Estas son las razas de perro que necesitan ayudas extras para poder soportar el frío este invierno: las razas pequeñas y los cachorros, especialmente sensibles

Algunos de estos animales, como el terrier o los galgos, sufren por las bajadas de temperatura, por lo que acortar los paseos o abrigarlos en situaciones extremas pueden ayudar a combatir el frío

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Los perros pequeños son especialmente
Los perros pequeños son especialmente sensibles al frío. / Freepick

Las bajas temperaturas que han acompañado a la reciente ola de frío polar en España han puesto de manifiesto la necesidad de prestar especial atención al bienestar de los perros, especialmente a aquellos que son más vulnerables a las inclemencias del tiempo. Según ha recogido el diario 20 Minutos, la enfermera veterinaria Leah Callaghan ha explicado que no todos los perros toleran el frío de la misma manera y que algunos requieren cuidados adicionales para evitar problemas de salud durante el invierno.

Callaghan ha señalado que las razas delgadas, con escasa grasa corporal y sin una capa interna de pelo densa, son las que más rápidamente sienten los efectos del frío. Mientras que un husky puede desenvolverse sin dificultad en ambientes gélidos, razas como el galgo o el terrier pueden empezar a temblar tras un paseo breve. La experta ha subrayado en el medio español la importancia de observar el comportamiento de cada animal, ya que “cada perro es diferente”. En estos casos, ha recomendado utilizar un abrigo cuando la temperatura desciende a unos 10 °C, con el objetivo de evitar la pérdida rápida de calor y la aparición de rigidez muscular.

Las razas pequeñas y los cachorros, especialmente sensibles

La proporción de superficie corporal respecto al volumen es mayor en los perros pequeños, lo que provoca que pierdan calor con mayor rapidez que los de mayor tamaño. Callaghan ha advertido en 20 Minutos que “cuando baja la temperatura, algunos perros lo sienten más que otros, especialmente las razas pequeñas”, por lo que aconseja abrigarles adecuadamente. Los cachorros, al igual que los perros de razas pequeñas, presentan dificultades para regular su temperatura corporal y disponen de menos reservas de energía, lo que les lleva a fatigarse antes en ambientes fríos. La experta ha destacado que “la tolerancia de cada perro varía; las razas más pequeñas, los cachorros y los perros mayores, tienen una menor capacidad para regular la temperatura corporal, mientras que las razas activas o de pelaje denso, tienen un rendimiento considerablemente mejor”. Para estos grupos, los paseos cortos y frecuentes resultan más beneficiosos que las salidas largas, ya que ayudan a evitar que se enfríen en exceso.

El frío también afecta de manera significativa a los perros mayores y a aquellos que padecen artritis. Callaghan ha explicado que las bajas temperaturas reducen la circulación sanguínea y aumentan la rigidez muscular, lo que puede agravar el dolor en estos animales. “Para los perros mayores y aquellos con artritis, el clima frío exacerba el dolor al reducir la circulación y tensar los músculos”, ha afirmado la veterinaria al diario 20 Minutos. En estos casos, un abrigo de buena calidad se convierte en parte del tratamiento clínico, ya que contribuye a minimizar la rigidez y a mejorar la movilidad durante toda la temporada invernal. Además, una chaqueta abrigada y una rutina estable pueden favorecer su bienestar.

Cuidados adicionales y señales de alerta

Incluso los perros con pelaje denso pueden perder su capacidad aislante si el pelo se empapa, por lo que Callaghan recomienda el uso de abrigos impermeables durante los paseos bajo la lluvia. La alimentación también desempeña un papel fundamental en la protección frente al frío. Según ha indicado la experta, “la nutrición también juega un papel clave para ayudar a los perros a sobrellevar el frío. Las comidas preparadas con ingredientes frescos y de alta calidad les brindan la energía y los nutrientes que necesitan para mantenerse calientes y activos”. De este modo, una dieta nutritiva y energética puede ayudarles a conservar el calor y mantener su vitalidad durante los paseos invernales.

En ocasiones, cualquier perro, independientemente de su raza, puede mostrar una sensibilidad especial al frío. Entre los síntomas que pueden alertar de esta situación se encuentran el temblor, la postura encorvada, la cola recogida, la reticencia a caminar, el hecho de levantar las patas del suelo y la búsqueda de calor o contacto. Callaghan ha insistido en que “cuando bajan las temperaturas, los pequeños cambios de comportamiento pueden decir mucho”. La experta recomienda fijarse en el propio perro: “Si parece tenso o ansioso por volver a casa, es mejor acortar el paseo y mantenerlo abrigado”. No obstante, quiere recordar que “los perros pueden disfrutar del invierno tanto como del verano si se les mantiene cómodos y se respeta su rutina habitual”.

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Para proteger a los perros durante el invierno, la experta recomienda optar por paseos cortos y frecuentes en lugar de salidas largas, secar el pelaje y las patas inmediatamente después de cada paseo y utilizar un bálsamo específico para proteger las almohadillas del hielo y la sal. En el hogar, es aconsejable mantener las camas alejadas de las corrientes de aire y procurar que la rutina diaria sea lo más regular posible. Todas estas recomendaciones han sido recogidas por el diario 20 Minutos en su reportaje sobre los cuidados necesarios para perros durante los episodios de frío intenso.