El patrimonio vacío de Encarnita Polo: de generar millones a vivir con su hija en Ávila por no tener casa

La cantante falleció el pasado viernes, 14 de noviembre, a los 86 años, supuestamente a manos de un compañero de su residencia

Guardar
Encarnita Polo en imagen de
Encarnita Polo en imagen de archivo (Europa Press)

La muerte de Encarnita Polo, ocurrida en la madrugada del 14 de noviembre en la residencia Decanos de Ávila, ha devuelto a la conversación pública el nombre de una artista que durante décadas formó parte del paisaje musical español. La policía investiga el caso como un posible homicidio por estrangulamiento cometido presuntamente por otro residente recién ingresado, un desenlace tan inesperado como doloroso para una figura que, pese a vivir alejada de las cámaras, seguía ocupando un lugar en la memoria emocional de varias generaciones.

Encarnita Polo vivió un ascenso fulgurante en los años sesenta y setenta, cuando su presencia en galas televisivas y programas musicales era habitual. Aquella época de trabajo constante le aportó estabilidad y reconocimiento. Sin embargo, con el tiempo, la maquinaria del espectáculo dejó de girar a su favor.

Según publica Vanitatis, la artista fue encadenando tropiezos económicos. Primero perdió la vivienda en la que había pasado gran parte de su vida, tras un proceso judicial que culminó en un desahucio. Poco después llegó uno de los reveses más duros: el escándalo de las participaciones preferentes, donde invirtió entre 70.000 y 90.000 euros. Como tantos pequeños ahorradores, creyó que se trataba de un producto seguro y terminó atrapada en una crisis financiera que vació sus cuentas. Aunque la mayoría de afectados logró recuperar el dinero con el tiempo, nunca se supo si ella consiguió resarcirse totalmente.

Encarnita Polo, en el videoclip
Encarnita Polo, en el videoclip de 'Paco, Paco, Paco'. (YouTube)

Su situación la obligó a empeñar joyas y objetos personales en el Monte de Piedad, intentando estirar unos recursos cada vez más escasos. A ello se sumaba su frustración con ciertos programas de televisión que, según denunciaba, la invitaban sin ofrecerle remuneración. Esa falta de reconocimiento la desanimaba y, poco a poco, fue alejándose de la vida pública.

Años después, un fenómeno inesperado la devolvió fugazmente al foco mediático. La mezcla de su célebre Paco, Paco, Paco con imágenes de un videoclip de Beyoncé se volvió viral en internet, convirtiéndose en uno de esos episodios curiosos que las redes rescatan sin previo aviso.

Sin embargo, ese renacer no tuvo traducción económica. No generó derechos de autor ni nuevas oportunidades laborales. Fue un homenaje involuntario del mundo digital, pero no una solución a su precariedad. En lo práctico, su vida continuó igual, marcada por una ausencia casi total de ingresos regulares, explica Vanitatis.

Ante este panorama, decidió trasladarse a Ávila, donde el coste de vida era más asumible y donde vivía su hija Raquel, fruto de su matrimonio con el músico argentino Adolfo Waitzman, con quien se casó en 1969 y se separó una década después. Raquel se convirtió en su principal apoyo y cuidadora durante años.

Encarnita Polo, en 'Socialité'. (Mediaset
Encarnita Polo, en 'Socialité'. (Mediaset España)

Un ingreso inevitable y un epílogo desconsolador

A principios de 2025, con el deterioro físico y cognitivo avanzando, la familia optó por ingresar a Encarnita en la residencia Decanos. Fue una decisión difícil, pero necesaria para garantizarle cuidados profesionales continuos. Allí residía desde hacía apenas unos meses cuando ocurrió el trágico suceso que ahora investiga la policía.

El final de su trayectoria vital llegó sin patrimonio. No tenía propiedades, ni tampoco actividad empresarial vigente: la sociedad con la que gestionó su carrera, Kelly Media SL, había quedado disuelta en 2004. Años después, Hacienda la dio de baja provisional por incumplimientos y, en 2022, la Agencia Tributaria revocó definitivamente su NIF, dejando a la compañía sin posibilidad legal de operar.

Ahora, su entierro deja un detalle significativo: una corona enviada por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Ávila, un gesto que apunta a un deterioro progresivo que su entorno nunca quiso airear públicamente y que la familia no había comunicado.

Encarnita Polo, en 'First Dates'.
Encarnita Polo, en 'First Dates'. (Mediaset España)