Àlex Ginés, la española que dejó su rutina y a sus amigos en Barcelona para mudarse sola a Asia: “Aquí puedo dormir ocho horas, respirar y adaptarme a lo que el día pida”

La joven de 23 años ha explicado en una entrevista para ‘Infobae España′ cómo ha cambiado su vida desde que vive en ese continente

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Àlex Ginés, española viviendo en
Àlex Ginés, española viviendo en Asia. (imagen cedida)

Irse a vivir fuera de España es una decisión que cada vez más jóvenes se atreven a tomar, y Àlex Ginés es un claro ejemplo de ello. A sus 23 años, decidió dar un giro radical a su vida. “Hubo un momento en el que literalmente me sobrepasé”, confiesa en su entrevista con Infobae España.

Durante meses, Àlex llegó a compaginar cuatro trabajos a la vez, despertándose a las seis de la mañana y terminando su jornada a la una de la madrugada. “Ni siquiera pensaba, solo calculaba el tiempo que me quedaba en cada tarea antes de pasar a la siguiente”, recuerda. Su día a día se reducía a trabajar, comer rápido y dormir pocas horas. Según cuenta, no hubo un motivo concreto para asumir tanto trabajo, más allá de la ambición y la dificultad para decir que no. “Mi cuerpo me mandaba señales —poco sueño, estrés, mala alimentación—, pero yo seguía adelante”, admite.

Lo que la mantenía en pie era un objetivo claro: “Sabía que quería irme, y cada día de trabajo era un paso más hacia esa meta. Hoy miro atrás y sé que ese esfuerzo tuvo sentido”, asegura. Sin embargo, el precio fue alto. “El cuerpo siempre pasa factura. Noté cambios de peso, cansancio acumulado y un agotamiento emocional del que cuesta recuperarse”, relata. Aun así, de esa etapa sacó una lección importante: “Aprendí mis límites, mis ritmos y la importancia de cuidar mi energía. La motivación era mi gasolina, y aunque no era sostenible, me impulsó a construir la vida que tengo hoy”.

Imagen de su vida en
Imagen de su vida en Asia. (Instagram)

El punto de inflexión llegó tras un viaje a Filipinas que realizó el año pasado. “Sentí un flechazo inmediato con la gente, la cultura, la comida, el ritmo de vida. Era una sensación difícil de explicar, una voz interna que me decía: ‘Aquí hay algo para ti’”, explica Àlex .

Poco después, dejó su casa, su rutina y su agitado ritmo en Barcelona para mudarse sola a Asia. “Cada día aquí me enseña algo nuevo sobre mí misma y sobre lo que realmente significa vivir con propósito”, cuenta.

“Mis días están llenos de libertad”

Aunque sigue teletrabajando para una empresa de cosmética en Barcelona, su vida actual es completamente diferente. “Mis días están llenos de libertad. Por las mañanas hago lo que me apetece: voy a la playa, al gimnasio, paseo, escribo o simplemente descanso”, explica.

En Asia ha recuperado lo que más echaba de menos: el tiempo para sí misma. “En España me levantaba todos los días a las siete sin excepción. Aquí puedo dormir ocho horas, respirar y adaptarme a lo que el día me pida. Esa flexibilidad es una de las cosas que más valoro”, afirma.

Coste de la vida en una isla de Malasia

Àlex asegura que no sabe qué le depara el futuro, y precisamente eso es lo que más le motiva. “Me gusta la idea de no tener límites, de sorprenderme con lo que la vida me depare. Si hace tres años alguien me hubiera contado todo lo que estaba por venir, probablemente no lo habría creído”.

De Asia, dice, se lleva tres grandes aprendizajes: la espiritualidad, la gratitud y el respeto. “La conexión con la naturaleza, el agradecimiento constante, el valor de la comunidad… me han enseñado a vivir más despacio, más consciente y mucho más agradecida”.

Antes de terminar, dedica un mensaje a su “yo” del pasado: “Aprender lo que cuesta ganarse la vida te hace valorar mucho más cada logro. Nada de eso fue tiempo perdido”.