María Palacios, esposa de Alessandro Lequio, rompe su silencio: “Nuestra hija nos ha preguntado qué significa la palabra ‘maltratador‘”

La periodista ha concedido una entrevista a ‘¡Hola!’ tras el fulminante despido de su marido de Mediaset

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Alessandro Lequio y María Palacios.
Alessandro Lequio y María Palacios. (RAÚL MARTÍNEZ / EUROPA PRESS).

Durante más de dos décadas, María Palacios se ha mantenido firmemente fuera del ruido mediático. Su vida junto a Alessandro Lequio, que comenzó hace 26 años y se consolidó con su boda en 2008 y el nacimiento de su hija Ginevra en 2016, ha transcurrido bajo una consigna clara: preservar la intimidad familiar frente a polémicas constantes. Sin embargo, la reciente rescisión del contrato del colaborador en Telecinco —precipitada tras la entrevista de Antonia Dell’Atte en El País— ha llevado a Palacios a tomar una decisión inédita: hablar públicamente y defender a su marido.

La periodista y experta en comunicación, que desde 2008 forma parte del equipo de ¡HOLA!, ha optado siempre por la discreción como herramienta personal. “Que elija callar no significa que no tenga voz. No se trata de alzarla, sino de hablar con claridad cuando es necesario”, afirma. Por primera vez, rompe ese hermetismo para responder a unas acusaciones que considera profundamente injustas y que, según explica, afectan no solo a Lequio, sino también a la estabilidad de su hija.

Las acusaciones de Dell’Atte se remontan a 1991, año en el que presentó una denuncia en Madrid por “abandono familiar”. Años después, este documento cobró notoriedad porque aparecía modificado. Un análisis de la Policía Científica fechado en 2005, dentro de un procedimiento del Juzgado de Instrucción número 35, concluyó que el justificante había sido alterado mediante líquido corrector: donde originalmente figuraba la expresión “los efectos siguientes” pasó a leerse “malos tratos físicos”.

Palacios recuerda este informe con precisión. “Eso es una denuncia por “abandono de familiar”, no por malos tratos. Lo que ella exhibe, un justificante de denuncia, tal y como dicen los tribunales y un informe de la Policía Científica, está manipulado con líquido corrector; no se sabe por quién, pero está manipulado”, recalca. También subraya que Lequio “nunca ha sido juzgado ni procesado ni condenado. Ni por malos tratos ni por ningún otro delito”.

El punto de inflexión para el matrimonio llegó hace unas semanas, cuando Mediaset decidió prescindir de Lequio. La cadena tomó esta medida después de recibir el auto judicial de 2005 que archivó la querella por calumnias que él había presentado contra Dell’Atte. La decisión, según ha contado Palacios a ¡Hola!, la viven “con preocupación, rabia y con una sensación de que se nos ha colocado en una posición injusta y estigmatizante, no solo a Alessandro, sino a toda la familia y, por supuesto, a nuestra hija, que ayer, al volver del colegio, ya nos estaba preguntado qué significa la palabra ‘maltratador‘".

Alessandro Lequio (IMAGEN DE ARCHIVO).
Alessandro Lequio (IMAGEN DE ARCHIVO).

La periodista se planta ante la decisión del ente y afirma que se trata de una injusticia: “Vivimos en un estado de Derecho y las sentencias las firma un juez, no una ex dolida y despechada; todo lo demás es una interpretación errónea, una alquimia. Por eso, si algunos insisten en buscar víctimas, que miren bien: víctimas son quienes aceptan una historia sin preguntarse siquiera si tiene sentido".

Palacios reivindica su propia experiencia como elemento clave: “Creo que mi testimonio es muy importante, porque llevamos juntos una vida y jamás he vivido ningún ápice de violencia. Sus relaciones, aunque intensas, han sido todas muy cortas, pero yo le conozco de verdad y sé cómo es realmente. Veintiséis años junto a alguien dejan huellas profundas: recuerdos, certezas y una manera de vivir que no puede disfrazarse ni inventarse”.

Por ello, insiste en que jamás ha percibido conductas violentas en su marido y que las acusaciones de su exesposa no coinciden con lo que ella ha vivido. “¿Cómo se explica que yo no haya visto ni un indicio de violencia ni agresividad en 26 años? Si ahora solo vale la palabra de una mujer, solo por ser mujer, debería de valer también la mía, especialmente porque convivo felizmente con Alessandro desde hace casi tres décadas”, sostiene al citado medio.

“Es muy importante señalar que entre 1991, cuando se separaron, y el 2001, es decir durante 10 años, jamás insinuó, mencionó ni denunció a Alessandro por este tema, ni públicamente ni en los juzgados”, explica. Además, recuerda que durante años mantuvieron un trato cordial con Dell’Atte, llegando incluso a coincidir en reportajes y encuentros familiares.

“Empezó una buena relación, tanto con Alessandro como con Ana. Hasta el punto que, inexplicablemente, posó con ella en el 2016 en un extenso reportaje en ¡HOLA! y donde decía de manera textual sobre Alessandro: “Lo que me dolió fue la manera en la que nos dejó, cómo se fue de nuestro lado. Pero ya no tiene sentido hablar del pasado. Hace tiempo que me pidió perdón por cómo se había portado conmigo. Ahora nos respetamos y somos amigos". Con que nos respetamos y somos amigos, ¿no? ¿Respetas y eres amiga de quien te daba patadas estando embarazada?”, se pregunta.

Alessandro Lequio (IMAGEN DE ARCHIVO).
Alessandro Lequio (IMAGEN DE ARCHIVO).

“Soy una mujer libre y muy amada”

Pese a lo complejo del escenario, Palacios rehúye el dramatismo. No se considera víctima ni compañera silenciosa de un relato ajeno. “Yo no hablo desde el rencor ni desde la venganza. Hablo desde la vida compartida, desde la experiencia diaria, desde la libertad de una mujer que jamás ha sentido miedo en su propia casa. Yo no soy víctima, ni mucho menos cómplice. Soy una mujer libre, independiente y muy amada. La verdad no debería depender de quién grita más fuerte, sino de quién vive lo que dice. Y yo lo vivo. Cada día. Cada año. Cada momento de estos 26 años en los que jamás hubo sombra de violencia”, asegura.

Sobre el futuro, se muestra serena aunque prudente. Sabe que el despido tiene repercusiones, pero evita comentar cuestiones económicas a ¡Hola!: “En mi casa me han enseñado que de dinero no se habla públicamente”.

En cuanto al apoyo recibido, confirma que los compañeros de televisión de Lequio han sido “enormemente cariñosos” y que Ana Obregón “está indignada. Ahora la llama encubridora, pero también recuerdo que hemos comido juntos los cuatro, Alessandro, Antonia, Ana y yo.Fue en Turín, en el año 2015, y estábamos los cuatro como si nada hubiera pasado. Por eso no me cuadra absolutamente nada".