Comentarios sexistas, proposiciones indecentes y contacto no deseado: la mitad de las enfermeras y fisioterapeutas sufren acoso en el trabajo

Más del 80% de los profesionales no denuncia estas situaciones por desconocimiento o falta de confianza en el sistema

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Imagen de una enfermera (Freepik)
Imagen de una enfermera (Freepik)

Una de cada dos enfermeras y fisioterapeutas han sufrido alguna forma de acoso sexual en el trabajo. Es la conclusión principal de la Encuesta por acoso sexual y por razón de sexo elaborada por el sindicato SATSE, en la que han participado cerca de 7.400 profesionales de toda España. “Los datos demuestran que el acoso sexual y el acoso por razón de sexo, desgraciadamente, están presentes en los entornos de trabajo en donde ejercemos nuestras profesiones”, ha expresado la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, durante la presentación del informe.

El trabajo del sindicato ha recopilado las respuestas de 7.387 enfermeras y fisioterapeutas. La mayoría de las participantes eran mujeres (84,41%) de entre 45 y 54 años (34,54%) que trabajan principalmente en la atención especializada (63,17%). Los resultados muestran que una de cada dos sanitarias han sufrido comentarios y/o chistes sexistas ofensivos y el 27,2% se han sentido menospreciadas o han sufrido condescendencia.

Tres de cada diez encuestadas han sufrido alguna invasión deliberada de su espacio personal y al 22% le han intentado tocar o rozar, situaciones que para otro 22% han escalado hasta el contacto físico no deseado (una mano en la cintura, abrazos, tocamientos en zonas sensibles o íntimas...). Además, el 11% de las encuestadas confiesa haber experimentado proposiciones no deseadas para tener una cita y/o actividad sexual, a pesar de sus intentos de disuasión.

Las profesionales sanitarias también se sienten acosadas por razón de sexo: el 37% dice haber sido tratada de manera diferente por ser mujer, el 31% ha escuchado historias o bromas sexuales que le resultaron ofensivas. Pero el acoso laboral no está exclusivamente dirigido a ellas: “Una superior, sin ningún pudor, entró al vestuario de hombres sin avisar, haciendo comentarios ofensivos, insultantes y humillantes”, revela uno de los 1.500 testimonios anónimos recibidos en la encuesta de SATSE. Los varones, además, son conscientes de la discriminación que sufren sus compañeras: “Al ser hombre, he percibido trato discriminatorio hacia algunas compañeras. He sentido que me han tratado con más respeto por el hecho de ser hombre”, confiesa un trabajador anónimo.

Silbidos, piropos ofensivos y comentarios fuera de lugar parecen estar a la orden del día para estos profesionales: el 43,4% asegura haber sufrido este tipo de situaciones o similares entre 2 y 5 veces a lo largo de su carrera y un 25,2% las ha experimentado más de 10 veces en su vida laboral. El 60% de los casos, además, se han dado en los últimos tres años, lo que evidencia que el problema sigue presente en la actualidad.

Pacientes y compañeros de distinta categoría, los agresores

Laura Villaseñor, presidenta de SATSE,
Laura Villaseñor, presidenta de SATSE, y Carmen Guerrero, responsable de políticas de Igualdad del sindicato, durante la presentación de la encuesta sobre acoso sexual. (SATSE)

La encuesta ha recogido más de 1.500 testimonios anónimos que dan cuenta de las situaciones que viven en el sector sanitario. Entre las mujeres, las agresiones provenían principalmente de hombres (86%), mientras que los enfermeros y fisioterapeutas recibían estos comportamientos indistintamente de hombres y mujeres (43,35%).

Las víctimas han señalado que los pacientes son los responsables del 60% de las agresiones -“En una visita domiciliaria, se acercó físicamente a mí de una manera totalmente inapropiada“; ”Preguntarle al paciente que si necesita algo y contestarte que un beso, sin venir a cuento y con una actitud grosera“; ”Un paciente veía contenido sexual mientras le ponían la medicación“-. No obstante, los compañeros de otra categoría laboral también han ejercido algún tipo de violencia contra los propios trabajadores: ”Un superior en una guardia intentó besarme y mantener relaciones conmigo. No volví a hacer guardias para no tener que verlo“; ”Un tutor en mi etapa de práctica hospitalaria me realizaba tocamientos, miradas y acercamientos obscenos“; ”Al explicarme diferentes técnicas de enfermería, había tocamientos y roces en diferentes partes de mi cuerpo que no veo necesarias para la explicación“, denuncian en respuestas anónimas.

Más del 80% no denuncia el acoso

Pese a la alta prevalencia de estas situaciones en el entorno laboral, el 84,84% de los encuestados afirma que no pusieron en conocimiento del centro ni denunciaron el acoso vivido. “Los principales motivos por los que no se comunica son la falta de confianza en la eficacia del procedimiento, en un 34,52%, y el desconocimiento del procedimiento y sus derechos al respecto, en un 39,54%”, ha explicado Carmen Guerrero, responsable de políticas de Igualdad de SATSE. De hecho, solo el 18,8% afirma haber recibido información sobre protocolos de actuación frente al acoso sexual. Estos datos “absolutamente demoledores” revelan, según Guerrero, la importancia de “que haya una sensibilización y una información hacia los y las profesionales” en un sector que es “especialmente vulnerable”.

“Son profesiones eminentemente feminizadas, que históricamente llevamos arrastrando estereotipos y estigmas sexuales”, ha denunciado Villaseñor. Estos factores se unen al contacto directo con el paciente que exigen las profesiones del cuidado, que “hace que haya personas que den por hecho que pueden hacer este tipo de comportamientos”, ha remarcado. La secretaria de SATSE ha reclamado tomar “medidas preventivas” y “urgentes” que promocionen “una cultura de tolerancia cero al acoso”, mediante la formación de los profesionales y la aplicación de los protocolos existentes. Asimismo, el sindicato exige considerar el acoso como riesgo psicosocial, la protección de las víctimas frente a las represalias, el acceso al apoyo psicológico y la asesoría jurídica en caso de que sea necesario.