El techo de cristal en la medicina española: el 70% de los jefes son hombres, aunque haya más doctoras

Cada vez más médicas se incorporan a la sanidad española, pero todavía no logran alcanzar los puestos de responsabilidad

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Cada vez más médicas se
Cada vez más médicas se incorporan a la sanidad española, pero todavía no logran alcanzar los puestos de responsabilidad. (Pexels)

Desde que en 1910 la legislación española permitió a las mujeres acceder a las facultades de Medicina, el número doctoras ha crecido de forma lenta pero sin freno. Si, en esos inicios, solo cinco españolas se matricularon en estos estudios, hoy son el 71% del alumnado. La feminización de la profesión médica ha seguido una tendencia ascendente desde la década de los 70, hasta el punto de que ellas representan cerca del 60% de los facultativos de este país, rozando el 65% en comunidades como el País Vasco.

Aunque las médicas sean ya mayoría en la sanidad española, esto no se refleja en los altos cargos del Sistema Nacional de Salud (SNS). El último Estudio sobre Demografía Médica de la Organización Médica Colegial (OMC) recoge que el 72% de las jefaturas de servicio y el 64% de las jefaturas de sección siguen ocupadas por hombres.

La doctora Virginia Izure, coautora del estudio, explica a Infobae España que esta desigualdad viene marcada por la falta de medidas de conciliación laboral y familiar, que hacen que ellas “pierdan escalones en la escala profesional” hacia los puestos directivos. Las jefaturas de servicio o de sección están reservadas a profesionales que acumulan méritos a lo largo de su carrera y “cuando tenemos una baja laboral, hacemos una merma en nuestra carrera profesional”, indica Izure.

Así, la baja por maternidad termina perjudicando a las doctoras. “Igual son cuatro, seis y ocho meses, diez si incluimos la lactancia, en los que acudimos a menos cursos, accedemos a menos formación transversal y perdemos esos puntos que luego nos van a dar acceso a los puestos de responsabilidad”, explica.

Distribución de médicos activos en
Distribución de médicos activos en España, por edad y género. (OMC)

La feminización de la medicina, además, es un fenómeno bastante reciente, que la OMC ubica en la década de los 70. Entre los más jóvenes, ellas llegan a representar el 69,3% de los profesionales totales, mientras que a partir de los 55 años, el porcentaje de hombres se incrementa. Entre los mayores de 65 años, ellos empiezan a ser mayoría. Son justamente las generaciones más antiguas las que acaparan actualmente los puestos de responsabilidad.

“Ahora estamos viendo una inversión de la curva de los grupos etarios [las divisiones de la población según su edad]”, dice Izura, que vaticina que en los próximos 15 años, “si todo va bien y no hay ninguna otra interferencia”, más mujeres empezarán a llegar a los puestos de poder.

Una feminización desigual

Las mujeres predominan en especialidades
Las mujeres predominan en especialidades como Análisis Clínicos o Ginecología. (Pexels)

La mujer ha llegado a la medicina gracias a un cambio de estructura en la sociedad, que ha permitido que se incorporasen a profesiones variadas. “Había profesiones que estaban tradicionalmente muy masculinizadas y, además, la mujer no tenía acceso a la universidad”, indica. Si bien, en un inicio, las mujeres estuvieron limitadas a la enfermería, su presencia ha ido aumentando en el mundo de la medicina, pero de forma desigual en cada especialidad: representan el 83% de los médicos colegiados especializados en Análisis clínicos y superan el 70% en sectores como Pediatría, Ginecología o Alergología, pero apenas escogen las especialidades quirúrgicas.

“La feminización afecta a todas las especialidades, pero en las que menos se refleja es en las especialidades quirúrgicas como Cirugía maxilofacial, Neurocirugía, Cirugía cardiovascular y Traumatología”, indica Izura. En esta elección influyen varios factores: primero, que son las especialidades que requieren un mayor esfuerzo físico, un aspecto que sigue contando a la hora de decantarse por una rama u otra. Pero, además, son las que más guardias requieren al mes y, a mayores guardias, mayores problemas de conciliación familiar.

La ministra de Sanidad, Mónica García, tras el regreso a España. (Ministerio de Sanidad)

Cómo romper el techo de cristal

La investigadora vaticina que harán falta entre 10 y 15 años para ver a más mujeres alcanzar los puestos de poder, pero es un paso que no vendrá solo. Para facilitar una feminización en los altos niveles son necesarias medidas de conciliación familiar, actualmente insuficientes en la sanidad española. Izura reclama a las consejerías de las comunidades y a los directores de los hospitales que “proporcionen a la mujer la capacidad, en esos momentos de baja por maternidad, de seguir formándose y no pierdan ninguna capacidad profesional en ese tiempo”, además de medidas de protección en los rangos “de manera que haya una estabilidad y una situación más paritaria en estos puestos directivos”.

La conciliación familiar se hace cada vez más apremiante según las mujeres se incorporan al sistema sanitario. “Tenemos que proteger los derechos femeninos, por supuesto, pero además, cuantas más mujeres haya, tendremos que incrementar las plantillas para compensar estos procesos de conciliación y que no afecten a la calidad de la atención a los pacientes”, subraya.