Así ha sido la llegada de los reyes a Chengdú, su primera parada en la visita de Estado a China: entre ramos de flores y agradecimientos

Tras casi un día de viaje, los reyes han aterrizado este lunes en Chengdú, primera parada de su visita oficial a la República Popular China, un desplazamiento de gran carga simbólica y diplomática. Se trata del primer viaje de Estado de los monarcas a esta nación asiática desde su proclamación y del primero que realiza una pareja real europea en siete años.

El Airbus A-310 de la Fuerza Aérea Española, que cuenta con zona de descanso, sala de reuniones y cocina, despegó el domingo por la mañana del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde los soberanos fueron despedidos con todos los honores. En el pabellón de Estado de la terminal T4, Felipe VI y la reina Letizia saludaron a las autoridades civiles y militares que les acompañaron antes de emprender rumbo a Asia.

Junto al matrimonio viajan el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y una delegación de empresarios españoles. El objetivo del viaje es reforzar las relaciones políticas, económicas y culturales entre ambos países, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la Asociación Estratégica Integral que une a España y China.

A su llegada al aeropuerto internacional de Chengdú, los monarcas descendieron del avión cogidos del brazo, sonrientes y sin señales del largo vuelo. En la pista les esperaba un cordón de honor encabezado por el vicegobernador de la provincia de Sichuan, además de representantes diplomáticos de ambos países. Dos niños ofrecieron ramos de flores a los reyes en señal de bienvenida, un gesto que emocionó especialmente a Letizia.

El ambiente era frío, con apenas 13 grados, por lo que la reina optó por mantener el mismo atuendo con el que había salido de Madrid: un conjunto totalmente negro, compuesto por pantalones rectos, jersey de punto y un abrigo largo de corte masculino, acompañado de una bufanda del mismo tono. En su mano, un bolso de tamaño medio, práctico para los desplazamientos. Por su parte, Felipe VI lucía un traje gris con raya diplomática, sin renunciar a su habitual elegancia sobria.

Pese a las horas de vuelo, ambos se mostraron relajados, agradeciendo con gestos amables la calurosa acogida. Las imágenes difundidas por los medios locales reflejan una pareja cómplice y sonriente, consciente de la importancia de este viaje en el contexto internacional actual.

Los reyes dedicarán las primeras jornadas a reforzar los lazos económicos y empresariales. Este martes, Felipe VI inaugurará el Foro Empresarial España-China, que se celebra en el Hotel Grand Meliá de Chengdú, antes de visitar las instalaciones de Indra en la Torre de Control Automatizada del aeropuerto de Shuangliu.

Mientras tanto, doña Letizia participará en un acto conmemorativo por el 150º aniversario del nacimiento del poeta Antonio Machado, celebrado en el memorial de la escritora Xue Tao, un espacio que simboliza el diálogo entre las culturas española y china. Más tarde, los reyes asistirán juntos a un almuerzo ofrecido por las autoridades de la provincia de Sichuan.

Ya por la tarde, está previsto que la pareja real se traslade a Pekín, donde continuarán con la parte institucional del viaje. Allí tendrán un encuentro con el presidente chino, Xi Jinping, y con la primera dama, Peng Liyuan, quien también es una reconocida soprano. La jornada culminará con una cena oficial en el Palacio del Pueblo, que marcará el punto álgido de esta visita de Estado.