Carlos III busca un nuevo papel para las princesas Beatriz y Eugenia en plena caída definitiva del príncipe Andrés

Las hijas de Andrés Mountbatten-Windsor y Sarah Ferguson permanecen ajenas a la polémica de su padre y, de hecho, quieren aumentar su rol en la corona británica

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Imagen de archivo del rey
Imagen de archivo del rey Carlos III de Inglaterra. EFE/ Tolga Akmen

La familia real británica continúa reordenándose tras uno de los periodos más convulsos de su historia reciente. La caída en desgracia del ya expríncipe Andrés, despojado de todos sus títulos y honores por decisión de Carlos III, ha dejado un vacío dentro de la agenda oficial de la Casa Real. Si bien es cierto que el hijo pequeño de Isabel II no tenía muchos compromisos, sí que se ocupaba de algunos actos.

Y es en ese contexto en el que las princesas Beatriz y Eugenia, hijas de Andrés Mountbatten-Windsor y Sarah Ferguson, vuelven a posicionarse en el tablero como posibles figuras de apoyo para la Corona.

Después de años centradas en sus carreras profesionales, las hermanas podrían asumir un rol más activo en representación del monarca, al menos de manera ocasional. Fuentes cercanas a Buckingham aseguran que esta idea lleva tiempo sobre la mesa, pero que los últimos escándalos que han salpicado a sus padres han acelerado las conversaciones. “Esto ya se estaba contemplando antes, pero no está descartado pese a todo lo ocurrido con Andrés. Sus hijas son trabajadoras, educadas y desean ayudar”, afirma un informante bien situado dentro de la realeza.

Las princesas Beatriz y Eugenia
Las princesas Beatriz y Eugenia con Sarah Ferguson, exduquesa de York (@princesseugenie).

Un gesto de apoyo público hacia las nietas de la reina Isabel II

El rey quiere enviar un mensaje claro: ni Beatriz ni Eugenia deben pagar por los errores de su padre. La situación de Andrés, implicado en la trama de Jeffrey Epstein y señalado por la denuncia de abusos presentada por Virginia Giuffre, ha deteriorado para siempre su imagen y su lugar en la institución. A ello se suman otras tensiones internas: su compleja negociación para abandonar Royal Lodge, los rumores sobre su entorno y la caída social de Sarah Ferguson, quien incluso estaría valorando instalarse en Portugal durante un tiempo.

Frente a este panorama, Carlos III, respaldado por el príncipe Guillermo, quiere reforzar la estabilidad del núcleo real incorporando nuevos apoyos generacionales. Y las princesas de York encajan en ese propósito: jóvenes, discretas, con experiencia profesional fuera de la Casa Real y, sobre todo, desvinculadas de la polémica.

Los duques de Gales junto
Los duques de Gales junto a la princesa Beatriz en una imagen de archivo. (Samir Hussein/Samir Hussein/WireImage)

A principios de mes, ambas fueron fotografiadas abrazándose en plena calle en Londres, un gesto que muchos interpretaron como símbolo de unidad en uno de los momentos más duros para su familia.

Los primeros pasos de Eugenia y Beatriz: retoman los compromisos públicos

La princesa Eugenia, de 35 años, fue la primera en dejarse ver en un compromiso institucional desde que estalló el escándalo. Colabora desde hace meses como mentora en The King’s Foundation y el pasado 13 de noviembre acudió, en nombre de la organización, a una recepción con jóvenes curadores de arte menores de 35 años.

“Allí estaba emocionada, orgullosa de que hubieran contado conmigo”, confesó después. “Ha sido fantástico pasar más tiempo con estos jóvenes talentosos. Me entusiasma apoyarles en su camino hacia el futuro”. Eugenia compagina esta labor con su puesto como directora en la prestigiosa galería Hauser & Wirth, un terreno que domina gracias a su pasión por las bellas artes.

El príncipe Andrés, en una
El príncipe Andrés, en una imagen de archivo, junto a los príncipes ed Gales. (REUTERS/Toby Melville/File Photo)

Por su parte, la princesa Beatriz, de 37 años, acaba de ser nombrada patrona adjunta de The Outward Bound Trust, entidad dedicada a la educación al aire libre. No es un mundo ajeno para ella: ya había ejercido de consejera en la misma organización. Beatriz mantiene su carrera profesional como vicepresidenta de Asociaciones Estratégicas en la tecnológica Afiniti.

Una incorporación prudente, gradual y aún no oficial

Pese a estos pasos, Buckingham insiste en que no se ha tomado ninguna decisión definitiva. “No hay un acuerdo cerrado sobre el futuro de Beatriz y Eugenia. Siguen siendo ciudadanas privadas, pero existe la posibilidad de recurrir a ellas cuando sea necesario”, asegura una fuente cercana a palacio. Las princesas, por su parte, ya han manifestado su disposición total a colaborar en lo que el rey considere oportuno.

Carlos III, explican, está evaluando cómo las recibiría el público británico en esta nueva etapa. No es un movimiento menor: en ausencia del príncipe Harry y Meghan Markle como representantes oficiales, y con Andrés completamente apartado, las sobrinas del monarca podrían ocupar un espacio generacional que la institución necesita.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Amigos cercanos a las hermanas reconocen que atraviesan un momento “devastador”, pero aseguran que están más unidas y decididas que nunca. “Reconocen su responsabilidad y quieren apoyar a su tío”, afirman.