Tras el apagón, un 47% más de jóvenes españoles cuentan con dinero en efectivo en sus hogares, según un estudio

El aumento del efectivo en los hogares jóvenes refleja una percepción de vulnerabilidad frente a fallos en los servicios y el creciente control sobre los pagos digitales

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Uno de cada tres españoles
Uno de cada tres españoles reconoce que guarda más efectivo en su hogar que antes del apagón. (Canva)

El apagón general que afectó a España el pasado 28 de abril nos ha creado mucha inseguridad respecto a qué se puede hacer cuando no hay electricidad. Según el V Barómetro sobre la necesidad de permanencia del dinero en efectivo, elaborado por GAD3 y Denaria, el 47% de los jóvenes entre 18 y 29 años asegura mantener más efectivo en casa desde aquel suceso. Una generación que, por norma general, no solía llevar dinero encima.

Este incremento contrasta con otros grupos de edad, situándose en el 42% entre los adultos de 20 a 44 años, en el 30% entre los de 45 y 59 años, y en apenas el 26% en mayores de 60 años. En términos generales, uno de cada tres españoles (35%) reconoce que guarda más efectivo en su hogar que antes del apagón. La encuesta, realizada a unas 1.000 personas a finales de septiembre, ofrece así una visión de la situación después de varios meses del suceso.

La percepción del efectivo como recurso esencial

Los datos muestran que ocho de cada diez entrevistados siguen considerando que el efectivo es un medio de pago “necesario” y que un 79% lo percibe como un bien público. Aun así, el 59% opina que su uso se ha complicado en el último año. Entre los principales obstáculos, los ciudadanos señalan el cierre de oficinas bancarias y cajeros (52%), la negativa de algunas Administraciones Públicas a aceptar pagos en efectivo (39%) y las comisiones aplicadas (43%). También se citan como problemas el límite de 1.000 euros para pagos en efectivo (32%) y la imposibilidad de pagar el alquiler con metálico impuesta por la nueva Ley de Vivienda (31%).

Denaria interpreta estos resultados como un reflejo de que, “aunque la mayoría de los españoles sigue utilizando y valorando el dinero físico, el entorno operativo para acceder y usarlo se está restringiendo progresivamente”. La plataforma subraya que el problema no radica en la falta de interés por el efectivo, sino en “el deterioro de las condiciones que permiten su disponibilidad”.

Además, solo el 43% de los españoles sabe que todos los establecimientos están obligados por ley a aceptar efectivo, una cifra que ha caído 30 puntos desde 2022. Este desconocimiento es “aún mayor” entre mayores de 65 años (38%) y personas con rentas bajas (30%), colectivos especialmente dependientes del dinero físico. “Estos datos muestran que la defensa del efectivo pasa no solo por garantizar su existencia legal, sino también por preservar su accesibilidad real y cotidiana”, advierte Denaria.

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Efectivo y resiliencia financiera

La encuesta refleja que el 93% de los encuestados defiende que garantizar el pago en efectivo debe seguir siendo obligatorio, y que el 88% de quienes usan principalmente tarjeta reconoce su utilidad en emergencias. Casi ocho de cada diez personas consideran que el efectivo fomenta la autonomía financiera en situaciones de crisis y debería incentivarse como medida de resiliencia. En este contexto, el 15% sitúa el efectivo como el segundo recurso más importante ante un escenario de crisis, solo superado por el agua y los alimentos básicos (60%), y por delante de la salud y medicamentos (11%) o la energía e iluminación (6%).

El estudio también apunta que tres de cada cuatro españoles consideran que el dinero físico sigue siendo fundamental en su vida diaria, alcanzando su nivel más alto desde 2021. Su uso se concentra especialmente entre las rentas bajas y los mayores, mientras que entre las personas con ingresos altos predomina la tarjeta. Asimismo, el 74% valora el efectivo como el medio de pago que mejor protege la privacidad y la seguridad frente a fraudes o ciberataques, y el 75% lo considera democrático.

Sobre los pagos digitales y el euro digital, el 82% de los entrevistados teme filtraciones de datos personales, mientras que el 77% teme que se conozca su saldo y el 72% su localización. Respecto al euro digital, el 56% afirma no haber oído hablar de él, mientras que un 80% considera que aumentará el control del Gobierno sobre los pagos.