, algo que también se evidenció durante su participación en MasterChef Celebrity. Su salida voluntaria del programa, que fue objeto de burlas y comentarios inapropiados en redes, evidenció la presión a la que estaba sometida.

“Desgraciadamente, pienso en el final que tuvo y que ninguno lo esperábamos. Fue víctima del sensacionalismo de la telerrealidad. Creo que alguien debería apuntar y dar el ejemplo de Verónica para que eso no vuelva a ocurrir", afirmó Pedro Almodóvar en una entrevista con Los Javis.

El director manchego fue uno de los grandes compañeros de carrera de una actriz que creció en el mundo del cine. Hija del productor José María Forqué y de la escritora y actriz Carmen Vázquez-Vigo, debutó muy joven en televisión y cine, aunque pronto entendió que su vocación estaba en la interpretación más que en la Psicología, carrera que abandonó.

Verónica Forqué y Carmen Maura
Verónica Forqué y Carmen Maura en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, de Pedro Almodóvar

Durante los años setenta participó en producciones de directores como Jaime de Armiñán, Antonio Mercero, José Luis García Sánchez o Carlos Saura. Sin embargo, su salto definitivo llegó en 1984, cuando Almodóvar la eligió para ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, convirtiéndola en un rostro habitual del cine español. Con el cineasta manchego repetiría en Matador y Kika, papeles que reforzaron su imagen pública como actriz capaz de navegar entre lo grotesco, lo cómico y lo dramático.

Su talento fue reconocido con cuatro premios Goya, un récord que comparte solo con Carmen Maura. También logró el hito de ganar dos estatuillas en la misma edición, igual que Emma Suárez décadas después.

Aunque su popularidad se fraguó en el cine, el teatro fue siempre su lugar de respiro. Ella misma confesó que, tras una depresión especialmente severa hace unos años, solo las tablas la mantuvieron en pie: “Eran las dos horas en las que podía olvidarme de todo”, explicaba en una entrevista. Títulos como ¡Ay, Carmela!, Bajarse al moro, Shirley Valentine o La abeja reina la consolidaron como una actriz de una sensibilidad excepcional.

Su última intervención televisiva, en MasterChef Celebrity, mostró quizá la versión más vulnerable de la actriz. Detrás de las cámaras atravesaba una depresión agravada por la muerte de su hermano Álvaro en 2014 y por su separación de Manuel Iborra, padre de su hija.

Verónica Forqué y su hija,
Verónica Forqué y su hija, María Iborra, en 'MasterChef Celebrity' (RTVE)

La hija que sostuvo su legado: María Iborra

Su pérdida dejó devastada a su hija, la artista María Iborra. En los días posteriores, la joven compartió una estremecedora carta en la que defendía la decisión de su madre, asegurando que no fue un acto impulsivo, sino el desenlace de una enfermedad que llevaba demasiado tiempo acompañándola. “El círculo se había cerrado”, escribió entonces, apelando a la personalidad libre y espiritual de la actriz.

Desde entonces, María —performer, bailarina y creadora multidisciplinar— se ha convertido en la principal guardiana de la memoria de Forqué. Sus apariciones públicas, casi siempre envueltas en propuestas artísticas provocadoras, mantienen vivo el espíritu transgresor y dulce que caracterizó a la intérprete.