“La esponja de lavar los platos se debe desinfectar una vez a la semana”, según una ingeniera de alimentos

Esta es la rutina que debes seguir para higienizar tu estropajo

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Persona usando un estropajo. (Adobe
Persona usando un estropajo. (Adobe Stock)

Mantener los platos y cubiertos limpios es esencial para la salud y la seguridad alimentaria. Los restos de comida que quedan en vajilla son un caldo de cultivo ideal para bacterias, hongos y otros microorganismos que pueden provocar infecciones gastrointestinales.

Sin embargo, no todo el mundo limpia estos utensilios correctamente, y el mayor error de todos reside en el estropajo que se utiliza. Montse Meléndez, una ingeniera de alimentos, ha destacado la importancia de la higiene.

Por qué hay que mantener la esponja limpia

“La esponja de lavar los platos se debe desinfectar una vez a la semana”, explica en su cuenta de TikTok (@monalimentos). El estropajo acumula restos de alimentos y humedad, lo que la convierte en un entorno propicio para bacterias y hongos.

Usar una esponja sin desinfectar facilita la contaminación cruzada, ya que los microorganismos pueden transferirse a los platos y otros utensilios limpios. Además, la humedad constante y los residuos orgánicos aumentan el riesgo de malos olores. Lo recomendable es enjuagarla, escurrirla y dejarla secar en un lugar ventilado.

Para limpiar mejor, debes saber estos trucos

Cómo desinfectar la esponja de cocina correctamente

La esponja es uno de los utensilios de cocina que más uso recibe a diario, y por ello también acumula mayor cantidad de suciedad y restos de alimentos. Mantenerla limpia no se limita a enjuagarla tras cada uso; requiere un proceso de desinfección semanal que elimine los microorganismos que no son visibles a simple vista.

Existen varias formas de desinfectar la esponja de manera eficaz. Una opción rápida y práctica es calentarla en el microondas mientras está húmeda, ya que el calor destruye la mayoría de las bacterias.

Si se prefiere un método sin electrodomésticos, hervir la esponja en agua durante varios minutos logra un resultado similar. También se puede recurrir a soluciones desinfectantes específicas, siguiendo siempre las instrucciones del producto para asegurar una limpieza profunda.

Después de la desinfección, es fundamental dejar la esponja en un lugar seco y ventilado, evitando que quede en contacto con restos de alimentos o en zonas húmedas. Esto reduce la proliferación de microorganismos y mantiene la esponja en condiciones óptimas durante más tiempo.

Cada cuánto hay que cambiar la esponja

Aunque desinfectar la esponja regularmente ayuda a mantenerla en buen estado, no se eliminan todas las bacterias y el material se deteriora con el uso constante. Por ello, es fundamental renovarla con cierta frecuencia para garantizar la higiene en la cocina.

En términos generales, se recomienda cambiar la esponja cada dos a cuatro semanas, dependiendo de la intensidad de uso y del tipo de material con el que esté fabricada.

Existen señales claras que indican que ha llegado el momento de reemplazarla antes de tiempo: si empieza a desprender olores desagradables, se deshace con facilidad o mantiene restos de alimentos que no se eliminan con el lavado, lo más seguro es desecharla inmediatamente.

Mantener una higiene adecuada y cambiarla cada poco tiempo evita la acumulación de bacterias y asegura que los utensilios y superficies de la cocina no se contaminen, protegiendo la salud de toda la familia.