La cultura laboral ’996′ que viene de China y se aleja de las jornadas de 8 horas: la Generación Z es su mayor enemigo

Un estudio ha encontrado importantes consecuencias en los empleados más jóvenes tras un estudio basado en 676 encuestas

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La cultura laboral ’996′ que
La cultura laboral ’996′ que viene de China y se aleja de las jornadas de 8 horas (Pexels)

La posibilidad de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin merma salarial se ha desvanecido por completo, desde que en el mes de septiembre, PP, Vox y Junts impidieron que la propuesta progresase en el Parlamento. Aunque, el Ejecutivo ha declarado que planea retomar el asunto en el futuro, el hecho es que, por el momento, está paralizado. Algo que contrasta con la mecánica del ‘996′ de China y que ahora genera bastante incertidumbre e inquietud que está generando en muchas empresas.

Este modelo laboral se aleja de las jornadas de 8 horas que durante décadas se han considerado el estándar internacional. El ’996′ obliga a empleados a trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días por semana, sumando 72 horas cada semana. La práctica, especialmente difundida en empresas tecnológicas y otros sectores urbanos, ha desencadenado un amplio debate sobre sus riesgos, particularmente en la salud mental de la generación más joven.

Un estudio, basado en encuestas a 676 trabajadores de la Generación Z — nacidos entre 1995 y 2012 — de sectores como tecnología, finanzas, construcción, medios y educación, ha diagnosticado los efectos de estas largas jornadas -que apoyan magnates de Silicon Valley o multimillonarios como Jack Ma, el cofundador del sitio de compras por internet Alibaba-. Sin embargo, los testimonios de los más jóvenes en la investigación, publicada en 2023 en la revista Humanities and Social Sciences Communications, ayudan a dimensionar los desafíos bajo condiciones laborales tan exigentes, en un país que hoy redefine el concepto de progreso económico y social.

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La cultura laboral ’996′ que viene de China y se aleja de las jornadas de 8 horas (Pexels)

Cómo afecta este modelo a la Generación Z

Frente a las últimas tendencias de países del norte europeo al adoptar la semana laboral de cuatro días -con las que se han obtenido numerosos beneficios tanto para trabajadores como empresas-, el estudio realizado por realizada por Xuelin Chen, Mohammad Masukujjaman, Abdullah Al Mamun, Jingzu Gao y Zafir Khan Mohamed Makhbul, ha desgranado los efectos contraproducentes para la salud de los empleados y la productividad de la empresa.

El análisis estadístico ha permitido así identificar que la ’996 work culture’ y la sobrecarga de trabajo “influyen indirectamente en el malestar psicológico de los trabajadores de la Generación Z en China”; lo que hace que los trabajadores muestren síntomas como la ansiedad o la depresión. De esta forma, las largas jornadas y la presión constante no solo agotan físicamente, sino que también deterioran la salud mental de los jóvenes: “Las horas extras se han asociado con una disminución de la satisfacción y la productividad de los empleados”, determinan.

Y es que, el disfrute del tiempo libre es algo primordial para los jóvenes; por lo que “si los trabajadores de la Generación Z tienen una carga de trabajo excesiva, tienden a experimentar insatisfacción laboral”. Y con ello otras consecuencias a nivel físico y psicológico. Por el contrario, cuando los jóvenes trabajadores sienten que pueden crecer profesionalmente y que su esfuerzo se recompensa de manera adecuada, su satisfacción aumenta y el riesgo de malestar disminuye.

Aun así, no se han encontrado diferencias significativas en los efectos según género o nivel educativo. Pero sí ha detectado que los empleados con menos de dos años en la empresa son más vulnerables al impacto del agotamiento laboral sobre el malestar psicológico. Además, quienes perciben ingresos más bajos valoran especialmente las oportunidades de desarrollo profesional como fuente de satisfacción.

Así es la ley sobre la jornada laboral actual: duración, pago de horas extra y descansos retribuidos.

La realidad de las horas extra en China

Esta mecánica tiene sus raíces en las políticas económicas implementadas en China desde la década de 1970, coincidiendo con el proceso de apertura hacia países occidentales. En el contexto de una economía en vías de desarrollo y con el objetivo de superar la pobreza, las horas extra pasaron a ser habituales. Trabajar sin interrupciones se percibía como una condición necesaria para lograr una ventaja competitiva en los primeros años de crecimiento económico del país.

No obstante, parte de la fuerza laboral joven en China expresa su rechazo al modelo ’996′ al considerar que dificulta lograr un equilibrio entre vida laboral y personal. Y es que, obviamente, quienes trabajan bajo este esquema cuentan con muy poco tiempo para actividades fuera del trabajo más allá de los desplazamientos y el descanso nocturno; lo que genera una sensación continua de cansancio y presión. Como respuesta, ha surgido la tendencia Ying flat, conocida como “tumbarse” o “acostarse”, a través de la cual muchos trabajadores manifiestan su desacuerdo con una cultura que prioriza el esfuerzo extremo y las jornadas prolongadas, según recoge Daxue Consulting.

A pesar de que esta técnica se usa en muchas grandes empresas, la normativa vigente de la República Popular China lo prohíbe. La legislación establece que la jornada laboral diaria no puede ser superior a 8 horas y que el total semanal no debe exceder, en promedio, las 44 horas. Además, solo se permiten hasta 36 horas extra al mes. En la práctica, el cumplimiento de estas disposiciones no siempre se cumple. Por lo que muchas veces, las horas adicionales no se reportan ante los departamentos de recursos humanos y que impide que los empleados reciban el pago correspondiente por ese tiempo.