Antonio Banderas se sincera sobre el peor momento de su vida: “Lloraba por todo tras mi hospitalización”

El actor ha sido homenajeado en el Festival de Cine de Turín por su extensa carrera

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Antonio Banderas (IMAGEN DE ARCHIVO).
Antonio Banderas (IMAGEN DE ARCHIVO).

Antonio Banderas es uno de nuestros actores con más repercusión mundial y no solo por sus dotes interpretativas. El malagueño conquistó el corazón de Hollywood en los años 90 y jugó entre la industria española y estadounidense durante muchos años. No obstante, este frenético ritmo de vida tuvo que parar de forma totalmente inesperada: su corazón le dio un toque de atención y un gran susto.

Aunque en el Festival de Cine de Turín recibió uno de los reconocimientos más importantes de su carrera —la Stella della Mole, que el director Spike Lee le entregó arrodillándose frente a él en un gesto teatral y afectuoso—, el actor malagueño insistió en unas declaraciones recogidas por Vanity Fair Italia que el verdadero punto de inflexión en su vida llegó mucho antes, en 2017. En enero de ese año sufrió un infarto que le obligó a replantearse su ritmo vital y sus prioridades.

La ceremonia en el Teatro Regio, repleto de admiradores, sirvió para celebrar una trayectoria que abarca más de cuatro décadas y donde, bajo una proyección de Dolor y Gloria, homenajearon su carrera. Sin embargo, Banderas no oculta que su vida profesional y personal quedó marcada por aquel susto cardíaco que lo llevó a pasar por quirófano para la implantación de tres stents.

“Tuve un infarto y me pasé dos años alejado del rodaje. Mi vida había cambiado: me había centrado en mi hija Stella, en mi familia y había vuelto a vivir en España después de 30 años. El trabajo pasó a un segundo plano. Fue una especie de viaje de Ulises en busca de Ítaca. Retomé mi pasión, el teatro”, explicó.

“Fue una película completamente diferente a todas las anteriores. Me ayudó a superar el periodo más difícil de mi vida. Lloraba por todo en las semanas posteriores a mi hospitalización”, confesó al recordar su regreso al trabajo. Esa sensibilidad extrema coincide con el proyecto que, según él mismo, lo ayudó a reconstruirse. La película de Almodóvar no solo le otorgó su primera nominación al Oscar, sino que le brindó un espacio para reflexionar sobre el pasado, la enfermedad y el deseo de seguir adelante.

(Raúl Terrel / Europa Press)
(Raúl Terrel / Europa Press)

Recuerdos de Italia y de Hollywood

Banderas, que siempre ha contado que llegó al cine “por accidente” gracias al director manchego, evocó en Turín su primera visita a Italia en los años ochenta, cuando presentó Réquiem por un campesino español en la Mostra de Venecia. Allí, según recordó entre risas, se topó con Sergio Leone y presenció a Adriano Celentano arrojando cubos de agua a la prensa. “No tengo ni idea de qué fue lo que pasó”, bromeó, y añadió: “En Italia nunca me he sentido extranjero. Siento el pulso de la gente, su ritmo”.

También dedicó parte de su discurso a repasar sus inicios en Hollywood, especialmente el rodaje de Entrevista con el vampiro. “Tuve un coach para mejorar mi pésimo inglés", admitió. “Me mordía la lengua con los dientes de vampiro y no era capaz de pronunciar las palabras. Tuve que doblarme a mí mismo en los diálogos. Al final me las apañé”, explicó

Antonio Banderas brinda tras la
Antonio Banderas brinda tras la celebración de la boda de su hija, Stella del Carmen. (Europa Press).

Esa época lo consolidó como uno de los sex symbols del cine comercial, aunque hoy se mantiene a cierta distancia del ecosistema hollywoodiense: “No formo parte del ambiente de Hollywood, que es muy tóxico. Todos pensamos siempre que únicamente hacemos aquello que nos gusta, pero confieso que también acepto películas porque me pagan por hacerlas”.

Su próximo proyecto en la gran pantalla, Tony, profundiza en los primeros años del chef Anthony Bourdain, marcados por la adicción y la depresión. Banderas interpreta al restaurador que influye decisivamente en la vida del cocinero y lo acerca a la alta cocina. “Contamos la primera parte de su vida, cuando Bourdain empieza a consumir drogas y entra en depresión, pero se acerca al arte culinario gracias a un restaurador, el personaje al que yo interpreto”, recoge el medio italiano.