Ansiedad, acoso escolar y agresiones sexuales: la radiografía de los problemas de niños y adolescentes en España

Un estudio de la Fundación ANAR a partir de las peticiones de ayuda de familiares o miembros del entorno muestra los problemas de la infancia que han afectado a casi 60.000 menores en los últimos 5 años

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Imagen de recurso de un
Imagen de recurso de un niño en el colegio. (Europa Press)

Casi 60.000 menores se han visto en la situación de necesitar ayuda en los últimos 5 años. Son los datos que arroja el análisis realizado por la Fundación ANAR sobre las llamadas y consultas recibidas en su Teléfono/Chat de la Familia y los Centros Escolares entre 2019 y 2024 publicado este martes. En concreto, 59.616 menores de edad han sido atendidos gracias a las 89.411 peticiones de ayuda realizadas por personas adultas. La mayoría de estas consultas se refieren a menores de 10 años, cuyos familiares o miembros del entorno más cercano se han preocupado por su bienestar. Y lo han hecho por razones que van desde la violencia física hasta el maltrato en el entorno escolar, la ideación suicida o los problemas de salud mental.

Las consultas referidas a menores de 10 años son, con más frecuencia, por violencia ejercida contra ellos pero también por problemas relacionados con el colegio, el abuso sexual y cuestiones jurídicas o sociales. En cambio, las solicitudes de ayuda en relación a menores más mayores están relacionadas con problemas de salud mental mayoritariamente. Los problemas de violencia contra un niño o adolescente que afectan en mayor medida a los menores de 10 años y están relacionados con maltrato psicológico, abandono y violencia de género. Por el contrario, respecto a quienes tienen 10 años o más, las consultan tratan sobre situaciones de acoso escolar o ciberacoso, agresión sexual, agresiones extrafamiliares, grooming o sexting, expulsión del hogar, pornografía y prostitución. Estos datos, recogidos en el estudio “Escuchando a la infancia desde la voz adulta (2019-2024)”, elaborado por el Centro de Estudios e Investigación ANAR, reflejan la magnitud y la persistencia de los problemas que afectan a la infancia en España.

Las consultas son diferentes en función del género. En el caso de las niñas y adolescentes mujeres, el 63% de las consultas han estado relacionadas con situaciones de violencia, siendo el maltrato físico o psicológico (38%) y la agresión sexual (20%) los motivos más habituales. En este sentido, la Fundación ANAR ha advertido de un aumento de las peticiones de ayuda por agresiones sexuales en los últimos años, que afectan a edades cada vez más tempranas y presentan mayor gravedad, incluyendo agresores también de menor edad. Por otro lado, las consultas sobre varones han estado más asociadas a problemas de salud mental (19%), especialmente problemas de conducta (45%) y otros problemas psicológicos (25%), entre los que destacan los relacionados con pautas educativas o evolutivas (25%), ansiedad (18%) y agresividad o ira (14%).

Más medidas contra el bullying. La Asociación No al Acoso Escolar reclamando ante el Congreso medidas de prevención contra este problema. Desde esta organización alertan de las dificultades que provoca y piden más formación de los profesores para detectar casos.

Las señales de que algo no va bien

Los 20.320 niños y niñas menores de 10 años que han sido ayudados durante este periodo constituyen el grupo más vulnerable, con una exposición significativa a riesgos graves y persistentes. Dentro de este colectivo, predominan los varones de corta edad (seis años de media) que crecen en familias monoparentales, principalmente junto a la madre. La violencia contra el menor es el motivo principal de consulta (70%), con especial incidencia del maltrato físico, psicológico o emocional, el abandono, la agresión sexual y la violencia de género. Otros motivos de consulta incluyen problemas jurídicos (6%), conflictos familiares como separaciones y custodias (6%) y situaciones de pobreza infantil (2%).

Como ha señalado, Benjamín Ballesteros, director técnico de Fundación ANAR: “Los menores de 10 años son el grupo más especialmente vulnerable, por ello, es importante reforzar la detección temprana, la respuesta multidisciplinar y el acceso a recursos terapéuticos y jurídicos, así como fortalecer los apoyos a familias monoparentales y los mecanismos de prevención de la violencia en la primera infancia”. En este sentido, destaca que dato especialmente preocupante es que el 69,1% de los menores por los que se solicita ayuda no ha recibido tratamiento psicológico, una cifra que se eleva al 75,5% en el caso de los menores de 10 años.

Entre los problemas de salud mental, en este grupo de menores, destacan la ansiedad, y la detección de síntomas como la encopresis (incontinencia fecal), la enuresis (incontinencia urinaria), el miedo y trastornos del sueño. Son indicadores de que algo no está bien, pero a niños les cuesta verbalizarlo. La aparición de enuresis o encopresis, explican desde ANAR, implica una somatización, regresión a etapas previas del desarrollo generadas por el miedo o ansiedad que les pueden estar produciendo las situaciones que estén viviendo.

Cronicidad, gravedad y perfil de los adultos que solicitan ayuda

La mayoría de los problemas por los que las personas adultas han contactado con la Fundación ANAR presentan una frecuencia diaria (62%) y una duración superior a un año (59%). Además, el 67% de los casos analizados muestra una gravedad alta y el 53% una urgencia elevada. Sonsoles Bartolomé, directora del Departamento Jurídico de las Líneas de Ayuda ANAR, ha resaltado la importancia de la implicación tanto de los profesionales como de los adultos del entorno para detectar situaciones de alto riesgo. Y subraya que, entre 2019 y 2024, la Fundación ANAR ha tenido que realizar 16.865 intervenciones graves en colaboración con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Servicios Sociales y Servicios de Protección a la Infancia y la Adolescencia.

Las madres, las más atentas

Las madres suelen implicarse de forma activa, los padres reaccionan a posteriori, los docentes y técnicos actúan como mediadores profesionales y los desconocidos tienden a realizar denuncias espontáneas. En concreto, el 83,2% de quienes han contactado son familiares directos de los menores afectados, destacando las madres (57%), seguidas de los padres (15,4%) y otros familiares (10,9%). Pero también hay consultas de profesionales, como profesores o pediatras. De hecho, durante el periodo analizado, se ha observado un aumento de las consultas realizadas por estos miembros del entorno de los menores, que han pasado del 3,9% en 2019 al 5,9% en 2024.

En cuanto a las razones, son principalmente madres las que han contactado por cuestiones relacionadas con la violencia hacia un menor (60%), especialmente en casos de maltrato físico o psicológico y agresión sexual, así como por problemas de salud mental (19%), en su mayoría asociados a problemas de conducta. Los padres llamar por otros motivos. Consultan en mayor proporción de forma reactiva por cuestiones como problemas jurídicos o la desaparición de un menor (23%).

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