El rey Juan Carlos revela su última conversación telefónica con la princesa Leonor: “Me emocioné cuando Felipe me la pasó”

El exmonarca comparte en sus memorias una de las pocas llamadas que su hijo le ha hecho desde que se marchó a Abu Dabi

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El rey Juan Carlos y
El rey Juan Carlos y la princesa Leonor, en montaje de Infobae. (Fotos:Europa Press)

El distanciamiento del rey Juan Carlos y parte de su familia ha sido evidente en los últimos años y se constata con el relato del emérito en sus memorias. El padre de Felipe VI no oculta sus desavenencias con la reina Letizia o su falta de contacto con las hijas del actual monarca, revelando episodios como la única conversación telefónica que tuvo con la princesa Leonor.

Según cuenta el exmonarca en Reconciliación, su único contacto telefónico con su nieta se produjo en el verano de 2021, justo antes de que la heredera pusiera rumbo a Gales para estudiar Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College.

La publicación de aquel diálogo, escaso y cargado de significado, sirve para evidenciar tanto la distancia física como el distanciamiento emocional que atraviesa la familia real, según el propio testimonio de Juan Carlos.

El ex jefe del Estado relata en sus memorias que una de las pocas veces que su hijo, el rey Felipe VI, le telefoneó desde España desde su marcha a Abu Dabi, le pasó el teléfono a la princesa Leonor. La heredera, entonces a punto de iniciar sus estudios en Gales, quiso comunicarle personalmente sus buenas notas y su inminente marcha a un colegio UWC. El propio emérito confiesa: “Me emocioné cuando me pasó por teléfono a su hija mayor, Leonor, que quería anunciarme ella misma sus buenas notas y su próxima partida hacia Gales”.

Este gesto tuvo un significado especial para Juan Carlos I, quien recuerda con orgullo su vinculación con la red de colegios UWC, de la que fue presidente de honor en España a petición de Lord Mountbatten. La breve llamada supuso para el abuelo un momento de ternura y orgullo, devolviéndole, aunque solo fuera por unos instantes, la sensación de pertenecer al futuro de la familia real.

Distanciamiento familiar

En sus memorias, Juan Carlos reconoce que las pocas llamadas de su hijo le han reconfortado enormemente, pero también ha dejado claro que la comunicación directa con Leonor es excepcional y siempre mediada por Felipe VI. Tras esa charla, las comunicaciones entre abuelo y nieta han cesado, y los reencuentros se han limitado a celebraciones privadas, como la del 18º cumpleaños de la princesa en octubre de 2023, donde el emérito acudió acompañado de la reina Sofía e Irene de Grecia.

En sus memorias, el rey emérito ha descrito la incomodidad y la frialdad que han presidido los encuentros familiares recientes. Narra, por ejemplo, una comida en Zarzuela en la que participó junto a la infanta Elena, sus nietos Victoria Federica y Froilán, la princesa Irene, la reina Letizia y la infanta Sofía. Sobre ese almuerzo, ha señalado: “No hubo platos ni vinos especiales, solo una comida sencilla para el invitado en que me había convertido”.

El rey Juan Carlos, llegando
El rey Juan Carlos, llegando a la celebración del 18º cumpleaños de la infanta Leonor en 2023. (EFE/Javier Lizón)

El trasfondo de esta situación se encuentra en la relación entre Juan Carlos I y la reina Letizia, cuya entrada en la familia real “no ayudó a la cohesión” de las relaciones familiares, según apunta el emérito. Juan Carlos insiste en que nunca ha querido interferir en las decisiones de su hijo, pero lamenta que su nuera nunca haya aceptado su invitación a dialogar: “Le repetí: ‘La puerta de mi despacho está siempre abierta’. Pero nunca vino. Nuestro desacuerdo personal no debía reflejarse en nuestra acción institucional. Hice todo lo posible por superar nuestras diferencias. Porque el éxito de la pareja principesca era una garantía para el futuro de la Corona”, relata en el libro.

El distanciamiento con Felipe VI también queda patente en otros pasajes de las memorias. Juan Carlos expresa su decepción por la frialdad de su hijo durante su primera visita a España tras instalarse en Abu Dabi, y recuerda cómo el actual monarca le transmitió, en tono distante, la petición del Gobierno de que no regresara para los campeonatos de vela. “Me pregunté dónde habían quedado su ternura, su compasión. Ya no era el joven sonriente y amable de antes. El peso de la Corona lo había cambiado”, sentencia el emérito.