Susanna Capdevila, abogada familiar: “Esta es la verdad de cómo influye la infidelidad ante la ley”

La especialista en derecho familiar desmiente algunos mitos que existen sobre las condiciones legales que existen una vez procedes con un divorcio

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Esta es la verdad de
Esta es la verdad de cómo influye la infidelidad ante la ley

La abogada Susanna Capdevila ha desmentido un mito común sobre el impacto de la infidelidad en los divorcios, aclarando en un reciente vídeo de TikTok las consecuencias de este factor tan predominante en las rupturas actuales. En un tema que genera gran interés y debate, la experta abordó la cuestión de si la infidelidad puede influir en el resultado de un divorcio o en las condiciones legales de la separación, destacando que, desde el punto de vista jurídico, no tiene ninguna implicación.

Capdevila, conocida por ofrecer consejos legales a través de sus redes sociales, comenzó el vídeo planteando una pregunta que había recibido de sus seguidores: “Bueno, hace unos días os planteaba la cuestión de si en caso de infidelidad en un matrimonio eso podía representar alguna ventaja legal”.

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Pese a que muchos querrían que la realidad fuera otra, la abogada no ha dado buenas noticias a los afectados por esta causa. “No, no. La infidelidad hoy en día no juega ningún papel en separación o divorcio porque no hace falta ni siquiera alegar causa”, afirmó la abogada con rotundidad. Esta declaración es clave para entender cómo funciona la legislación española en cuanto a divorcios y separaciones. Según la ley actual, en el marco de un divorcio de mutuo acuerdo o incluso en uno contencioso, no es necesario argumentar o probar causas como la infidelidad para obtener una separación o disolución del matrimonio.

En la legislación española, desde la reforma del Código Civil en 2005, el divorcio se ha convertido en un procedimiento más simple, y la necesidad de alegar causas como la “ruptura del vínculo matrimonial” o “comportamientos inadecuados” ha sido eliminada. Hoy en día, basta con que uno de los cónyuges solicite el divorcio sin necesidad de justificación alguna. Esto significa que, legalmente, la infidelidad ya no tiene el peso que podría haber tenido en años anteriores, cuando algunos divorcios requerían pruebas de “culpa” para determinar las condiciones del acuerdo.

La moral no tiene ni voz ni voto

Una pareja firmando los papeles
Una pareja firmando los papeles de su divorcio (Freepik)

Capdevila también mencionó que, aunque la infidelidad puede ser un tema que genere discusiones sobre su carga moral, su impacto en el proceso legal de un divorcio es irrelevante. “Así que, eh, puede haber opiniones sobre el carácter, más moral de la cuestión, pero desde el punto de vista legal no tiene ninguna relevancia”, explicó. Esta aclaración subraya la distinción entre los aspectos emocionales o personales de una relación y los aspectos puramente legales en los que se basan los tribunales para resolver un divorcio.

El mensaje de la experta llega en un momento en que, especialmente en redes sociales, hay muchas teorías populares sobre cómo la infidelidad podría influir en la custodia de los hijos, la división de bienes o incluso en la asignación de pensiones alimenticias. Sin embargo, la realidad jurídica es que la ley se centra en criterios más objetivos y prácticos, como el bienestar de los hijos, la separación de bienes y las condiciones económicas de los cónyuges.

En cuanto a la influencia de la infidelidad en la división de bienes, Capdevila recordó que los tribunales no consideran la conducta extramarital como un factor que modifique la repartición de los bienes gananciales o cualquier otra condición económica. De hecho, la decisión sobre la custodia de los hijos y la pensión alimenticia depende de factores como la capacidad de los padres para atender las necesidades de los niños, su disposición para compartir la responsabilidad y el nivel de implicación en la crianza, no de comportamientos que puedan haber tenido lugar durante el matrimonio.