Estos son los 6 errores comunes que suben la factura de la calefacción

Estos meses representa entre un 47% y un 57% del total del gasto energético doméstico en España

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Ha llegado el momento de
Ha llegado el momento de encender la calefacción. (Canva)

El frío ya trae consigo el desafío de mantener caliente el interior de la vivienda sin disparar la factura energética. De acuerdo con estudios realizados por organismos como el Instituto Catalán de Energía y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la calefacción representa entre un 47% y un 57% del total del gasto energético doméstico en España en estas fechas.

Por ello, la eficiencia en el uso de los sistemas de calefacción, junto con algunas buenas prácticas, puede marcar diferencias notables en el importe final del recibo. Sin embargo, ciertos hábitos erróneos siguen presentes en muchos hogares y generan incrementos innecesarios en el consumo.

Estos son los seis errores más comunes que impactan negativamente en la eficiencia y el bolsillo de las familias.

1. Obstruir los radiadores o cubrirlos con objetos

Uno de los errores más extendidos ocurre cuando se impide la circulación óptima del calor generado por los radiadores. Colocar muebles, ropa o cortinas directamente sobre estos aparatos termina bloqueando la distribución homogénea del calor en la estancia.

Además, el hábito de secar ropa directamente sobre los radiadores, común en muchos hogares durante el invierno, no solo incrementa el gasto, sino que puede deteriorar el sistema y favorecer la aparición de humedad en el ambiente.

2. Descuidar el mantenimiento: no purgar los radiadores

Un factor determinante que suele pasar desapercibido es la falta de purgado periódico de los radiadores. El aire puede quedar atrapado en el interior del circuito, generando puntos fríos y una transmisión de calor deficiente. Según la Federación de Gremios de Instaladores de Cataluña, un radiador con presencia de aire muestra claramente partes calientes y frías, lo que delata una pérdida de eficacia.

El proceso de purgado es sencillo y toma apenas unos minutos, pero su impacto es considerable. Cuando el aire ocupa espacio que debería recibir agua caliente, esa porción del radiador no emite calor, forzando a la caldera a trabajar más tiempo. Como consecuencia, el consumo energético se incrementa y la factura sube, incluso aunque se mantengan los hábitos habituales de uso de la calefacción.

El fin de semana tendrá
El fin de semana tendrá temperaturas bajas para la época. (Europa Press)

3. Programar o fijar temperaturas demasiado altas

El manejo incorrecto del termostato representa otro de los grandes errores domésticos. Una creencia extendida afirma que programar una temperatura más alta permite calentar la casa rápidamente, pero los datos demuestran que esto produce únicamente un despilfarro de energía. Cada grado de más respecto a los valores recomendados incrementa el consumo entre un 7% y un 8%.

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades señalan que la temperatura óptima para las viviendas varía entre 18 °C y 21 °C. Y es preferible ajustar la calefacción en el rango inferior durante la noche o cuando la casa permanece vacía. El uso de termostatos programables permite un control más preciso y evita tanto olvidos como subidas innecesarias de temperatura.

4. Ventilar en exceso o en el momento inapropiado

La ventilación resulta indispensable para garantizar la salubridad del hogar y renovar el aire interior. No obstante, la práctica errónea de ventilar durante largos periodos, o en los momentos de máximo frío, deriva en una pérdida significativa del calor acumulado.

La mayoría de los expertos y estudiosos del sector energético coinciden en que bastan entre 10 y 15 minutos de ventilación diaria, preferiblemente en las primeras horas del día, para renovar el aire sin enfriar paredes y muebles.

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5. Gestión inadecuada de estancias y puertas

Muchas familias caen en el error de intentar calentar todo el hogar sin discriminar los espacios realmente utilizados. Calentar habitaciones vacías o poco frecuentadas genera un gasto innecesario que se refleja de manera directa en la factura energética. Lo más eficiente es mantener cerradas las puertas de estas habitaciones y, si fuera necesario, cerrar la válvula de sus radiadores.

Otro hábito contraproducente aparece cuando se apagan radiadores en cuartos no usados, pero se dejan las puertas abiertas. En estos casos, el aire frío de la estancia sin calefacción se mezcla con el aire caliente del resto del domicilio, forzando a los demás radiadores a funcionar a mayor potencia para compensar la pérdida térmica.

6. Falta de aislamiento térmico adecuado

La eficiencia de cualquier sistema de calefacción depende, en gran parte, del nivel de aislamiento térmico de la vivienda. Las fugas de calor a través de ventanas mal selladas, cristaleras simples, marcos metálicos sin rotura de puente térmico o puertas con rendijas, provocan que una parte importante de la energía empleada para calentar la casa se pierda al exterior. Este fenómeno es aún más acentuado en edificios antiguos o en zonas con climatología adversa.

Trucos sencillos como instalar burletes autoadhesivos, utilizar cortinas térmicas o colocar paneles aislantes permiten mejorar la retención del calor y reducir el funcionamiento constante de la caldera.