Cómo perdieron los saharauis la nacionalidad española en 1976 y cómo intentan recuperarla ahora frente al rechazo del PSOE

Tras los Acuerdos de Madrid, muchos perdieron la condición de españoles y este año Sumar ha tratado de impulsar una ley que facilite los trámites

Guardar
Nacionalidad española para los saharauis
Nacionalidad española para los saharauis (Montaje Infobae España)

Este viernes se cumplen 50 años del momento en el que España firmó el acuerdo que desencadenó en el control marroquí de los territorios saharauis. Hasta 1975, el Sáhara Occidental era la provincia número 53, un territorio bajo autonomía española pero con derecho, según la ONU y bajo el propio reconocimiento del Estado español, de autodeterminación. Sin embargo, lo que el rey de Marruecos, Mohamed VI, inició con la Marcha Verde, concluyó con un intercambio de las tropas y administraciones españolas por las marroquíes.

El Sáhara dejó de tener su identidad española, pero no lo hizo por decisión propia. Primero, con la ‘Operación Golondrina’, los ciudadanos españoles volvieron de formar rápida y progresiva a la Península Ibérica y el archipiélago canario. A la pérdida del contacto diario con españoles le sucedió la pérdida de la nacionalidad de muchos de los nativos del Sáhara Occidental.

Un decreto publicado en 1976 permitía a los saharauis solicitar la nacionalidad, pero con un plazo muy complicado y una serie de trámites burocráticos que dejaron sin margen a muchos de ellos. Todavía en 2025 hay personas que nacieron en el territorio cuando era autonomía española y que no han logrado hacerse con la certificación para ser españoles.

Pérdida de la nacionalidad en 1976

España firmó los Acuerdos de Madrid con Marruecos y Mauritania el 14 de noviembre de 1975 y una semana después murió Francisco Franco. Es evidente que, en ese momento, el futuro del enclave norteafricano quedó totalmente desplazado por la muerte del dictador y la llegada al poder de su relevo.

De esta forma, al año siguiente, los españoles en el Sáhara prácticamente habían desaparecido. Con este contexto, surgió la duda de qué ocurría con los nativos que habían nacido sobre un suelo de dominio español en aquel momento, pero que ya no lo era. Un joven sistema que trataba de diseñar una democracia impulsó un decreto para regular su situación, pero, en muchos casos, la acabaron complicando.

En febrero de 1976, el Gobierno reconoció el derecho a optar por la nacionalidad española a los naturales del Sáhara tras la descolonización oficial, a través del Real Decreto 2258/1976. Los interesados debían solicitarlo ante el Registro Civil o el Consulado, presentando la documentación correspondiente. Tenían un plazo máximo de un año para realizarlo o, de lo contrario, perderían esta posibilidad.

Sin embargo, se convirtió en un trámite imposible para muchos de ellos. España se había retirado del Sáhara y con ella todas sus instituciones. Para poner a disposición de la administración sus documentos, tenían que trasladarse hasta la península, algo inviable para la mayoría de los saharauis, tanto por motivos económicos como por el nuevo control establecido por Marruecos.

Albares niega "teorías extrañas" de nuevas cesiones a Marruecos sobre el Sáhara.

Propuesta de nacionalidad rechazada por el PSOE

De esta forma, en los últimos 50 años han existido muchas denuncias públicas de asociaciones y nativos de forma individual que exigen la nacionalidad. Hasta este año, no se había logrado un claro avance. Solo podían sujetarse a los procesos habituales de cualquier persona del extranjero. Ni siquiera tenían la condición de “carta de naturaleza” que reduce los tiempos por casos concretos, como el de los descendientes de los sefardíes, o las facilidades que se dan a personas de países con un pasado común, como los nacidos en Guinea Ecuatorial.

El pasado mes de marzo, Sumar presentó una proposición de ley para dar la nacionalidad española a los saharauis nacidos antes de 1976. La idea, impulsada por la diputada de origen saharaui Tesh Sidi, buscaba facilitar la obtención, otorgando la condición que tienen los judíos con raíces en la península y reduciendo los plazos de 10 a dos años a los nacidos bajo la autonomía de España, y a cinco para sus hijos.

El Congreso de los Diputados aprobó la propuesta con los votos a favor de todas las formaciones, salvo el PSOE, que lo rechazó por su cercanía a la autonomía marroquí desde el cambio de postura de 2022, y Vox, que se abstuvo. Desde entonces, la puesta ha quedado estancada en la definición jurídica. Hace algo más de una semana, Sumar, en palabras de Tesh Sidi, acusó al PSOE de bloquear la ley.

De esta manera, los saharauis nativos y sus descendientes siguen luchando por una nacionalidad que facilitaría su estancia en España. Con territorios perdidos ante la llegada de Marruecos y con los campamentos de Tinduf, en Argelia, como alternativa, poder ser ciudadanos españoles les daría una vía que, aunque no es la que desean muchos de ellos -pues quieren pelear por su independencia- abriría una puerta a una vida más sencilla.