Vito Quiles fracasa en su intento de celebrar un acto no autorizado en la Complutense: la Policía no le permite entrar al campus en el que había menos de 200 personas

El agitador ultraderechista convocó a sus seguidores en el campus de Somosaguas, pero el rectorado blindó los accesos y la Universidad denunció que no existía ninguna solicitud para celebrar el acto

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El activista político Vito Quiles,
El activista político Vito Quiles, este miércoles en las inmediaciones del campus de Somosaguas de la Universidad Complutense (EFE/ Nahia Peciña)

El intento del agitador Vito Quiles de celebrar un acto en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha terminado en un nuevo fiasco. Su convocatoria, enmarcada dentro del tour que denomina ‘España combativa’, apenas ha reunido a unos dos centenares de seguidores, aislados a más de cien metros del campus de Somosaguas por un dispositivo policial que incluía decenas de furgones y varios centenares de agentes. El despliegue, inédito en una concentración universitaria reciente, pretendía evitar enfrentamientos entre partidarios y detractores del comunicador, que en su publicación posterior en la red X calificó la situación de “criminal” y “propia de una dictadura bananera”.

El acto no contaba con autorización de la universidad, que desde primeras horas de la mañana había comunicado que solo una de las cuatro puertas del campus permanecería abierta y que el acceso se limitaría a estudiantes y personal acreditado. El rectorado justificó la medida en la necesidad de garantizar “la convivencia y el normal desarrollo de las tareas académicas”. En esa única entrada se concentraron siete furgones policiales y un control de seguridad que revisaba las acreditaciones. A pesar de ello, algunos asistentes lograron entrar utilizando carnés prestados.

Cánticos, insultos y un campus blindado

El ambiente en Somosaguas fue de máxima tensión desde primera hora de la tarde. Los seguidores de Quiles, en su mayoría jóvenes y hombres, se agruparon en torno al agitador, que apareció acompañado por una decena de hombres vestidos de negro que actuaban como seguridad privada. Desde su llegada, se escucharon gritos de “Arriba España” y “Cara al sol”, además de proclamas racistas y antifeministas. Quiles, megáfono en mano, calificó a la universidad de “foco de infecciones” y “estercolero”, acusándola de estar “bunkerizada ideológicamente”.

Al otro lado de las vallas, varios cientos de estudiantes coreaban consignas contra su presencia: “Fuera fascistas de la universidad”, “Vito, fascista, no eres periodista” o “Vito, colega, acaba la carrera”. Los detractores, mucho más numerosos, permanecieron separados por un fuerte cordón policial que impidió cualquier contacto entre ambos grupos. No se registraron enfrentamientos, aunque los gritos cruzados y los insultos fueron constantes durante la hora escasa que duró la concentración.

Manifestantes contrarios al activista político
Manifestantes contrarios al activista político Vito Quiles, este miércoles en las inmediaciones del campus de Somosaguas de la Universidad Complutense (EFE/ Nahia Peciña)

“España cristiana, no musulmana”, “Moros no” o “Pedro Sánchez, hijo de puta” fueron algunos de los cánticos de los simpatizantes del agitador. Quiles, entre arengas, insistía en que su acto era “pacífico” y acusaba a la policía de actuar con más dureza que frente a “los terroristas prohamás”, según sus propias palabras.

Un evento sin permiso ni contenido académico

La Universidad Complutense confirmó mediante un comunicado que el acto no había sido autorizado, ya que “no existe ninguna solicitud registrada a través de los cauces oficiales establecidos para la cesión o uso de espacios universitarios”. La institución subrayó su “compromiso con el respeto, la pluralidad y el diálogo constructivo”, recordando que la libertad de expresión debe ejercerse “dentro del marco legal y académico” que rige las universidades públicas.

Pese a presentarse como un encuentro de “Periodismo crítico y comunicación política”, el acto de Quiles carecía de contenido académico. Como en otras universidades que ha visitado, su intervención consistió en un mitin improvisado con fuertes connotaciones ideológicas y sin debate posterior. Su gira, sufragada según él por empresarios “a título personal” y no por partidos o fundaciones, se ha caracterizado por escenas de agitación más que por diálogo o análisis.

El agitador, distanciado de Alvise Pérez tras sus imputaciones judiciales y actualmente próximo a Vox, al PP madrileño e incluso a la Fundación Atenea de Iván Espinosa de los Monteros, intentaba repetir en Madrid el eco mediático de sus anteriores apariciones, pero el resultado fue claramente menor de lo esperado. La policía contabilizó menos de dos centenares de asistentes frente a varios cientos de estudiantes contrarios.

Las consecuencias del dispositivo se extendieron más allá del perímetro policial. Los accesos al campus quedaron colapsados durante buena parte de la tarde, con autobuses atestados y un embotellamiento en la M-40 que afectó a decenas de estudiantes. Algunos alumnos denunciaron las dificultades para llegar a clase y el cierre de zonas de aparcamiento.

Graves altercados en la UAB por la llegada no autorizada de Vito Quiles. (X/@jaumetyni)

Una gira bajo tensión

El paso de Vito Quiles por la Complutense marca la octava parada de su tour ‘España combativa’. Su llegada a Somosaguas se produce después de la suspensión temporal de la gira tras los disturbios en Pamplona, donde hubo cargas policiales, detenidos y un periodista herido. A diferencia de la Universidad de Navarra, que optó por suspender clases por seguridad, la UCM decidió mantener la actividad docente con un refuerzo policial inédito.

El campus de Somosaguas, símbolo histórico del pensamiento progresista universitario, fue en su día una creación del franquismo para aislar a los estudiantes más combativos. Hoy, en sus aulas imparten clase figuras vinculadas a Podemos como Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias o Carolina Bescansa, aunque ninguno de ellos participó en las protestas de este miércoles.

Al término de la concentración, y tras una hora de discursos y cánticos, Quiles se retiró escoltado en coche, visiblemente molesto por no haber podido acceder al interior del recinto ni protagonizar el enfrentamiento que muchos de sus seguidores esperaban.