El segundo submarino S-80 construido por Navantia para la Armada ya está en el agua: misiles integrados y capacidad de disuasión

Es la segunda unidad de la serie de cuatro que tendrá las Fuerzas Armadas

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El submarino S82 a flote
El submarino S82 a flote en aguas de Cartagena (Navantia)

El segundo submarino de la serie S-80, bautizado como S-82, ya navega en aguas de Cartagena tras finalizar su proceso de puesta a flote. La unidad de la serie construida por Navantia afronta a partir de ahora una fase crucial con el inicio de las pruebas de puerto, donde técnicos y operarios procederán a comprobar el funcionamiento de todos los sistemas a bordo.

El S-82 es el avance más reciente del programa S-80, el proyecto con el que España busca situarse entre las principales potencias submarinas, siendo uno de los escasos países capaces de diseñar y fabricar sus propio submarinos convencionales de última generación.

A través de este programa estratégico para la defensa y la industria nacional, el S-82 combinará diferentes capacidades. El cronograma de pruebas, realizado en el puerto de Cartagena, servirá para garantizar que los sistemas de navegación, combate, comunicación y propulsión funcionan de manera óptima antes de su entrega oficial a la Armada española.

Archivo. Puesta a flota del submarino S-81 Isaac Peral, en mayo de 2021 (Navantia/Europa Press)

Cómo es el submarino S-82

El submarino está diseñado para ejecutar muchas operaciones militares que abarcan la guerra antisuperficie, la guerra antisubmarina y los ataques contra blancos terrestres. Entre sus capacidades técnicas, destaca la integración de misiles sub-harpoon, torpedos DM2A4 y la posibilidad de emplear misiles Tomahawk.

Sus sensores avanzados permiten al S-82 realizar misiones en aguas someras y adaptarse a operaciones especiales, recopilación de inteligencia, vigilancia y minado secuencial en zonas de interés. El sistema de propulsión proporciona al submarino un alto grado de sigilo bajo el agua, lo que es clave para las misiones encubiertas o de disuasión avanzada.

La dotación del S-82 se completa con una sala de mando y control donde pueden gestionarse tanto la navegación como el conjunto de sistemas de combate y comunicaciones. Desde su maquinaria se coordina el sistema integrado de control de plataforma y el núcleo integrado del sistema de combate, lo que Navantia define como “el cerebro del buque”.

Submarino S82 A flote en
Submarino S82 A flote en Cartagena (Navantia)

Avance para la defensa española

El desarrollo del programa S-80 supone un impacto directo en la economía y la industria nacional. Según la compañía, se traduce en una contribución media anual al PIB estimada en 210 millones de euros y la generación de 5.000 empleos (directos, indirectos e inducidos). Este volumen de actividad beneficia tanto a Navantia como a una amplia red de empresas colaboradoras vinculadas al sector naval y tecnológico.

La capacidad autónoma de construir y mantener submarinos como el S-82 otorga a España una posición estratégica en el ámbito de la defensa y en la industria global de construcción naval. Además del valor operativo para la Armada española, el proyecto refuerza la proyección de la industria nacional hacia futuros proyectos de exportación y desarrollo tecnológico.

De esta forma, esta serie de submarinos se integrará en las Fuerzas Armadas y tendrá un papel muy importante. Los submarinos son un medio fundamental de los actuales ejércitos, por las opciones de ataque, vigilancia, espionaje o defensa que ofrecen. La Armada tendrá en total cuatro unidades de este vehículo marítimo, con el año 2028 como fecha marcada para terminar su incorporación.