Antonia Dell’Atte cuenta su verdad tras el despido de Alessandro Lequio: “Me decía ‘te voy a partir la nariz, nunca más serás guapa’”

La italiana ha roto su silencio en una entrevista con Marta Flich para el programa ‘Directo al grano’

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La entrevista de Antonia Dell'Atte
La entrevista de Antonia Dell'Atte en 'Directo al grano' (RTVE)

Televisión Española ha conseguido entrevistar a Antonia Dell’Atte tras el despido de Telecinco de Alessandro Lequio, a quien acusa de maltrato. El testimonio de la italiana es uno de los más codiciados de estas últimas semanas, ya que, aunque tuvo una breve aparición en No somos nadie, llevaba sin hablar desde la entrevista en El País con la que prendió la mecha.

La entrevista la ha llevado a cabo Marta Flich para su programa Directo al grano. Además, el ente público ha elegido un día idóneo para la emisión de la entrevista: el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La modelo ha descrito su relación con el conde como un “infierno” y ha explicado que sintió que la prensa la tachó de “loca”, mientras que él tenía una posición de poder desde los platós.

“He llevado la verdad como una cruz”, ha asegurado la italiana, que pese a todo ha continuado intentando que su versión fuese escuchada. De hecho, Dell’Atte no se ha podido sentir comprendida hasta que Mediaset ha recibido el auto judicial del año 2005 mediante el que se desestimaba la querella por calumnias de Lequio por la que han tomado su fulminante decisión.

Los ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Igualdad, Ana Redondo, han presentado este miércoles un nuevo modelo de respuesta policial a la violencia de género, con nuevos indicadores en los formularios de valoración del riesgo y una mejor calibración de los algoritmos que determinan dichos niveles, para reducir el riesgo de error en la valoración realizada.

“Quiero que mi mensaje y testimonio sea inspiración para otras mujeres que no han tenido altavoz, a las que han muerto y que el Estado no ha hecho nada para protegerlas. Es un mensaje de dignidad”, se ha sincerado ante Flich.

Ha comenzado narrando los hechos desde el comienzo de su historia: “Cuando yo encuentro a Alessandro, a él no lo conocía nadie y yo estaba encantada. Yo quería una familia y lo encuentro en esta persona con modales: te abre la puerta, me decía que soñaba conmigo, que tenía fotos mías en su habitación, que soñaba conmigo… Sabía todo de mí”.

El comienzo de las agresiones

No obstante, todo cambió tras su boda el 12 de octubre de 1987: “Me dice: ‘De ahora en adelante eres mi mujer y haces lo que te digo, si no me divorcio’. Me da una bofetada”. Aquello tan solo era el comienzo de lo que Dell’Atte iba a vivir: “Cuando él ve que me llega una carta a nombre de Antonia Dell’Atte me da la primera patada de karate”.

Marta Flich entrevista a Antonia
Marta Flich entrevista a Antonia Dell'Atte (RTVE)

La italiana todavía recuerda las palabras que le decía: “Empieza a maltratarme: ‘Te voy a partir la nariz, nunca más serás guapa’. Me decía de todo”. Sin embargo, no podía pedir ayuda por vergüenza: “Cómo le voy a decir a mi familia que me casé con un maltratador”.

La familia de Lequio lo sabía

Quien sí tenía constancia de las agresiones era la familia de Lequio: “Cada paliza llamaba a la madre, todos lo sabían”. No pensó en el divorcio hasta el nacimiento de su hijo Clemente: “Dije: ‘No soy feliz, quiero que me dé el divorcio porque me pone la mano encima, me pega, me maltrata, no puedo hablar con mi familia por teléfono, ni hablar con mis amigos“.

“Él me decía que me iba a matar a mí y a mi familia. Tengo las cartas. Cada paliza era un perdón”, ha hecho alusión a las conocidas como “Las cartas de la vergüenza”, que presentó ante un juez cuando Lequio la denunció.

Antonia Dell'Atte con su hijo
Antonia Dell'Atte con su hijo Clemente Lequio (Instagram)

Antonia Dell’Atte denunció a Lequio

Finalmente, pidió la separación tras enterarse de la relación del conde con Ana Obregón: “Voy a la policía de Chamberí y denuncio por abandono del hogar. Se ha llevado todos los muebles y además es una persona violenta que me pega. Tengo mucho miedo. Es maltrato físico y psíquico”.

No fue hasta el 2001 que decidió hacerlo público: “Grito y digo: ‘Sabéis muy bien quién es Alessandro Lequio, un maltratador’. Pero cuando lo empiezo a gritar, cuando encuentro las cartas de la vergüenza que me había olvidado, empiezo a contarlo, a retarlo, a desafiarlo”. El italiano la demandó, pero la Justicia acabó dándole a ella la razón.