El impacto de la tormenta solar en España: el fenómeno más intenso en los últimos años

La tormenta geomagnética suelen estar asociados a la mayor actividad solar en cada ciclo de aproximadamente once años

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Consecuencias de la tormenta solar
Consecuencias de la tormenta solar en España (Freepik)

Una tormenta solar de gran magnitud ha alcanzado la Tierra entre el 11 y el 12 de noviembre de 2025. Dicho fenómeno, generado por una serie de erupciones recientes en el Sol, ha sido la tormenta geomagnética más intensa de los últimos años. Afortunadamente, los datos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades han asegurado que en España se anticipa un impacto leve y de corta duración. Aun así, las autoridades nacionales y organismos científicos han reforzado la vigilancia para minimizar cualquier riesgo sobre infraestructuras y servicios esenciales.

Esta borrasca solar, según la información del Instituto Geográfico Nacional (IGN), sucede cuando un gran número de partículas solares atraviesa la magnetosfera terrestre, originando alteraciones en el campo magnético del planeta. Normalmente, pueden extenderse durante horas o días y suelen estar asociados a la mayor actividad solar en cada ciclo de aproximadamente once años. Un cambio y una intensidad de actividad que pueden detectarse por el número de manchas solares en la superficie del Sol.

Consecuencias de la tormenta solar
Consecuencias de la tormenta solar en España (Freepik)

Qué puntos del planeta estarán más afectados

La tormenta solar de este martes y miércoles se ha producido a raíz de una fulguración de clase X5.1, considerada entre las más potentes observadas recientemente, que ocurrió la mañana del 11 de noviembre. La explosión estuvo acompañada de una eyección de masa coronal (CME), una gran nube de plasma que fue lanzada al espacio y que viajó hasta La Tierra. A esta nebulosa se sumaron otras dos CME previas, originadas el 7 y el 9 de noviembre, que también tuvieron efectos en el campo magnético terrestre durante esas fechas.

De acuerdo con el IGN, las tormentas geomagnéticas afectan simultáneamente a todo el mundo, pero con mayor intensidad en latitudes elevadas como Canadá, Escandinavia o Rusia. Desde el ministerio han señalado que España se encuentra en una situación relativamente protegida, debido a su ubicación geográfica en latitudes medias y lejos de las regiones polares, donde estos fenómenos tienen mayor intensidad. Debido a ello, no se prevén daños graves ni cortes relevantes en telefonía móvil, internet o radio FM. Pese al bajo riesgo, el Gobierno mantiene protocolos de seguimiento activo desde la Agencia Espacial Española (AEE), en coordinación con la Agencia Espacial Europea (ESA).

“En un ciclo solar cada vez más activo, disponer de información anticipada resulta esencial para proteger infraestructuras críticas y reducir los riesgos tecnológicos”, apuntan desde el Departamento que dirige Diana Morant. Las agencias han realizado, de esta forma, un monitoreo pormenorizado sobre la evolución de la tormenta para detectar posibles incidencias, especialmente en sistemas electrónicos y satélites que prestan servicios esenciales: telecomunicaciones, observación meteorológica y vigilancia terrestre.

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Los posibles efectos de una tormenta solar

Los efectos registrados hasta el momento se han limitado a errores muy puntuales en sistemas de navegación por satélite y alteraciones mínimas en comunicaciones por radio de alta frecuencia. Mientras, en el resto del globo terráqueo, se han detectado cortes breves en estas frecuencias, pero con afectaciones más notorias en regiones iluminadas del planeta, como África, tal y como ha indicado Europa Press.

Durante el episodio más crítico, la radiación liberada por la fulguración solar generó una intensa lluvia de partículas de alta energía. Aunque, según fuentes gubernamentales, no supone un riesgo biológico directo en la superficie terrestre. Sin embargo, puede alterar los sistemas electrónicos de satélites en órbita, donde se han podido activar protocolos automáticos de seguridad para minimizar cualquier posibilidad de fallo operativo. Por lo que no se encontrarán “consecuencias graves para la población ni para el funcionamiento de los sistemas tecnológicos nacionales” en España, según ha anunciado el ministerio.