El PP tiene 10 días para designar al relevo de Mazón y la alianza con Vox es la única vía para evitar las elecciones

El PSOE presiona para que haya comicios y el partido de Santiago Abascal fija sus condiciones

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Santiago Abascal y Feijóo en
Santiago Abascal y Feijóo en el Congreso (Eduardo Parra - Europa Press)

Pasan los días y el PP no revela un nombre como próximo presidente de la Generalitat Valenciana para sustituir a Carlos Mazón. El 19 de noviembre, las Cortes valencianas tendrán que conocer al nuevo líder autonómico o, de lo contrario, convocar elecciones. Vox presiona a los populares para que presenten ya un candidato firme y dispuesto a heredar la alianza que mantenían con Mazón. El PSOE espera con ansias unas elecciones que considera la “única salida democrática”.

El pasado viernes, los dos partidos se reunieron para conversar cómo dar forma al nuevo Gobierno valenciano. Vox ya ha dejado claro cuáles son sus condiciones y ha asegurado que tomarán una decisión según el plan presentado y las medidas, y no fijándose en la figura del candidato. La lucha contra la migración ilegal y la agenda verde se postulan como los principales objetivos del organismo de Santiago Abascal. Según ha informado EFE este sábado por la tarde, el encuentro terminó “sin novedades”.

Vox espera que el PP le haga llegar una "propuesta formal" para abordar al sustituto de Carlos Mazón al frente de la Generalitat valenciana, y ha evitado valorar los nombres que suenan para ocupar ese cargo para no contribuir al "relato mediático". (Fuente: Congreso)

La alianza con Vox para parar la cuenta atrás

El PP todavía tiene margen para negociar y reflexionar sobre el candidato. Pero lo que resulta inevitable es que, si desea formar gobierno sin pasar por los comicios, tendrá que ser de la mano de Vox. Carlos Mazón llegó al poder gracias a un pacto con el partido conservador y ahora, para mantener la posición, necesitarán no perder este apoyo. Vox parece de acuerdo con seguir adelante con la alianza, pero no lo hará a cualquier precio.

Sus intereses se dividen en dos vías. La primera es la materia migratoria, donde el partido de Abascal ha endurecido su postura en los últimos meses, al localizar un tema que genera preocupación entre parte de los potenciales votantes. El secretario general del grupo parlamentario de Vox en el Congreso, José María Figaredo, aseguró que ejercerán una “confrontación total” contra la migración ilegal.

Abascal dijo el pasado miércoles que Vox sería “más firme y contundente” en estas negociaciones. Junto a su rechazo a la migración ilegal, se apoyará también en su oposición a la pelea por el cambio climático. La agenda verde es el otro ‘enemigo’ a batir que ha puesto la formación de derechas en su diana.

Como adelanto de lo que puede suceder, el viernes la alcaldesa del PP de Valencia, María José Catalá, uno de los nombres que ha sonado entre los favoritos para ocupar el puesto de Mazón, llegó a un acuerdo con Vox para crear presupuestos municipales para el próximo año. En los próximos días, o incluso horas, podríamos ver un nuevo pacto, pero a nivel autonómico.

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El PSOE quiere elecciones

Por su parte, el PSOE huele sangre. El recibimiento a Mazón en el funeral de las víctimas de la DANA evidenció un descontento bastante extendido en la comunidad. La falta de conocimiento sobre qué hacía el presidente autonómico en el momento en el que avanzaban las aguas torrenciales lo han debilitado hasta optar por la dimisión. Ahora, el PP tendrá que reorientar a su votante con un relevo convincente.

La secretaria general del PSOE, Diana Morant, opinó que las negociaciones responden a intereses tácticos y no a las verdaderas necesidades de la ciudadanía valenciana. La política socialista llegó a calificar a uno de los favoritos para el cargo, Vicent Mompó, de “otro gestor inútil”, y definió al Gobierno valenciano como “coalición negacionista”.

De esta manera, el PSOE ha cargado contra el papel del PP en la Comunidad Valenciana y las consecuencias de gobernar con Vox. El partido busca incentivar el voto socialista en unas elecciones que no tendrían que producirse, pero que se acercan conforme avanzan los días sin que se decanten por un candidato.