Un estudio que analiza 62 años de música responde a la gran pregunta: ¿las canciones son más machistas ahora que hace medio siglo?

La autora de la investigación estableció varias categorías para identificar el porcentaje sexista de las letras

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Un estudio analiza 62 años
Un estudio analiza 62 años de música y determina cuál es la más machista. (Montaje Infobae)

Siempre que salen a debate las letras de las canciones actuales por su carácter machista, se crea una comparación con las referencias que se podían percibir en la música más antigua, dando a entender que estas compartían los mismos rasgos. Pero, ¿cuál tiene un mensaje más sexista? Gracias a la investigación de Laura Casanovas-Buliart (‘Evolución a lo largo de 62 años: un análisis del sexismo en las letras de las canciones más escuchadas en España’) se ha podido responder a esta pregunta, después de un análisis de 2.840 piezas populares publicadas entre 1960 y 2022.

La investigación, viralizada ahora por la politóloga y activista feminista Júlia Salander en sus redes sociales, tiene como objetivo cuantificar cómo la música puede reforzar y moldear estereotipos de género y actitudes discriminatorias, pero también ofrece un diagnóstico sobre la cultura musical consumida por millones de oyentes en España.

De acuerdo con el análisis, elaborado con modelos de inteligencia artificial y técnicas de aprendizaje automático, la incidencia de mensajes sexistas aumentó considerablemente en el año 2000, pero desde 2015 se ha disparado, en paralelo a la masificación de plataformas de streaming como Spotify. Asimismo, el estudio señala que, mientras que en la década de 1960 el 41% de las canciones analizadas presentaban algún tipo de sexismo, el porcentaje en 2020 se elevó hasta el 82%.

Un estudio analiza 62 años
Un estudio analiza 62 años de música y determina cuál es la más machista. (Montaje Infobae)

“Tenía que ser un machismo muy evidente”

Para llevar a cabo el estudio de las más de 2.000 canciones, Laura hizo un análisis del 20% de ellas, etiquetando manualmente si había machismo en función de diversas categorías: control y posesión, hipersexualización, estereotipos denigrantes, cosificación de la mujer, body-shaming, violencia física, violación, agresión sexual (sin tener en cuenta la violación), acoso sexual (sin tener en cuenta la agresión sexual), slut-shaming, culpabilización de la víctima, amenazas, gaslighting, estereotipos de roles y discriminación relacionada con la maternidad.

“Su lógica fue que tenía que ser un machismo muy evidente, que si tenía dudas, no contaba”, asegura Salander. Una vez realizada esta fase, pasó el resto de canciones por una inteligencia artificial, creando así un modelo.

Hay que tener en cuenta que la prevalencia del sexismo no solo implica mensajes de acoso o violencia directa, sino que también abarca expresiones menos explícitas, como el uso habitual de órdenes directas hacia las mujeres, expresiones de control, posesividad o estereotipos denigrantes.

De este modo, una vez finalizado el análisis, pudo comprobar que el 51% de todas las canciones estudiadas, que circulaban en la radio, listas comerciales y plataformas digitales, contienen alguna referencia sexista. El fenómeno es más notorio en canciones interpretadas en español (60%) frente a las de lengua inglesa (38%).

Concretamente, se confirmó que “por tipo de machismo, lo más común es el control y la posesión, seguido de la hipersexualización. Esto es muy fuerte y muy real”, destacó Salander en su video. Además, reconoció: “Yo misma me he visto cantando cosas que dices: ‘¿Pero qué estoy diciendo?’ Un machismo que es totalmente innecesario, porque la canción es un temazo. Pero ¿qué necesidad hay de tratar a las mujeres como objetos sexuales?”. Y es que la exposición sistemática a letras sexistas puede influir en percepciones, normas de comportamiento y actitudes de las audiencias.

Bad Bunny señala el miedo a las redadas contra los inmigrantes como el principal motivo para no actuar en Estados Unidos. (Europa Press)

El uso del amor como excusa para comportamientos posesivos o dañinos

La forma en la que se pueden identificar estas expresiones sexistas es enfocándose en palabras que aluden directamente al cuerpo femenino, el placer sexual y los movimientos sensuales. Entre ellas se encuentran sobre todo aquellas en segunda persona, verbos en imperativo y la utilización de apelativos como “baby”, “girl” o “mami”. Además, se usa el amor romántico como una excusa para justificar estos comportamientos posesivos o dañinos. Los títulos que tuvieron un 100% de párrafos considerados como sexistas son las siguientes:

  • Twist and shout de The Beatles (1960).
  • Quince años tiene mi amor y Balada gitana de Dúo Dinámico (1960).
  • Tonight my love tonight de Paul Anka (1960).
  • Delilah de Tom Jones (1960).
  • Gorrión de Miguel Gallardo (1970).
  • A woman loves a man de Joe Cocker (1980).
  • Maria de Blondie (1990).
  • Bumpy Ride de Mohombi (2010).
  • Rude Boy de Rihanna (2010).
  • Cosas locas de Danny Romero (2010).
  • Sugar de Maroon 5 (2010).
  • Gyal you a party animal de Charly Black (2010).
  • Traicionera de Sebastian Yatra (2010).
  • Única de Ozuna (2010).
  • La Rubia de La Nueva Escuela (2020).
  • Relación de Sech (2020).
  • Yo perreo sola y La difícil de Bad Bunny (2020).
  • PAM de Justin Quiles (2020).
  • Flamenkito de Lerica (2020).
  • Rutina, Diosa y Explícito de Myke Towers (2020).
  • Hola de Dalex (2020).
  • Loco de Beéle (2020).
  • Indeciso de Reik (2020).
  • China de Annuel AA (2020).
  • Kesi y Tutu de Camilo (2020).
  • Travesuras de Nio García (2020).
  • A dónde vamos de Morat (2020).
  • Nathy Peluso Bzrp Music Sessions Vol.36 de Bizarrap (2020).
  • Reloj de Rauw Alejandro (2020).
  • Veneno de Delaossa (2020).

Las letras analizadas son canciones muy reconocidas a nivel internacional y, por tanto, tienen millones de reproducciones en Spotify y una gran difusión a través de grandes radios comerciales y discográficas. “Es muy grave que niños y niñas tan jóvenes estén cantando estas letras, porque nosotras podemos identificar lo que está bien y lo que está mal. Pero si a un adolescente le estás machacando todo el rato con estas letras, algún impacto tendrá. Al final, la música no deja de ser un reflejo de la sociedad. Si queremos cambiar la música, tendremos que cambiar la sociedad”, manifiesta Salander.

Esta investigación constituye uno de los primeros intentos de analizar de forma masiva y automatizada el sexismo en la música española contemporánea, que a grandes rasgos es más machista que las canciones que se escuchaban hace 50 años en las radios. Por este motivo, la autora del estudio pide que desde la industria musical y los consumidores y plataformas digitales haya una mayor acción colectiva que redirija el rumbo.