Blas Martín, dueño de un taller: “Tengo que pagar lo mismo por una persona de prácticas que por otra que tiene 20 años de experiencia”

España terminó 2024 con 89.189 vacantes en oficios manuales según el SEPE: Blas Martín, propietario de un taller en Granada, confirma la dificultad que tienen empresas como la suya para encontrar personal

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Blas Martín, dueño de un
Blas Martín, dueño de un taller: “Tengo que pagar lo mismo por una persona de prácticas que por otra que tiene 20 años de experiencia” (Montaje Infobae)

El relevo generacional se ha convertido en un reto de primer orden para España. El país, que prácticamente encabeza la tasa de paro en la Unión Europea y mantiene un desempleo juvenil del 23%, cerró el cuarto trimestre de 2024 con 89.189 vacantes de empleo. Así lo señala el Observatorio de Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), situando en el centro del debate la dificultad para cubrir trabajos esenciales.

Oficios difíciles de cubrir y obstáculos en la formación

La escasez de mano de obra se nota especialmente en profesiones como camarero, cocinero, conductor de camiones, albañil y personal de limpieza. Sin embargo, el problema también afecta a oficios técnicos o industriales menos visibles, como el de soldador. Así lo relata Blas Martín, responsable de un taller de carpintería metálica en Granada, quien reconoce la dificultad de atraer nuevas incorporaciones. Durante una entrevista en el podcast Sector Oficios, explica: “Los jóvenes dicen que no van a venir a trabajar aquí por 1.200 euros, pero no tienen en cuenta que a los tres meses puede subir a 1.500 euros y al siguiente año puedes cobrar 1.700 o 1.800 euros”.

Martín insiste en que las pequeñas empresas hacen esfuerzos económicos importantes para sostener la plantilla. “A mí me encantaría pagar 2.000 euros. Si el chaval me saca el trabajo adelante, a mí no me importa pagar 2.000 euros, pero tiene que sacarlo. Lo que no puedo hacer es sacarme el dinero de mi bolsillo para pagar”, explica. Según su experiencia, los costes no terminan en el salario: “Un seguro de un peón son casi 1.000 euros y tengo que pagar lo mismo por una persona de prácticas que por otra que tiene 20 años de experiencia”.

Esta situación deriva en que muchos talleres prefieran contratar a personal experimentado en lugar de apostar por aprendices. Los costes son parecidos, pero la rentabilidad es mayor si la persona rinde de inmediato. Pese a ello, Martín destaca que el sector ofrece condiciones bastante competitivas si se compara con otros oficios. “Está muy bien pagado”, asegura, recomendando que quienes inician su carrera sean pacientes porque “después mejora y el horario es cómodo, con los fines de semana libres”. No obstante, la falta de candidatos sigue marcando la tónica general: “No hay gente”, resume.

Frente a la imagen extendida de que los jóvenes rehúyen el trabajo manual o industrial, Martín reconoce casos positivos: en su propio taller cuenta con un trabajador en prácticas de 26 años a quien describe como “apañado” y con buena destreza para las tareas exigidas en el oficio de soldador.

Otro de los puntos que señala Martín durante la charla es la calidad de la formación. Se muestra crítico con los cursos que otorgan títulos rápidamente sin apenas experiencia real en el taller. A su juicio, es fundamental que los recién llegados realicen prácticas con profesionales antes de aspirar a un salario de trabajador ordinario. Para el sector, la apuesta sigue siendo lograr atraer, formar y retener a una nueva generación que continúe con estos oficios que sostienen el día a día de la economía.