Antonio Martínez, abogado: “Un acierto al hacer testamento es dejar bienes concretos a cada hijo y dejar la vivienda solo a uno”

El socio fundador del bufete Martínez Lafuente Abogados considera que el testador debe evitar que existan muchos copropietarios de la herencia porque “compartir propiedades acaba siendo una fuente de problemas familiares”

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Antonio Martínez, socio fundador de
Antonio Martínez, socio fundador de Martínez Lafuente Abogados. (Foto: Alejandra Suárez)

Redactar correctamente el testamento es la mejor garantía para evitar conflictos familiares entre los herederos, asegura Antonio Martínez, socio fundador del bufete Martínez Lafuente. A su juicio, lo primero que tiene que hacer el testador es saber qué patrimonio tiene y distribuirlo de manera equitativa.

Sobre todo debe evitar que existan muchos copropietarios porque “compartir propiedades acaba siendo una fuente de problemas entre la familia, salvo que haya una relación muy estrecha entre los hermanos”. Reconoce que los herederos ante determinadas situaciones “pierden el norte y muchas veces discuten y se pelean hasta por una vajilla o unos tenedores”.

Para evitar enfrentamientos, los testadores deben planificar bien el testamento, pero lo normal es que “dejen todo para el final”, reconoce Martínez, lo que les lleva a repartir sus bienes por partes iguales entre los herederos. Esta es una mala estrategia, reconoce el abogado, ya que lo mejor, en su opinión, es “atribuir bienes concretos a cada heredero para evitar discusiones y que no se peleen a causa de que deben compartir propiedades que no quieren compartir”.

Si los conflictos ya se han desatado, la mejor forma de solucionarlos, en opinión de Martínez, es “negociar”: “Lo primero que tienen que hacer los herederos es procurar llegar a un acuerdo y repartirse los bienes”.

Antonio Martínez, abogado: "Dejar en herencia un piso a todos los hijos puede degenerar en el heredero okupa"

La vivienda, solo para uno, cuando se pueda

Uno de los bienes que más problemas genera al dejárselo a varios hijos es la vivienda familiar, lo que puede derivar en el “heredero okupa”, explica el abogado. Sobre todo cuando hay uno que está viviendo en la casa o se queda a vivir en ella porque no tiene otra, por lo que recomienda dejar la casa a uno de los hijos, siempre que se pueda, y el resto de los bienes a los demás de forma equitativa.

Y es que dejar la vivienda a varios herederos, “siempre acaba mal porque el que está en la casa no se quiere ir y los hermanos quieren que se vaya. Es una situación siempre conflictiva”, subraya Martínez. En estos casos la mejor estrategia es llegar a un acuerdo: “Que el okupa compre la casa a los hermanos. Es la manera que hay de resolver ese conflicto. Si se enroca y sigue en la casa, no queda ya más remedio que echarlo, porque jurídicamente se trata de una okupación”, apunta.

En el caso de no llegar a un acuerdo, el abogado propone otra solución”, pero cree que “no es la más recomendable porque con ella siempre se pierde dinero”. Consiste en vender la parte de la casa que tiene cada hijo a un fondo de inversión o a una empresa que compre ese tipo de propiedades.

También puede llevarse a cabo una extinción judicial del condominio, explica Martínez. Es decir, hacer una venta en la vía judicial. El problema que tiene esto es que “la valoración del inmueble siempre va a ser muy inferior al valor de mercado. Pero es, digamos, la opción de urgencia que se puede tener en estos casos si el heredero okupa se enroca en la casa y no se quiere ir”, señala.