El príncipe Guillermo rinde homenaje a Lady Di en su primer viaje oficial a Brasil: la imagen que ha recreado 34 años después

El hijo mayor de Carlos III ha posado junto al Cristo Redentor, el monumento más icónico de Río de Janeiro, y, además, ha traído al presente la figura de su madre

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El príncipe Guillermo junto al
El príncipe Guillermo junto al Cristo Redentor, durante su viaje de Estado a Brasil (Eduardo Anizelli/Pool via REUTERS)

El príncipe Guillermo de Gales se encuentra en Brasil como parte de una gira oficial que tiene como pieza central en la entrega del prestigioso Earthshot Prize, prevista para este miércoles, 5 de noviembre. Este galardón, creado por el propio príncipe en 2021 junto a un científico británico, reconoce el trabajo de personas y organizaciones que contribuyen de manera destacada a la acción climática y la sostenibilidad global. El premio se otorga en cinco categorías y tiene como objetivo principal impulsar proyectos innovadores destinados a la preservación ambiental.

La visita a Brasil ha coincidido con la reciente mudanza de la familia del esposo de Kate Middleton a Forest Lodge, su nueva residencia en Windsor. Debido a este compromiso internacional, el heredero al trono británico no ha podido acompañar a sus hijos en el proceso de instalación.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

El príncipe Guillermo llegó a Río de Janeiro el lunes 3 de noviembre, ciudad donde ha tenido una agenda marcada por actos institucionales y gestos cargados de simbolismo familiar. Entre sus primeras actividades, el príncipe recibió las llaves de la ciudad en una ceremonia celebrada en el turístico cerro del Pão de Açúcar, a la que acudió utilizando el conocido teleférico que conduce hasta la cumbre.

Su homenaje a Diana de Gales

Uno de los momentos más destacados de la visita de Guillermo a Brasil ha sido su paso por el Cristo Redentor, el emblemático monumento situado en el cerro del Corcovado. Allí, el heredero al trono posó para varias fotografías junto a la icónica escultura, imágenes que evocan las que realizó su madre, la princesa Diana, en 1991 junto al entonces príncipe Carlos. Aquella visita de Lady Di a Brasil quedó registrada como una de las más mediáticas de comienzos de los años noventa, recordada tanto por los paisajes como por la cercanía de la princesa con la población local. Diana, durante su estancia en Brasil, rompió varios protocolos al interactuar con niños en hospitales y visitar orfanatos, manifestando así su compromiso social.

Diana de Gales en Río
Diana de Gales en Río de Janeiro en 1991 (Associated Press)

El príncipe Guillermo repitió el recorrido de su madre, optando por posar en lugares similares y transmitiendo un claro homenaje a su progenitora. Este gesto se suma a otros homenajes realizados por el príncipe en el pasado, como su visita a Australia hace 10 años, donde junto a la princesa de Gales recreó la emblemática fotografía de Lady Di y Carlos frente al monolito Uluru, también conocido como Ayers Rock.

Durante su estancia en Río de Janeiro, el Príncipe de Gales también visitó el estadio de Maracaná acompañado por el exfutbolista Cafú, leyenda del fútbol brasileño. Allí, Guillermo destacó el papel del deporte en la integración social y el bienestar de los jóvenes. “El fútbol es mucho más que un juego. Este hermoso deporte tiene el poder de lograr cosas maravillosas, y los líderes comunitarios están utilizando su influencia para crear espacios seguros e inclusivos. Aquí, los jóvenes pueden desarrollar resiliencia, conectar con otros y acceder a apoyo vital para su salud mental”, expresó el príncipe. Además, subrayó la capacidad del fútbol para “derribar barreras y ayudar a eliminar estigmas”.

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El príncipe Guillermo junto al Cristo Redentor, durante su viaje de Estado a Brasil (Eduardo Anizelli/Pool via REUTERS)

El royal británico participó de forma activa en el estadio, lanzando un penalti ante la atenta mirada de los presentes. Posteriormente, sorprendió a los asistentes en la playa de Copacabana al unirse a un equipo de vóley-playa, donde no dudó en integrarse plenamente al partido y lanzarse sobre la arena.