Elke Büdenbender, la primera dama alemana que llega a España con una historia de amor, sacrificio y una segunda oportunidad

Acompañará a su marido, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en la visita de Estado del 26 al 28 de noviembre

Guardar
Elke Budenbender y la reina
Elke Budenbender y la reina Letizia durante la visita de los reyes a Alemania en octubre de 2022. (REUTERS/Lisi Niesner)

La visita de Estado del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, que aterriza en España del 26 al 28 de noviembre de 2025, viene cargada de una agenda diplomática en la que los reyes Felipe y Letizia tienen un papel muy importante. Si bien el mandatario es el verdadero protagonista, llega acompañado de su mujer, una mujer discreta que rara vez acapara titulares. Ella es Elke Büdenbender, la primera dama y dueña de una biografía intensa, vida discreta y pasado tan sorprendente como inspirador.

Su llegada a Madrid será a media mañana del miércoles 26 y comenzará con una recepción oficial con honores militares en el Palacio Real. A partir de ahí, almuerzo en La Zarzuela, reuniones, una cena de gala por la noche y, en los días siguientes, un foro empresarial, una recepción en la Embajada alemana y varias actividades protocolarias. Una agenda completa que permitirá verla junto a los reyes, con quienes mantiene una relación cordial desde hace años.

Pero más allá del protocolo, la pregunta es: ¿quién es realmente esta mujer que llega a España con perfil bajo, sonrisa amable y una historia que daría para película?

El presidente de Alemania, Frank-Walter
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y su mujer, Elke Budenbender, en una imagen de archivo. (Maryam Majd/Pool via REUTERS)

La vida de Elke no comenzó entre lujos ni privilegios. Nacida en Siegen, una localidad cercana a Bonn, creció en un entorno humilde. Tras terminar la educación secundaria, trabajó como dependienta en una fábrica. Nada hacía pensar que algún día caminaría por alfombras rojas o asistiría a cenas de gala con monarcas y jefes de Estado.

El giro llegó cuando decidió estudiar Derecho. Primero en la universidad de Siegen, luego en la de Gießen. Allí no solo descubrió su vocación jurídica, también conoció a Frank-Walter Steinmeier, un joven serio y brillante con el que inició una relación que ya supera las tres décadas. Se casaron en 1995 y tuvieron una hija, Merit, quien mantiene un perfil bajísimo pese a la relevancia pública de sus padres.

Büdenbender se convirtió en jueza del Tribunal Administrativo de Berlín en el año 2000, un puesto que desempeñó con prestigio y que parecía encaminarla hacia una sólida carrera judicial. Pero la política tiene un magnetismo extraño y, cuando Steinmeier fue elegido presidente federal en 2017, tras haber sido ya ministro y candidato a la cancillería, ella tomó una decisión difícil: aparcar su profesión para asumir su papel como primera dama. Un rol que en Alemania, a diferencia de otros países, ni está regulado ni viene acompañado de un gran equipo institucional. Mucho trabajo, poca visibilidad.

Una delicada operación que la unió aún más con su marido

Aunque el punto más dramático de su vida llegó mucho antes, en 2010. Los médicos le anunciaron que necesitaba un trasplante de riñón para seguir viviendo. Su salud se deterioraba rápidamente y la situación se volvió crítica. Fue entonces cuando Steinmeier tomó una decisión que conmocionó a Alemania: donar su propio riñón a su esposa. Las pruebas confirmaron la compatibilidad y ambos pasaron por quirófano en una intervención que se alargó casi un día entero. Él pasó meses recuperándose; ella, una larga convalecencia. Pero salieron adelante juntos.

Ese episodio no solo marcó su vida, también reforzó la imagen de la pareja como un tándem unido, humano y alejado del estereotipo frío que a veces se asocia a la política alemana.

El presidente de Alemania, Frank-Walter
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y su esposa, Elke Buedenbender, en una imagen tomada en octubre de 2025. REUTERS/Heiko Becker

Desde la recuperación, la primera dama ha puesto el foco en causas solidarias y sociales: apoya activamente proyectos de infancia, igualdad y salud familiar, colabora con UNICEF y es patrona de iniciativas de protección y acompañamiento a madres. En esto conecta especialmente bien con la reina Letizia, que también ha construido gran parte de su agenda sobre la acción social.

Quienes la conocen la definen como discreta, algo tímida ante los focos, práctica y con un estilo tan sobrio como funcional. No suele buscar titulares, ni grandes discursos, ni vestir para llamar la atención. Prefiere mantenerse en segundo plano, aunque su vida sea más llamativa que la de muchos líderes que la rodean.