Una colombiana que vive en España no entiende que en su empresa un compañero le dijera a un cliente que “no le chillara”: “Es grave”

La creadora de contenido ha explicado que en este caso no solo se trata de una diferencia cultural, sino también lingüística

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Otra diferencia entre los países
Otra diferencia entre los países que Laura no entiende, es el uso de la palabra “culo” en España, tanto por adultos, como por niños.

Laura Vargas es una colombiana de Santa Marta que lleva años viviendo en España. Como muchas personas que se han ido a vivir a otro país, ella se ha unido a la tendencia de generar contenido para las redes sociales, donde habla sobre las diferencias culturales entre su país de origen y el de destino.

La creadora de contenido tiene casi 30.000 seguidores en la red social TikTok y algunos vídeos con millones de visualizaciones (hasta 5.7 millones), y ha tratado temas como el vestuario, el clima, diferencias en algunas expresiones, y otros parecidos.

En un reciente vídeo, la influencer ha compartido con sus seguidores una situación a la que ha sido testigo y que no entiende, porque, según ella, se trata de una falta de respeto hacia el cliente de la empresa donde trabaja.

¿Una falta de respeto?

“¿Por qué un español le puede decir esto a otro y no pasa nada?”: así Laura arranca su vídeo, mostrando su sorpresa por la situación. La creadora de contenido explica que trabaja en un banco, y que es allí donde escuchó cómo un compañero suyo se dirigió a su cliente, diciéndole: “A mí no me chille”.

Laura explica que le cuesta entender la situación, ya que, para ella, el cliente siempre se merece “el máximo respeto”: “O sea, es grave, es grave, es grave”. La creadora de contenido explica que en su país la frase suena mucho más grave: “simplemente es grosería y punto”.

Resulta que se trata de una diferencia en el significado de la palabra “chillar”, que ha provocado confusión no solo a nivel cultural, sino también lingüístico. Mientras que la palabra en España significa gritar, en Colombia, “chillar” es llorar.

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Otra curiosidad que le ha sorprendido a Laura es el uso de la palabra “culo”. “Allá es grosería, grosería total, o sea, vulgaridad”. Mientras que en España, explica la influencer, es una palabra que tanto los adultos como los niños utilizan con normalidad.

Laura considera que se trata de una diferencia cultural: “Hemos usado las palabras que aquí suenan de una forma y en mi país de otra”. Ella afirma, al final, que, más que sorprenderse, se ríe con las diferencias que encuentra entre los dos países.

Las respuestas en los comentarios

En tan solo dos días, el vídeo ha conseguido generar unas 53.9 mil visualizaciones, 663 “me gusta” y varios comentarios de usuarios que han vivido situaciones parecidas.

Como siempre, lo mejor de los vídeos de esta temática, es la sección de los comentarios. Un usuario, llamado @hidden_poet ha comentado al respecto: “Yo creo que el grosero es el que chilla, no el que dice que chilles”.

Otra usuaria, @tamarahidalg, ha expresado su opinión con respecto a la situación en la que se encontraba la influencer: “Nadie es más que nadie, por mucho dinero que tengan… Respeto mutuo”.

@anaismurubi, por otro lado, ha dejado claro qué suele hacer en estos casos: “Yo le doy tres avisos al cliente antes de directamente colgarle”. Al final, se trata de un respeto que tiene que ser bidireccional.