España arrasa 0-4 a Georgia y prácticamente sella su pase para el Mundial de Estados Unidos 2026

Dos goles de Oyarzabal, uno de Zubimendi y otro de Ferrán hacen una tarde de lujo en Tiflis

Guardar
España arrasa a Georgia y
España arrasa a Georgia y está a un partido de sellar el pase al Mundial. (X/Selección Española)

España tenía una salida difícil a Tiflis. El terremoto Lamine Yamal y su salida express de la concentración, sumado a la inesperada lesión de Dean Huijsen, podían haber desconcentrado a los 23 de De la Fuente. Nada más lejos de la realidad. La Roja pasó como una apisonadora por el Boris Paichadze. Georgia no pudo más que montar su línea en la frontal del área y esperar las embestidas de los Oyarzabal, Zubimendi y Ferrán.

La posesión se quedó desde el primer segundo en las botas de los españoles. Desde el pitido inicial, España salió dispuesta a llevarse los tres puntos. Georgia no se jugaba nada. Tal vez la falta de presión podía hacer que los mejores mostraran su mejor versión. Pero los balones no llegaban a Kvarastskhelia. Todo lo contrario para España. En una jugada que terminó con Baena pisando el área, un centro raso que se paseó sin que Mamardashvili pudiera llegar a él y Ferrán lo devolviera al corazón, empezó todo. No sin antes tropezar con el brazo del defensor. Apareció el chivato, que llamó al colegiado. Mano extendida en posición antinatural. Penalti claro que transformó Oyarzabal. Fuerte, raso, abajo a la derecha, engañando al portero. Era el primero, la sensación eran de que quedaban muchos por llegar.

Y así fue. Diez minutos después, otra jugada, esta vez por el medio, Fabián ve el desmarque de Zubimendi entre centrales. Como si se tratara de su posición, un control exquisito y una ‘picadita’ que hacía completamente inútil la salida a la desesperada de Mamardashvili para achicar espacio. Llegaba el segundo y España disfrutaba. Puñetazo sobre la mesa del jugador vasco. El balón de oro (Rodri Hernández) va a servir de poco como el ‘guner’ siga así. Pasaba la media hora de juego y Georgia parecía despertar. Dos saques de esquina seguidos que no hacían preocupar a Unai Simón. Sí, Unai, que hoy lucía brazalete, aunque muy pocas veces se le ha podido ver.

La 'picadita' de Zubimendi. (X/Selección
La 'picadita' de Zubimendi. (X/Selección Española)

En mitad del despertar de Georgia, otra jugada combinativa de España, de esas que recuerdan al tiki-taka, aparece Fabián, que encuentra abierto a Baena, este ve el desmarque de Oyarzabal y el último centra a Ferrán, que solo tiene que presentar el pie. Caía el tercero. Georgia estaba en la lona. Los dos equipos querían llegar cuanto antes al descanso.

No obstante, el guion no iba a cambiar. Salía Porro y entraba Marcos Llorente. Piernas frescas para anular por completo a la máxima amenaza. España continua con su plan y Georgia, K.O., esquivando golpes y achicando balones. Los georgianos mostraban coraje, pero la calidad de los futbolistas españoles era muy superior. A pesar de ello, la posesión ya estaba más repartida. Y en esas salidas a la contra, Georgia encontró su primer disparo a puerta. Unai lucía el barazalete por primera vez.

Y a diferencia del poco peligro que llevaban los ataques de Georgia, España encontró el cuarto. Un descarado Fermín, que apenas llevaba segundos en el campo, se asocia con Baena, este con Ferrán, que devolvía el favor del tercero a Oyarzabal. Era su doblete. Poco después el cartelón mostraba su dorsal. No iba a recibir su ovación, pero si el partido hubiese sido en La Cartuja se hubiera dado un buen baño de masas. Entraba Borja Iglesias, que nada más entrar tuvo la misma que Zubimendi, pero prefirió fusilar a Mamardashvili, quien paró. El fallo tenía ataque de vuelta. La primera jugada de peligro de los locales, pero respondió a las mil maravillas Unai Simón.

Afición de España en Georgia.
Afición de España en Georgia. (X/Selección Española)

El partido estaba sentenciado. Se fue adormeciendo con el paso de los minutos finales. Solo un susto que se estrelló en la madera arrancó la sonrisa de Unai. Una carambola entre Llorente y Cubarsí a la que respondieron Baena con un boleón y un rechace de Borja Iglesias que se fue alto. El partido estaba sentenciado, pero el árbitro decidió añadir lo mismo que en la primera parte. No obstante, no dejó ni que se cumpliera el final del descuento. España sella así su pase virtual al Mundial. Salvo una derrota de siete goles o más, España estará en Estados Unidos 2026.