Los españoles no quieren ser soldados: “Es un dato muy preocupante”

El Observatorio de la Vida Militar alerta del desplome en el interés por ingresar en las Fuerzas Armadas y reclama medidas urgentes para dignificar la profesión

Guardar
Soldados en su Jura. (Jorge
Soldados en su Jura. (Jorge Peteiro/Europa Press)

El desinterés por la carrera militar sigue creciendo en España. El último informe del Observatorio de la Vida Militar, órgano dependiente de las Cortes Generales, lanza una advertencia clara: cada vez menos españoles quieren vestir el uniforme. La ratio de solicitantes por plaza en tropa y marinería se ha desplomado de forma continuada en la última década, pasando de 27,9 en 2013 a tan solo 4,2 en 2024. “Es un dato muy preocupante”, subraya el organismo, que advierte de que esta caída no solo afecta al número de aspirantes, sino también a la calidad de los procesos de selección y, en consecuencia, al perfil de quienes finalmente acceden a las Fuerzas Armadas.

El informe, presentado ante el Congreso, refleja una tendencia sostenida que compromete la renovación generacional y la estabilidad del modelo profesional de los ejércitos. En palabras del Observatorio, urge analizar las causas del desinterés, que ya no se limita a las escalas de tropa y marinería, sino que empieza a extenderse a los futuros oficiales.

Casi un millar de plazas sin cubrir

El año pasado se ofertaron 8.062 plazas para tropa y marinería, un 18% más que en 2023. Sin embargo, ese incremento no vino acompañado de un aumento proporcional en el número de solicitudes. Aunque los aspirantes pasaron de 29.638 a 33.777, la ratio volvió a caer, de 4,3 a 4,2. Tras los descartes habituales en las pruebas físicas, médicas o psicotécnicas, solo se cubrieron 7.116 plazas, lo que significa que casi un millar quedaron vacantes.

La evolución de los efectivos muestra una pérdida constante: en 2010 había 86.112 militares de tropa y marinería; en 2025 son 76.083, cerca de 10.000 menos. El descenso coincide con una etapa en la que el mercado laboral civil ha ofrecido mayores oportunidades y estabilidad, especialmente en los sectores público y tecnológico, algo que según fuentes del propio Observatorio puede haber influido en la menor vocación militar.

El desinterés tampoco se limita a las escalas más básicas. Las solicitudes para el acceso directo a las escalas de oficiales se redujeron un 8,5% en 2024 respecto al año anterior, al pasar de 3.269 a 2.993. El número de solicitantes por plaza cayó de 4,59 a 3,55, muy lejos del 6,25 registrado en 2021. El informe advierte que esta tendencia “debe empezar a ser motivo de preocupación” y reclama medidas para atraer talento joven con alta cualificación académica y técnica.

Soldados de la Legión participan
Soldados de la Legión participan en una maniobra de simulación de fusiles (María José López - Europa Press)

Más mujeres, pero menos vocaciones

En contraste con la pérdida general de interés, la presencia femenina en las Fuerzas Armadas continúa creciendo. A 31 de diciembre de 2024, el 13,1% del personal militar eran mujeres, un incremento de 119 respecto al año anterior y una proporción que sitúa a España por encima de la media de la OTAN, fijada en el 12,73%.

El Observatorio atribuye este avance a las políticas de igualdad impulsadas por el Ministerio de Defensa y a la implantación de medidas que garantizan la conciliación y la corresponsabilidad. También destaca el papel pionero de las mujeres en puestos de alta responsabilidad: España cuenta actualmente con once generales, dos de ellas de división y nueve de brigada, un dato que contrasta con el 40% de los países aliados que aún no tienen ninguna mujer general.

Pese a estos progresos, las Fuerzas Armadas españolas mantienen un déficit estructural de personal. Con 116.739 militares en activo a comienzos de 2025, el país presenta una tasa de 2,4 efectivos por cada mil habitantes, frente a los 3,6 de la media europea y los 6 de la OTAN. El Observatorio considera necesario abrir un debate sobre cuál debería ser la dimensión óptima del Ejército español en función de su población, sus compromisos internacionales y las nuevas demandas estratégicas.

“Dignificar la profesión”

Entre las recomendaciones finales, el informe subraya la urgencia de “dignificar la profesión militar” para hacerla más atractiva. Reclama medidas incentivadoras en materia salarial, de estabilidad y de reconocimiento social, además de reforzar la asistencia al personal y mejorar las condiciones de vida en los acuartelamientos. La captación y retención del talento, apunta, solo será posible si se acompaña de un modelo de carrera más flexible, predecible y compatible con la vida familiar.

Por qué los soldados son expulsados de las Fuerzas Armadas a los 45 años.

El concepto de “reclutamiento inteligente”, que el Observatorio viene defendiendo desde hace años, se plantea como clave para revertir la tendencia actual. Este modelo implicaría una planificación más estratégica del ingreso, con criterios adaptados al mercado laboral civil, a la digitalización y a las nuevas competencias tecnológicas que demandan los ejércitos del siglo XXI.