Iñaki Urdangarin le dedica una conmovedora carta a su hijo Pablo tras su estreno en la Selección: “Confieso que he llorado de emoción”

El exmarido de la infanta Cristina ha dedicado unas bonitas palabras a su hijo, que a finales de octubre era llamado por primera vez para la Selección Española de Balonmano

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Iñaki y Pablo Urdangarin (INFOBAE
Iñaki y Pablo Urdangarin (INFOBAE ESPAÑA).

La emoción ha vuelto a marcar la vida de Iñaki Urdangarin, esta vez en forma de palabras. El exjugador de balonmano y exduque de Palma ha escrito una carta llena de orgullo y ternura dirigida a su hijo Pablo Urdangarin, después de que este fuera convocado por primera vez con la selección española absoluta. El texto, al que ha tenido acceso Vanitatis, revela el lado más sensible y familiar de un hombre que ha aprendido, con los años, a mostrarse sin reservas.

Quienes conocen a Urdangarin insisten en su carácter afectuoso y emocional, una faceta que se ha acentuado con el paso del tiempo. Alejado de los focos y centrado en su entorno más íntimo, el exdeportista ha encontrado en la escritura una vía para expresar lo que siente. Y en esta ocasión, el motivo no podía ser más especial: ver a su hijo cumplir un sueño que él también vivió décadas atrás.

“Como padre, no os imagináis el orgullo que siento”, comienza escribiendo Urdangarin en la carta. “Confieso que he llorado de emoción y gratitud al ver llegar este momento”. Con estas líneas, el exjugador no solo celebra el logro de Pablo, sino también la perseverancia y madurez que el joven ha demostrado a lo largo de su trayectoria.

El texto dedica buena parte de su contenido a reconocer el esfuerzo que su hijo ha hecho para llegar hasta los Hispanos. Le describe como “un chico generoso, honesto y un auténtico guerrero”, calificativos que resumen una forma de entender el deporte basada en la constancia y el sacrificio.

Urdangarin recuerda en la carta los años difíciles de Pablo, cuando su formación deportiva se desarrolló en lugares donde el balonmano tenía poca presencia. “Vivió en países con poco nivel de balonmano en momentos clave, emigró a Alemania para poner a prueba su talento y su futuro, y cuando llegó a Francia apareció el COVID, obligándole a volver”, relata.

Iñaki Urdangarín (izda) felicita a
Iñaki Urdangarín (izda) felicita a su hijo Pablo, tras el la victoria de su equipo, el Fraikin Granollers, ante el Abanca Ademar, este domingo en León. (EFE/J. Casares).

Según el exjugador, fue en el Barça donde su hijo encontró un nuevo impulso, partiendo desde la base y aprendiendo junto a grandes referentes del deporte. Más tarde, su paso por el Fraikin Granollers consolidó esa progresión que hoy lo ha llevado a vestir la camiseta nacional. “Su explosión ha sido fruto de su resiliencia, paciencia y confianza en el proceso”, escribe su padre con evidente orgullo en el texto publicado por Vanitatis.

El mensaje concluye con una reflexión que resume el espíritu de la familia: “Hoy le llega la oportunidad de ser Hispano, y la vivimos con una emoción inmensa”. Y cita una frase del propio Pablo que evidencia su madurez: “Esto no es un premio, es una oportunidad para seguir creciendo y evolucionando como persona y como jugador”.

El debut de Pablo Urdangarin con la selección no pudo ser más prometedor. El joven jugador participó en el amistoso contra Suecia, celebrado en el Saab Arena de Linköping, donde España se impuso por 34 a 30. Desde la grada, la infanta Cristina no pudo ocultar su emoción: se la vio sonriente, grabando vídeos y aplaudiendo cada acción de su hijo.

Pablo, que marcó dos tantos en su estreno, confesó tras el encuentro sentirse “liberado y feliz”. “Siento que me he quitado un peso de encima, pero lo he disfrutado al máximo. Mis compañeros me han ayudado a jugar tranquilo, a jugar bien, cómodo...”, declaró.

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Un nuevo capítulo en su vida personal

Más allá de la emoción deportiva, esta carta confirma el renacer personal de Iñaki Urdangarin. A sus 56 años, y tras un periodo de introspección y cambio, el exdeportista mantiene una relación cercana con sus hijos y un trato cordial con la infanta Cristina, con quien comparte el propósito de proteger a su familia de cualquier exposición innecesaria.

De esa filosofía de vida nace también su proyecto profesional, Bevolutive, una iniciativa centrada en el acompañamiento personal y el crecimiento emocional. En la web del proyecto se define con estas palabras: “La vida es un proceso de evolución constante, lleno de picos y valles que no solo debemos transitar, sino también aprender de ellos y gestionarlos con conciencia. El verdadero éxito no está solo en los logros externos, sino en la capacidad de cada persona para conocerse, adaptarse y crecer en los momentos más adversos”.