El caso de Antonia Dell’Atte se suma a la lista de mujeres que han utilizado la televisión como medio para denunciar la violencia de género

Relatos de víctimas como Antonia Dell’Atte, Ana Orantes y Rocío Carrasco han impulsado la expulsión de agresores de los platós, estableciendo nuevos precedentes en la cobertura de casos de maltrato

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Antoni Dell'Atte sostiene una flor
Antoni Dell'Atte sostiene una flor en el evento de Armani de Milán REUTERS/Manon Cruz

A pesar de que Antonia Dell’Atte interpuso una denuncia contra Alessandro Lequio en el año 1991, no ha sido hasta ahora cuando la cadena ha decidido prescindir de los servicios del sueco. En declaraciones emocionadas, Dell’Atte reclamó no solo justicia personal, sino también para “todas las mujeres que han sido calladas” por los medios. Y ha pedido una reflexión profunda sobre los “cómplices mediáticos” que permitieron que él estuviera en televisión durante décadas.

Existen largos episodios en la historia de la televisión que apuntan a una tendencia al alza: cada vez más mujeres usan la visibilidad mediática para denunciar abusos y obligar a los medios a rendir cuentas. El hecho de que figuras tan conocidas hayan logrado expulsar a sus agresores de la televisión marca un importante precedente en días señalados como el 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Más allá del impacto personal, la victoria de Dell’ Atte tiene un doble efecto: visibiliza la violencia machista como un problema real y presiona a las cadenas para asumir responsabilidad ética. El colaborador ha sido despedido de Mediaset y ha generado un largo debate que deja caer sobre la cadena con la que lleva trabajando 30 años.

La historia de Ana Orantes

Otro caso es el de Ana Orantes, víctima de violencia de género, que expuso en una entrevista televisiva la violencia a la que había sido sometida por parte de su exmarido. La primera vez que su esposo la golpeó, Ana pensó que le había fracturado los huesos del rostro. Estaban recién casados y vivían en casa de los padres de él. Su historia, que se remonta a 1997, ha sido fundamental para entender la evolución del discurso sobre la violencia de género en España. Orantes relató en un programa de Canal Sur los años de maltrato sufridos a manos de su exmarido, incluyendo agresiones físicas, control psicológico y abusos hacia sus hijas.

¿Qué falla en la lucha contra la violencia de género? De la prevención y protección a las víctimas al abordaje de la masculinidad.

Su testimonio ha supuesto un punto de inflexión en la sensibilización social y mediática, y ha impulsado reformas legales. Aunque su vida terminó de forma trágica poco después de su intervención televisiva, su valentía ha dejado una huella imborrable en la lucha contra la violencia machista. Este caso es crucial para entender el potencial que tiene la televisión como medio, Ana denunció y al poco tiempo fue asesinada por su esposo. A partir de ahí, el plan de acción se ha intentado acelerar lo máximo posible para favorecer a la víctima y llegar a tiempo.

Rocío Carrasco y el foco mediático

Antes del caso de Lequio, Rocío Carrasco revivió el debate sobre la responsabilidad de los medios. Carrasco, hija de la cantante Rocío Jurado, ha denunciado públicamente en la docuserie de Telecinco Rocío, contar la verdad para seguir viva el maltrato psicológico y la manipulación sufridos por parte de su exmarido, Antonio David Flores. La reacción de Telecinco ha sido inmediata: el programa ‘Sálvame’ anunció el despido de Flores como colaborador, rompiendo así con una presencia mediática constante.

Posteriormente, la productora La Fábrica de la Tele ha sido condenada por vulnerar el derecho al honor de Flores, ya que la jueza ha considerado que el despido perseguía una “clara finalidad de rédito mediático”, según ha publicado El País. Aunque el caso ha presentado complejidades legales y se ha planteado la posibilidad de reabrir la investigación por indicios de violencia, el testimonio de Carrasco ha tenido un impacto social considerable y fundamentado con pruebas, como ha destacado El País.

Rocío Carrasco, en 'Rocío, contar
Rocío Carrasco, en 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. (Mediaset España)

Otras mujeres y la importancia de actuar

La lista es desgraciadamente muy larga, maltratadores como Yoyas o el caso de Svetlana de El Diario de Patricia. Estos episodios reflejan una tendencia creciente: cada vez más mujeres recurren a la visibilidad mediática para denunciar abusos y exigir responsabilidades a las cadenas de televisión. El hecho de que figuras públicas hayan conseguido la expulsión de sus agresores de los platós supone un precedente relevante en la gestión de la violencia machista en los medios.

La trayectoria de Antonia Dell`Atte, Ana Orantes y Rocío Carrasco demuestra que el silencio ha dejado de ser una opción para quienes han sufrido en la sombra. Sin embargo, como muestran estos casos, la lucha no concluye con la caída del agresor, sino que exige una transformación más profunda en la forma en que los medios de comunicación abordan la violencia.

* Si lo necesitas, puedes llamar al teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico 016, un servicio público puesto en marcha por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, en funcionamiento las 24 horas del día, y en el que serás atendida por profesionales especializadas en esta materia. Este servicio garantiza la confidencialidad de los datos de las personas usuarias y atiende en 53 idiomas. También puedes comunicarte por WhatsApp en el número 600 000 016 y por correo electrónico escribiendo a:016-online@igualdad.gob.es. Si eres menor de edad y crees que alguien de tu entorno está sufriendo violencia de género, puedes llamar a ANAR, al número de teléfono 900 20 20 10.